Uno de los pendientes de la 4T ha sido generar una narrativa conceptual que vaya más allá del día a día. Hay, en efecto, aportes en ese sentido enfocados en algunos temas particulares. El distinguido jurista, Ulrich Richter Morales, uno de los abogados con mayor prestigio en el litigio mexicano. También ha contribuido con obras que reflejan su preocupación por la ausencia de masa crítica como Manual del Poder Ciudadano, De la protesta a la participación ciudadana y El ciudadano digital en la que pone el acento en los retos de las nuevas tecnologías y los derechos de la ciudadanía (todas editadas bajo el sello de Oceano). Ahora con su más reciente entrega “El ciudadano republicano y la Cuarta Transformación”. México. Océano. 2019 Richter sigue su tradicional línea discursiva, pero enfocada a darle a la 4T un discurso propio de auto referencia y de instrumento para el debate. En los siete capítulos que componen la obra, Richter explica con un lenguaje que combina la sencillez del lenguaje con la profundidad de los conceptos lo que es la República, el republicanismo y el sentido de las democracias, instrumentos de poder ciudadano y la relación entre AMLO y el poder ciudadano, bajo el método deductivo.  

En estos primeros capítulos, Richter hace un análisis de varios rubros cuyo estudio es necesario para entender la realidad política del país. Lo hace, además, con asideros en los textos clásicos y contemporáneos tropical izándolos al caso mexicano y defendiendo la tesis de que el gobierno de la 4T no es una ocurrencia ni una improvisación, sino un proyecto dotado de elementos argumentativos que carecía de un hilo conductor idóneo. Richter, sin embargo, es también crítico de lo que sucede en el país, señala las deficiencias, anota los retos que deben enfrentarse y propone medidas de solución. En el capítulo denominado el ciudadano republicano, el autor hace énfasis en el déficit histórico que existe en el país de ciudadanía, en el sentido sociológico de la expresión y de las grandes oportunidades de mejora que hay en este campo. 

La educación, apunta, es uno de los temas torales para generar conciencia crítica y no sólo analfabetas funcionales que fue el guion de los regímenes anteriores. Hace, además, un ejercicio de análisis de la experiencia comparada y retoma algunos ejemplos que serían útiles retomar ajustándolos a la realidad nacional. Richter confía en que la educación puede convertirse en una herramienta de mediano y largo plazo para combatir la violencia que, en mayor o menor medida, ha sido uno de los problemas que enfrenta el Estado mexicano y la padece buena parte de la población. En el último capítulo, el VII, titulado La Cuarta Transformación, Richter responde con el andamiaje doctrinal de la primera parte de su obra a los detractores de la 4T y analiza el significado y el papel del ejercicio de gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador. 

Cita el clásico aforismo de Michel Foucault: “Donde hay poder, hay resistencia”. Y vaya que eso se ha visto desde que inició este nuevo régimen (que no gobierno) con resistencias de los más distintos intereses creados que se han visto afectados por las políticas públicas de la 4T.  Richter hace mención especial a las famosas “mañaneras” a la acusación del “populismo” de que es objeto el presidente y sostiene que el movimiento de AMLO se orienta con un rumbo republicano y explica por qué. Se trata, en suma, de la primera obra que le ofrece a la 4T una línea discursiva que seguramente será una obra de consulta y lectura obligada.

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