¿Nos benefician los cambios propuestos dentro del tema de movilidad?

  • María Teresa Galicia Cordero
Los ciudadanos tenemos que realizar otro pago además del aumento en el control vehicular.

María Teresa Galicia Cordero

 

Esta semana en Puebla, se dieron a conocer dos noticias relacionadas con el tema de movilidad en nuestro estado.

La primera, en la cual el diputado Juan Pablo Kuri Carballo afirmó que: “es conveniente el cambio de tarjetas de circulación vehicular para el próximo año en Puebla con el objetivo de tener un padrón de autos confiable y actualizado”.

La segunda, expresada por Guillermo Aréchiga Santamaría titular de la Secretaría de Movilidad y Transporte,  con respecto a una nueva licencia para conducir cuyo fin es: “que haya una evaluación periódica a quienes conducen un automóvil, por lo que la vigencia de las licencias será de tres y cinco años” asegurando que tienen que ver con el bienestar ciudadano: “Se busca privilegiar el bienestar colectivo, ya que las condiciones de salud de los automovilistas cambian conforme pasan los años y puede haber riesgo de algún accidente”. Motivo suficiente, según él para realizar este cambio.

Sin duda, ambas noticias se relacionan con la movilidad, pero pienso que todos deberíamos cuestionar: ¿qué tipo de medidas son? Recaudatorias y regulatorias, porque las medidas formativas no aparecen por ningún lado. 

La primera de ellas es netamente recaudatoria y de imagen, recordemos que no hace mucho se realizó el cambio de tarjeta de circulación, cuyo padrón confiable o no, es siempre responsabilidad de las autoridades y no del ciudadano. ¿Por qué entonces los ciudadanos tenemos que realizar otro pago además del aumento en el control vehicular?

En cuanto al cambio de licencia, su argumentación carece de sustento de no ser por su efecto recaudatorio, porque no solo es preocupante el estado físico del conductor, también lo es la capacidad, la habilidad y la formación necesaria para conducir cualquier vehículo automotor.

No ha fundamentado el actual secretario la necesidad de formar al conductor, puesto que todos sabemos el tipo de examen que se realiza para obtener una licencia, no hay cursos previos obligatorios de formación ni exámenes personalizados para otorgarla, lo que da como resultado que, en este estado, cualquier persona pueda conducir un vehículo.   

Tengo que insistir en la formación ciudadana y dentro de ella la educación vial, porque observo que siempre se deja de lado y no se le da la importancia que tiene para la seguridad y mejor movilidad urbana y rural.

Hace un tiempo platicamos con el actual Secretario de Educación Pública y hablamos de las ciudades de aprendizaje, en ese entonces vimos la posibilidad de insertarla como parte de un programa vinculado a los municipios y por supuesto con la Secretaría de Movilidad y Transporte.

Entiendo que cada dependencia puede tener sus propias estrategias, pero para eso sirven los convenios de colaboración. No hay que perder de vista que debemos desplazarnos con seguridad y responsabilidad por calles y carreteras y formar al ciudadano para hacerlo. 

No basta cambiar las medidas regulatorias, hay que formar porque si no es así y como ha sucedido siempre, las medidas implementadas solo tendrán un efecto recaudatorio y servirán también como siempre, para difundir la imagen del gobierno en turno. 

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María Teresa Galicia Cordero

Doctora en Educación. Consultora internacional en proyectos formativos, investigadora social, formadora de docentes e impulsora permanente de procesos de construcción de ciudadanía con organizaciones sociales. Diseñadora y asesora de cursos, talleres y diplomados presenciales y en línea. Articulista en diferentes medios.