RevoluciónNJ

  • Rodrigo Rosales Escalona
Es la primera en donde se plantea y exige la culminación del cacicazgo político

Son 109 años de la Revolución Mexicana. Algunos opinan que culminó en 1988, cuando electoralmente imponen a Carlos Salinas de Gortari, otros desde 1940 con Manuel Ávila Camacho. Sin embargo, siendo la primera revolución del siglo XX, es la primera en donde se plantea y exige la culminación del cacicazgo político y económico de depredadores y apátridas, así como justicia social a campesinos y clase trabajadora, además de soberanía.

La revolución bolchevique de Lenin y Trotsky, principalmente, involucra a un pueblo para eliminar a la clase burguesa, que se enfrenta al mundo capitalista en una continuación de la primera guerra mundial, pero ahora, contra la revolución, la bolchevique, logra el triunfo de las masas empobrecidas y explotadas.

En cuanto a la de China, Mao Tse Tung, es principalmente campesina, que también se enfrenta a dos enemigos, las castas feudales chinas y contra el capitalismo salvaje.

Cuba demanda una transformación radical al modo capitalista sujeto al imperio norteamericano, por medio de su marioneta Fulgencio Batista, que finalmente consigue un pueblo en armas, consolidar el anhelo histórico, primero contra España, después contra Estados Unidos.

Nicaragua, se remonta al año 1926 cuando el héroe de la resistencia Augusto Sandino comienza a llevar a cabo una revolución en contra de la ocupación norteamericana y el mandato de Anastasio Somoza García.

Sus seguidores se convirtieron en una guerrilla de izquierda que se vio implicada en la matanza de varios marines estadounidenses, iniciando así una lucha que se mantendría hasta el año 1934 cuando Somoza le sugiere establecer un acuerdo de paz y en dicha reunión asesina al líder de izquierda.

De ahí que Nicaragua fuera gobernada por dos generaciones sucesivas de la familia Somoza, siendo presidentes primero, Luis Somoza Debayle y posteriormente, Anastasio Somoza Debayle.

A partir de 1959, la administración de los Estados Unidos, bajo la figura del presidente Eisenhower, inició una política de estado que tenía por objetivo derrocar a todos los gobiernos de izquierda del hemisferio

De ahí que en el caso de Nicaragua los Estados Unidos fueran los principales aliados de la dictadura Somoza y los encargados de destruir a cualquier fuerza revolucionaria de izquierda.

No obstante, para el año 1970 el Frente Sandinista de Liberación Nacional, habían crecido en popularidad y amenazaban la hegemonía Somoza.

El frente elaboró una propuesta democrática que convenció no solo a las clases campesinas, rurales y bajas de Nicaragua, sino a su vez a la clase media que se encontraba excluida y afectada por las políticas económicas del régimen de Somoza.

Dicha propuesta buscaba instaurar un sistema republicano democrático donde existiera sufragio universal y participación ciudadana, junto a igualdad económica y una distribución equitativa de la riqueza, prometiendo una revolución agraria y seguridad laboral.

En agosto del año 1978, 24 guerrillas sandinistas tomaron el Palacio Nacional de Managua, y para 1979 los sandinistas se hicieron con el poder político en el país.

Mientras el capitalismo salvaje ha impuesto sus leyes de mercado y financiero como el Fondo Monetario Internacional, fundado el 27 de diciembre de 1945, posterior a la Segunda Guerra Mundial, es la encargada de imponer reglas a naciones subdesarrolladas para que se apeguen a sus intereses, sin importar las catástrofes sociales al derivar en su empobrecimiento y hambre, mientras el capitalismo se enriquece gracias a la explotación de los recursos naturales y económicos de cada pueblo y nación.

Retomando a México, la revolución, de acuerdo al historiador y analista político Adolfo Gilly, en su libro La Revolución Interrumpida, explica que el objetivo del libro no es hacer una investigación histórica ni exponer una tesis teórica, ''es explicar y comprender para poder organizar la intervención revolucionaria. Es la defensa de las conquistas alcanzadas para preparar las luchas que vienen". Es decir, un pueblo en armas contra todo proceso de represión.

Cierto, a pesar de que se insiste en que nuestra revolución ha perdido su esencia, parte del interés por ubicar las razones de ella misma, borrando nuestra memoria histórica, y con ello, la política, en todos los frentes políticos a su alcance, para alienar y manipular las mentes, sembrando conceptos de que una élite se “esfuerza para y por el desarrollo de la nación”, excluyendo que entre ese camino tortuoso, recurren al poder gubernamental, para deformar leyes y Constitución, retrocediendo nuestros derechos todos, hasta la pérdida de soberanía.

