Que cortos nos quedamos cuando no cuestionamos con argumentos a los políticos, cuando lo hacemos sin rostro, que cortos nos quedamos cuando los culpamos por todo porque es más fácil depender de alguien. Seguimos perdiendo tiempo en aceptar que esta sociedad está destruida y asimilarlo es luchar por cambiarla, ojalá algún día podamos contar que lo logramos, ojalá un día podamos contar que la ambición personal de una oficina bonita o una vida con todo al alcance se vio superada por la rabia de lo injusto, por lo invaluable de lo que no se queda en sueños húmedos, por lo improbable de haberle partido la madre a un México de incapaces con micrófono y de capaces sin huevos,ojalá se entienda que no importa en qué posición social estamos, hemos llegado a ese momento en el que no hace falta otro terremoto para destruir lo poco que queda, ojalá que los que viven de estorbar a los soñadores y héroes, apoyen o se hagan a un lado con sus envidias y frustraciones, ojalá que los que sienten miedo entiendan que aún con él se debe seguir viviendo, ojalá que quienes dañan sin remordimiento entiendan que todos somos humanos, sangramos por los mismos lados y amamos las mismas cosas, ojalá que el ideal algún día sea y si no, por lo menos que seamos más los que se mueren intentándolo.

Somos la última generación de lo que queda, pero también la última generación que puede dejar algo para el futuro, muchas cosas no son nuestra culpa, pero ya son nuestra responsabilidad. 

Siento dolor real por un país que he amado sin importar si son elecciones o no y por el que me siento orgulloso cuando estoy e incluso cuando no estoy en el, rogaría de rodillas si es necesario, que quienes no tienen la intención de hacer algo más grande que llenar su ego falso de dinero y lealtades de basura se quitarán, pues no falta mucho para que por igual la empatía de la tragedia por fin los haga entender que lo que les importa no importa. Que el soldado pelee, que la familia ame, que el perro ladre, que no llegue el último desayuno de un estudiante con sueños, que la salida al trabajo de un padre no sea eterna, que el político sirva, que los luchadores sociales nos sigamos dejando la dignidad, la identidad y las prioridades en causas que posiblemente nunca resolvamos, que el empresario haga empresa y entienda lo que significa, que los periodistas sigan oponiéndose a todo, que nunca sea el ultimo día de fut de un niño con sus amigos, que nunca sea la última fiesta de una adolescente, que los maestros no pierdan la dignidad, que las religiones entiendan que jamás serán del tamaño de la Fé, que los sueños de años no los arrebaten mientras parpadeamos, que el próximo bebé que nazca aún tenga esperanza de sentir algo de lo que sentimos, que los artistas hagan arte y que los años no pasen aburridos, acobardados y quejándose todos los días por abusivos que nunca quisieron enfrentar, que la vida de un ser humano valga y se recuerde más de lo que dure, porque no encuentro algo más valioso por lo cual estar acá. Pero sobre todo que el que critica y degrada lo haga solo porque ya actuó y demostró que se podía de otra forma.

 

@RafaGoli