El imperialismo estadounidense y Bolivia

  • Oscar Barrera Sánchez
Los gringos y su lacaya ala militar, la Organización de Estados Americanos (OEA)

La posición de Estados Unidos como la principal potencia intervencionista en Latinoamérica se ha hecho patente de nueva cuenta. Los gringos y su lacaya ala militar, la Organización de Estados Americanos (OEA), además de las fracciones católicas de ultraderecha y racistas han perpetrado un golpe a la democracia popular, en favor de una supuesta democracia burguesa electorera, que ha servido de escudo para facilitar el golpe de Estado al gobierno de Evo Morales, en Bolivia.

Tanto los gobiernos demócratas y republicanos estadounidenses, desde hace algunas décadas emprendieron una política de espionaje e incitación social en naciones que han promovido políticas alternativas al capitalismo neoliberal que el país del norte impuso en la región latinoamericana, tales como Argentina (Néstor Kirchner y Cristina Fernández), Paraguay (Fernando Lugo), Honduras (Manuel Zelaya), Brasil (Luiz Inácio Lula da Silva), Venezuela (Hugo Chávez y Nicolás Maduro), Ecuador (Rafael Correa), Cuba (Fidel y Raúl Castro) y, en esta ocasión, Bolivia, con Evo Morales.

La nueva forma de golpe de Estado organizado por los Estados Unidos ha sido con la movilización de las fuerzas de ultraderecha en el mundo, evitando la vieja noción de uso de la fuerza militar. Los operadores de la Agencia Central de Inteligencia (CIA) se han convertido en lideres o fanáticos religiosos, evangélicos o católicos, que bajo el recate de la fe y la raza han exacerbado los valores fundamentalistas etnocéntricos de blanquitud para atentar contra todo aquello que huela a hacer valer los derechos de los trabajadores, a garantizar los derechos humanos no burgueses y a evitar la pobreza como forma de control de las personas y los pueblos.

El atentado de Estados Unidos, la OEA ser denunciados y sancionados por las cortes internacionales y estos grupos de ultraderecha blanca y católica deben ser excomulgados y castigados civil y penalmente por el daño que han provocado al país latinoamericano que, de ser una de las economías más pobres del mundo, durante el gobierno de Evo Morales logró el mayor crecimiento económico, dignificación y desarrollo de los pueblos indígenas y la esperanza en una sociedad justa en Latinoamérica, como ha sido el ideal del Nuevo Socialismo.

No cabe más que denunciar esta situación y a quienes la han provocado: Estados Unidos y la OEA; y solidarizarse con el pueblo trabajador, campesino e indígena de Bolivia (no con los blancos traidores de la patria y enemigos del Jesús histórico, el que camina con los pobres, el zelote), quienes de nueva cuenta tendrán que enfrentar una historia de despojo, racismo y exclusión. Mi admiración y solidaridad a Evo Morales y el pueblo boliviano que construyó la esperanza y la justicia en Latinoamérica.

Picaporte

El gobierno de México a la altura de las circunstancias. Dar asilo político a Evo Morales es lo mínimo que podía hacer el gobierno de Andrés Manuel López Obrador.

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Oscar Barrera Sánchez

Doctor en Ciencias Sociales y Políticas por la UIA. Comunicador y filósofo por la UNAM y teólogo por la UCLG.