Un gran movimiento de resistencia y defensa del ambiente han protagonizado pobladores y académicos de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla (BUAP), para evitar que se ejecute un verdadero ecocidio en nuestra entidad.  Luego de que  empresas del corredor industrial de Huejotzingo “Ciudad Textil” pretenden instalar un colector que desembocaría en río Metlapanapa.

Los lugareños aseguran que las textileras no tratan sus aguas residuales y que los contaminantes de alta peligrosidad serán arrojados sin ninguna consideración al afluente. Habría que preguntarle al personal de la Comisión Nacional de Agua (CNA)  qué está pasando porque me parece que las normatividades en materia ambiental ya son muy rigurosas.

En un comunicado, miembros de la comunidad académica de la BUAP y algunas otras universidades poblanas, explicaron que se pretende materializar el “Proyecto Integral para la construcción del sistema de alcantarillado sanitario en la zona industrial de Huejotzingo del estado de Puebla”, mediante una imposición de ese ducto al municipio de Juan C. Bonilla.

Desde mediados de 2019, habitantes de este municipio han venido denunciando el contubernio de autoridades municipales y estatales, quienes han tratado con desprecio y violencia a quienes tratan de hacer conciencia sobre las afectaciones que dicho proyecto traerá a los ecosistemas y a la vida en esta región.

De acuerdo con información proporcionada por los habitantes del municipio, se sabe que el proyecto implica la instalación de un tubo de 24 pulgadas de diámetro y una longitud de 4,160 metros que desembocará en el colector ubicado en el margen izquierdo del puente del río Metlapanapa, en la población de Santa María Zacatepec del municipio de Juan C. Bonilla.

Dicho colector, está diseñado para que más de 20 empresas del corredor industrial de Huejotzingo “Ciudad Textil”, desechen sus aguas residuales con contaminantes de alta peligrosidad por un periodo de más de 20 años.

Se sabe que entre los contaminantes que las empresas del parque “Ciudad Textil” descargan al ya contaminado río Atoyac, afluente que conecta con el río Metlapanapa, se encuentran: cianuro, arsénico, cadmio, cobre, mercurio, níquel , plomo, asociados a enfermedades cardiovasculares, respiratorias e incluso cáncer.

Ante la tan alarmante situación, habitantes del municipio reclamaron a la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales y a la Comisión Nacional del Agua, a lo que las instituciones respondieron que la descarga de aguas en el río Metlapanapa no cuenta con solicitudes ni validaciones de acuerdo con la normativa de tratamiento y calidad del agua.

No sé a qué se refiere la respuesta institucional. Lo que sí ha ocurrido es que los ciudadanos que trabajan en campañas de información, movilización y organización comunitaria, han sido amedrentados por las autoridades locales y estatales.

Desde que se iniciaron las denuncias, el presidente municipal de Juan C. Bonilla, Joel Lozano Alameda, ha evitado explicar la situación. Y no sólo eso, desde septiembre, la policía estatal y la guardia nacional están resguardando las obras y garantizado el avance que ya es de 70 por ciento. Los denunciantes dijeron que durante un plantón, efectuado a finales de octubre, policías lanzaron gas lacrimógeno y golpearon a mujeres y niños. También se detuvo injustamente al estudiante Alonso Pérez.

Adicionalmente, dos de los defensores del río han sido amenazados de muerte y ha habido intentos por criminalizar a las comunidades que se han unido para impedir la contaminación de sus aguas.

Ante estos graves atropellos, la comunidad académica decidió sumarse a la denuncia de este proyecto de muerte, impulsado por empresas del Parque Industrial Ciudad Textil y autoridades municipales y estatales.

La única solución es la cancelación del proyecto. No hay más. Ojalá alguna buena consciencia tome nota del ecocidio en ciernes y evite que se ejecute. Ya el mundo no está para seguir apoyando empresas sin compromiso con el ambiente. Las consecuencias del deterioro ambiental y el calentamiento global ya las estamos viendo, por Dios.

Si quiere contarme algo, póngase en contacto conmigo norcudi@gmail.com