El sinsentido de la edad

  • Alejandra Fonseca
La nueva modalidad de vejez sino por condiciones de salud.

Hace algunas décadas al cumplir las mujeres 40 años, en menor grado los hombres, ya había pasado su época casamentera y de embarazos; si alguna quedaba embarazada después pensaba que era menopausia y había risas entre las féminas, debido a que era evidente que la pareja seguía teniendo relaciones sexuales, cuando se pensaba que a esa edad ya se había acabado el deseo, y además el benjamín, nacía sano.

Una década después, a los 50, ya era abuela, cuidaba nietos, pintaba canas y se dedicaba a labores del hogar con la familia que en su mayoría, en México, era extensiva: incluía a tías solteras, viudas, enfermas, y la familia procuraba su bienestar y ellas correspondían con  servicio a la comunidad. Anterior a esa generación de mis abuelos, cumplir 50, era estar casi al borde de la muerte, debido a que la expectativa de vida y atención a las dolencias de la gente mayor no contaba con los grandes avances científicos y de tecnología médica que nos ha cambiado la vida.

En la actualidad los 50 son los nuevos treinta, donde hombres y mujeres nos mantenemos activos, con una vida independiente, en plenitud de facultades, con ingresos propios, metas a seguir, cultivando amistades para viajar por el mundo y divertirnos, pero esto no sólo cuenta para los cincuentones sino para las generaciones de 60, 70 y 80, y podemos decir que los 60, son los nuevos 40; los 70, los nuevos 50 y los 80, los nuevos 60; personas que ahora vemos en redes sociales que viven en comunidades para disfrutar sus épocas doradas con sus pares y regocijarse de sus tiempos de juventud, bailar, pasear, salir a comer y viajar.   

Ahora un gran número de artistas y celebridades, cincuentones impecables, se encuentran en óptimas condiciones físicas y mentales para interpretar papeles que en otros tiempos eran reservados para personas de menor edad y estos mismos personajes, en unos años más, seguirán interpretando papeles intrépidos en películas y series.  

Ahora viene algo muy interesante: la edad ya es un sinsentido, ya puedes vivir intensamente tu vida desde adolescente hasta donde la salud mental y física, y un cuerpo bien cuidado, aguante. La nueva modalidad de vejez, ya no es por edad, ya no es por números ni contar años, sino por condiciones de salud; ahora se dice, y se fundamenta, en que “nos volvemos viejos, en el momento en que nos volvemos dependientes.”

Así las cosas.

alefonse@hotmail.com

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Alejandra Fonseca
Psicóloga, filósofa y luchadora social, egresada de la UDLAP y BUAP. Colaboradora en varias administraciones en el ayuntamiento de Puebla en causas sociales. Autora del espacio Entre panes