Las mujeres valen poco

  • Elmer Ancona Dorantes
Mientras los agresores y homicidas hacen de las suyas.

¿Quién puede tener sentimientos tan enfermos, la mentalidad tan perversa, como para agredir y asesinar a miles de mujeres en este país? ¿Qué hacen gobierno y sociedad para frenar esta ola de agresiones?

Algo está pasando con nuestras autoridades al no tener respuestas claras y contundentes ante el elevado índice de criminalidad desatado contra ellas en últimas fechas.

Esto, mientras los agresores y homicidas hacen de las suyas contra nuestras niñas, contra nuestras mujeres jóvenes y adultas, que dejan de respirar ante la ola de ataques de hombres machistas, por psicópatas misóginos que deambulan por todas partes.

El asesinato brutal de miles de mujeres en México, ha colocado al país entre los 25 con mayor tasa de feminicidios del mundo. Seguimos estando en el “Top de la Vergüenza y la Incapacidad”.

¿Qué tienen las mujeres como para que un grupo de enloquecidos hombres apunten sus armas hacia ellas con el fin de dañarlas, mutilarlas o desaparecerlas, aun estando preñadas?

¿De qué están hechos los gobiernos municipales, estatales y federal, que no se inmutan ante tanta sangre derramada de mujeres que lo único que sueñan es con vivir en paz, trabajar o divertirse?

No faltan los hombres sedientos de venganza que por motivos estrictamente pasionales, terminan por asfixiar a sus parejas e incluso, truncar la vida de los niños que llevan en sus vientres.

Aunado a esto, también se registra la participación del crimen organizado, que a través de la llamada “trata de blanca” (esclavitud moderna) y los centros de prostitución, incitan a la desaparición y muerte violenta de las mujeres.

Aquí cabe precisar que la mayoría de ellas, brutalmente sometidas y acribilladas en México, no se caracterizaban por llevar una “vida descarriada”, como algunos intentan difundir.

Eran estudiantes, hijas de familia, personas embarazadas y saludables, gente dedicada al hogar, al trabajo, al estudio, que nada tenían que ver con vicios ni “cosas mundanas”.

Lo primero que deben hacer las autoridades es frenar la autorización de tantos antros y centros de prostitución que alientan el comercio de mujeres, acarreadas de un estado a otro, de una nación a otra.

A propósito del Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, que se conmemoró este lunes, las autoridades reportaron que la pareja sentimental o cónyuge, las ex parejas y los hijos, son los principales agresores contra personas del sexo femenino.

Los hermanos, la madre o el padre, el vecino, las madrastras o padrastros y hasta los nietos también se suman al caudal de agresiones que reciben las mujeres en este país. Unos por misoginia, otros por machismo y otros más por intereses diversos.

Los gobiernos están obligados a generar intensas campañas de prevención a través de los medios de comunicación, dirigidas a los sectores más jóvenes de este país, especialmente a las mujeres.

El Estado Mexicano debe sancionar, de manera enfática, a las administraciones públicas que no muevan un solo dedo para erradicar la violencia de género en su entorno.

Alcaldes, gobernadores o presidente de la República que no den respuestas inmediatas ante este grave problema, por ley tendría que ser destituido de su cargo, pese a quien le pese. Sólo de esta manera se verá detenida la elevada agresión contra las mujeres.

Por su parte, los diferentes sectores sociales (empresarios, académicos, intelectuales, universitarios, padres de familia) deben presionar a sus gobernantes con marchas, vetos, voto de castigo, destituciones directas, por hacer caso omiso de lo que ocurre frente a sus ojos.

Las políticas públicas de protección a la mujer deben incluir, en primera instancia, un gran programa de prevención que debe comenzar desde los hogares, en las escuelas y en los centros de trabajo.

Los antros o centros de diversión deben contar, también, con políticas de protección hacia las personas del sexo femenino, quienes acuden a esos lugares a buscar momentos de esparcimiento a los que tienen derecho.

Hoy más que nunca, la sociedad entera debe tener una participación totalmente activa de cuidado y protección a sus mujeres, porque no hay razón alguna para permitir que se les agreda tan impunemente. México debe dejar de ser el país donde las mujeres valen poco.

 

@elmerando

Opinion para Interiores: 

Anteriores

Elmer Ancona Dorantes

Periodista y analista político. Licenciado en Periodismo por la Carlos Septién y Maestrante de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales UNAM. Catedrático. Escribe en diversos espacios de comunicación. Medios en los que ha colaborado: Reforma, Notimex, Milenio, Grupo Editorial Expansión y Radio Fórmula.