Las manifestaciones en Latinoamérica continúan, en este espacio ya hemos analizado los movimientos que se han dado en países como Ecuador, Chile y Bolivia. La semana pasada se llevaron movilizaciones en Colombia, un país que históricamente ha sido gobernador por la derecha y se han conjuntado varias circunstancias para llegar al punto de tensión que se vive en el país.

Se convocó a un paro nacional el pasado 21 de noviembre, fecha que quedará grababa en miles de ciudadanos, que se convirtió en una protesta en contra de las reformas de pensiones, laboral y educativa y a favor del acuerdo de paz firmado con las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia.

Los manifestantes también reclamaron medidas de protección efectivas para indígenas y líderes sociales, blanco de una ola de asesinatos que se ha cobrado la vida de decenas de ellos desde que Iván Duque llegó al poder, hace 15 meses.

La sociedad colombiana se movilizó también en contra del presidente, quien representa al partido de la derecha, pero que no ha tenido su total respaldo, por lo que no se ha podido identificar con un grupo en particular.

Las protestas continuaron y escalaron en el nivel de violencia, así como las manifestaciones en toda Latinoamérica hubo detenidos, heridos y muertos, hasta la fecha se reportan tres fallecidos por enfrentamientos en el valle del Cauca.

Este tipo de manifestaciones no tienen precedentes en Colombia, a pesar que las anteriores manifestaciones eran importantes, siempre eran focalizadas y reprimidas; sin embargo, en esta ocasión las manifestaciones por parte de la sociedad no organizada se ha visto como lo fueron en los años 60 del siglo pasado, tal vez motivados por las manifestaciones en otros países latiniamericanos.

Después del paro nacional y cuando las autoridades pensaban que se habían calmados los ánimos, miles de personas volvieron a las calles, con la caracteristica del cacerolazo que han hecho en Argentina o Chile, por vez primera los colombianos se manifestaban justo cuando el presidente Iván Duque daba un mensaje de “dialogo social”.

Algo que caracterizó a estas manifestaciones es que Medellin, ciudad identificada con el expresidente Álvaro Uribe, también participó de forma activa, por lo que hoy quedó demostrado que los reclamos son generalizados por los colombianos

Lo que podemos observar durante el último mes de manifestaciones en América Latina es que coincide que los ciudadanos rechazan las políticas neoliberales que tanta desigualdad han generado en diversos países, donde ciudadados de diferentes condiciones socioeconómicas rechazan el futuro que ofrecen los gobiernos de derecha.

Confiamos en que el gobierno de México tome en cuenta las condiciones que se viven en América Latina para ofrecer opciones adecuadas a estudiantes, mujeres, indigenas, empresarios, obreros para un desarrollo integral.