Culiacán: cinco preguntas para AMLO

  • Roberto Rock
Hay una intensa campaña para pedir la cabeza del secretario de Seguridad.

A Sergio Aguayo; a “Proceso”; a los colegas heridos

en Sonora. Todos agraviados por la irracionalidad.

 

Más de 200 horas acumula ya la crisis en el gobierno López Obrador tras la fracasada detención del narcotraficante Ovidio Guzmán en Culiacán el jueves 17. El ha ofrecido aclarar “minuto a minuto” lo ocurrido y resolver las contradicciones en las que él mismo y su gabinete han incurrido. Aquí cinco preguntas al Presidente:

1.- ¿Corregirá los sistemas que lo mantienen informado? Ningún mandatario en el mundo civilizado puede quedar aislado mientras toma un vuelo comercial. El país estuvo en vilo durante ese traslado presidencial a Oaxaca. ¿Cómo explicar a los ciudadanos que una peor evolución de los acontecimientos pudo atraer amenazas sobre el propio López Obrador y sus compañeros de vuelo, sin que él pudiera ser alertado ni consultado?

2.- ¿Cambiará su estrategia de comunicación?  La convulsión nacional por Culiacán demostró las limitaciones de las “mañaneras” y la ausencia de un sistema profesional para informar a la nación durante una crisis.  El tema confirma las enormes limitaciones no solo de los funcionarios a cargo, sino de sus atribuciones, del modelo mismo.

3.- ¿Cuál fue el verdadero papel de la DEA? Deben aclararse la relación con los hechos que tuvo la vista a Sinaloa, semanas atrás, de una delegación de funcionarios norteamericanos, de la DEA incluida.. También, el rol de agentes de la propia DEA en el frustrado operativo. La profusa divulgación de la foto de Ovidio Guzmán arrestado pero con un teléfono celular en la mano,  obedece al estilo de esa agencia antinarcóticos para alertar sobre un arresto tambaleante, como lo hizo durante la detención de Joaquín “Chapo” Guzmán.

4.- ¿Hay una confrontación en proceso dentro del Gabinete de Seguridad? A más de una semana de los hechos, no se sabe quién coordinó el operativo, por qué fracasó, cuál fue el rol preciso del Ejército y de la Guardia Nacional. Pese a sus antecedentes de eficacia, la Marina fue marginada. Hay un vacío sobre la función que jugó, o no, la Fiscalía General. Alejandro Gertz ha salido entregar sus juicios, pero no información. Nada se sabe si en su momento, la FGR obtuvo y entregó, la orden de aprehensión contra Ovidio Guzmán. Una aislada declaración de la Defensa quejándose sobre este tema desapareció súbitamente del radar de los medios.

5.- ¿Alfonso Durazo es culpable o sólo estorba? Hay una intensa campaña, en redes sociales, en voces cercanas al Ejército y en espacios del propio equipo gubernamental, para pedir la cabeza del secretario de Seguridad. En estos señalamientos se le responsabiliza de múltiples temas, incluso de que su equipo habría filtrado al Cártel de Sinaloa que el operativo estaba en marcha. Mientras más declara Durazo, más se tropieza. En cambio, se ha permitido un cómodo silencio a los titulares de la Defensa,  el general Luis Crescencio Sandoval; de la Guardia Nacional, general Luis Rodríguez Bucio; de la Marina, almirante José Rafael Ojeda, e incluso del responsable del Centro Nacional de Inteligencia, el general Audomaro Martínez.

Apuntes: El autor de este espacio se suma con sinceridad a los reconocimientos generados hacia el licenciado Juan Francisco Ealy Ortiz, presidente y director ejecutivo de “Los Universales”, al cumplirse 50 años de asumir el liderazgo de esta casa editorial, de la que fue artífice de su resurrección y de su éxito actual. (rockroberto@gmail.com).

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Roberto Rock
Periodista de temas políticos, egresado de Ciencias Políticas y Sociales de la UNAM. Fue director editorial de El Universal y actualmente es columnista y director general del grupo La Silla Rota y vicepresidente de la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP). Coautor de libros diversos como Zócalo Rojo.