Sexenios sin miramiento alguno de que son culpables de la crisis general de una nación con hambre. Al grado de que majestuosamente imprimen en la mente, que nos debemos a nuevas políticas económicas para modernizar al país, por lo que 1910, pertenece al archivo.

Escribe Gilly: ''Los campesinos comenzaban la revolución. En distintos puntos del país, sin concierto previo, pequeños grupos armados de indios y peones tomaron las tierras de cantidad de grandes haciendas y las araron y sembraron bajo la protección de sus fusiles (...) Este movimiento se extendió por los puntos más diversos del país, mientras en la capital las cumbres políticas burguesas continuaban en sus transacciones y componendas (...) Sin jefes nacionales, sin plan, impulsada por su propia fuerza social puesta en movimiento en todo el país, la iniciativa de los campesinos armados estaba resolviendo desde abajo, con sus propios métodos directos y claros, sin esperar leyes ni decretos, el problema de la tierra. Así empezó la revolución mexicana".

Si revisamos notas periodísticas, revistas objetivas, testimonios de lucha de pueblos, comunidades indígenas, de expresiones de obreros y otros materiales fílmicos de estos 40 años a la fecha en México, iremos encontrando que quienes se encargan de enterrar esa historia del pueblo, son quienes nos someten a una dinámica de protesta social, ante cada acto de corrupción en todos sus niveles. Sí, la Revolución se Interrumpió.

Veamos en retrospectiva a nuestra América Latina, donde cada vez que los pueblos exigen justicia, la represión y dictaduras son la respuesta. En la mayoría de los casos, para someter a intereses del capitalismo salvaje e intereses del capitalismo criollo, el golpe de Estado es el modelo a seguir.

Ecuador, Venezuela, Bolivia, Brasil, etcétera, el FMI u otros organismos capitalistas, al ver amenazados sus intereses, inician por sembrar ideas de que algunos gobiernos que pretenden democratizar a sus naciones, de recomponer sus economías y soberanía a favor de sus pueblos, la maquinaria capitalista los acusa de ir en contra del desarrollo y libertades “democráticas”. Asonadas de propaganda sucia, desprestigio, provocación, promover violencia, asesinatos y ejecuciones de líderes sociales, son una parte. Claro que cuentan con toda una maquinaria de poderes fácticos, de medios de comunicación afines, expresiones derechistas contra gobiernos y organizaciones sociales de avanzada, son parte de la estrategia.

Lo encontramos en naciones hermanas donde la mano imperialista está presente, con toda su fuerza para someter a su capricho a gobernantes, porque saben que cuentan con capitalistas criollos como quinta columna.

Acusan a Evo Morales de imponerse en un nuevo mandato, mediante elecciones fraudulentas, en el fondo, más que eso, es revertir los logros sociales y económicos de una nación que intenta ser soberana. El golpe de estado, arremete contra un pueblo con toda fiereza que le es posible.

México no está excluido de esa perversa maquinaria, porque también se actúa bajo las sombras para movilizar manifestaciones en contra de un nuevo gobierno, manifestaciones encabezadas por lo más retrógrada del conservadurismo. Las provocaciones son muchas, como grupos e porros disfrazados de “anarquistas”, que, en cada manifestación social, se infiltran para hacer desmanes. Se pretende acrecentar grupos paramilitares a través del crimen organizado.

Los pregoneros ideológicos, se encargan de ensalzar a experiencias de gobierno fallidas y corruptas, porque no están dispuestas a perder inmunidad de sus actos criminales de hacer de una nación, un muladar sin soberanía, ´para ser sumisos al gran capital.

En nuestra Carta Magna, aún hay vestigios de esos reclamos sociales, muy a pesar de que padece continuas contrarreformas, aún es nuestra, producto de esa revolución INTERRUMPIDA.

En Puebla, marca una parte de ese juego perverso de intereses mezquinos, donde la ultraderecha disfrazada de democracia, ya sea en el PAN o PRI, y sus coleros como el PRD y MC, así como organizaciones derechistas, pretenden evitar que se les investigue y sentencie del robo al pueblo, cuando gobernaron. El cinismo no les alcanza para su carácter bandolero.

Es hora de que la justicia se apegue al derecho, a que no sea manipulada para evadir responsabilidades todas, porque si el morenovallismo debe pagar, también los otros a nivel nacional.

Todo gobernante de los tres niveles debe ajustarse a la ley, ninguno ser excluido por intereses, que en nada contribuyen a una democracia sana, al contrario, la empobrecen. Por democracia debemos entender que no se reduce a una elección de personas, sino aquella que permite a un pueblo a que ejerza sus derechos y no sea excluido de ellos.

rodrigo.ivan@yahoo.com.mx

Analista político y de prospectiva social

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Rodrigo Rosales Escalona

Periodista y analista político en medios locales y nacional, filósofo, docente en nivel superior, activista social, comprometido con la justicia.