Discriminación y manipulación para elegir titular de la ASE

Puebla requiere un auditor apartidista.

El proceso para elección de Auditor Superior del Estado de Puebla, está siendo manipulado para favorecer intereses partidistas (Marinistas / Zavalistas / Morenovallistas) y discriminar candidatos independientes.

Una servidora quiso participar en esta contienda con la creencia absoluta de que sería un proceso transparente, incluyente, justo, no manipulado por interés partidista y en apegado a la cuarta transformación que exige nuestro país.

La ASE de Puebla debe ser un organismo autónomo que garantice imparcialidad, transparencia y autonomía en su gestión y manejo.

Sin embargo, es inconcebible que el Congreso Estatal de Puebla haya carecido de perspectiva de género para dejar que, al menos, una de los dos mujeres demostráramos nuestro trabajo, y pese que aclaré ante la Junta de Gobierno del Congreso -en tiempo y forma- que las acusaciones, como la falta de experiencia en mi contra, no tenían sustento alguno, pues siempre todo lo respalde con documentos idóneos. Y esto, no es más que una actitud de violencia de género que enfrentamos todas las mujeres al querer aspirar a un cargo, o acaso ¿me falto padrino?

Es preocupante que personajes ligados al Morenovallismo, al marinismo o a pasados muy incómodos, el día de hoy sean los que “apadrinen” a aspirantes de poca moral y falta de ética profesional, permitiendo que desde este momento los acompañen en su aspiración.

Eligio Sierra Peña, Marinista y vinculado a Javier Zavala, lo llevaron en su momento a buscar la titularidad de la ASE en 2011, además de haber sido auditor especial con el polémico Hernández Quintana, y hoy (Paco Ramos y José Luis Márquez) empleados de Fernando Manzanilla, los dispuso para operarle medios y “acuerdos”.

También no olvidemos que es parte de esa auditoría omisa que encabezó Villanueva, además de que ni siquiera trabajó en los últimos años en Puebla. ¿Cómo tapar su pasado vergonzoso con el marinismo, el morenovallismo? y que involucra a un secretario de la actual 4T. Eso me resulta incomprensible y poco ético. Eso habla que es un excelente generador de acuerdos, pero no son acuerdos buenos, sino todos ligados a los excesos, corrupción, nepotismo y todo lo que lastima a una institución que debería de ser garante de transparencia.

Y hablando de ese tipo de situaciones, Francisco Romero Serrano, quien a pesar de ser militante de un partido político y que, en su momento, fue expulsado del Colegio de Contadores Públicos; con vínculos de dudosa reputación, señalado por corrupción, abuso de poder y de estructura en favor de campañas políticas como en su momento fue con Marín, Mario Montero y la reciente campaña donde ha declarado abiertamente su cercanía y se dice “compadre” del que lleva las riendas del Estado, diga ahora que su padrino es el actual  Presidente del Congreso Gabriel Biestro Medinilla.

Juan Carlos Moreno Valle Abdala es un aspirante que profesionalmente tiene solo dos años en temas de fiscalización, no es demeritarle ningún espacio que haya ocupado con anterioridad, pero sabemos que antes del 2017 no tenía ningún vínculo con cuentas públicas o fiscalización. Pero lo preocupante es que ahora, se ocupen los lazos familiares para tener madrina y habló de la actual secretaría de Economía la señora Olivia Salomon Vilbaldo, quien merece todo mi respeto, pero para eso existe la Ley, para prever situaciones que pudieran caer en algún conflicto de interés, y eso no es algo que yo diga, está en artículo 8 de la Ley de Federal de Responsabilidades Administrativas de los Servidores Públicos.

Y en ese mismo supuesto el actual encargado de despacho de la Auditoría, Alberto Segovia Blumenkron, quien representa los señalamientos incomodos que hoy hacen a la Auditoría, sabemos todos que él es mano derecha del anterior Auditor David Villanueva. Y es interesante ver que dentro de sus comentarios o propuestas no hace alusión a ningún tema, su silencio nos hace suponer que no habrá imparcialidad, ni transparencia.

Pese a lo anterior, seré respetuosa de la decisión que tomó la junta de gobierno, pero me mantendré vigilante del proceso de selección de auditor, de manera crítica y constructiva.

Además, de que daré continuidad al proceso legal contra los que resulten responsables del daño moral, profesional y económico ocasionado a mi persona.

Por eso pido que los cuestionarios con los que se evalúan a cada uno de los aspirantes, lo hagan público y no solo sea un tema de puertas cerradas, como lo es al día de hoy. Un ejemplo claro es el proceso por el que se elige la titularidad de la Comisión de Derechos Humanos, que esa puertas abiertas y al público en general.

Puebla requiere un auditor apartidista, una auditoría que recomponga el camino, que no permita ser atropellada y que tenga una autentica legitimidad.

Opinion para Interiores: