Sobre ¿quiénes y cómo son los actuales intereses universitarios?

  • Samuel Tovar Ruiz
Después de orquestar algunas marchas “ciudadanas” muy deslucidas y opacas, por cierto

La nueva tendencia de la política tradicional o conservadora parece ser la ocupación de las universidades públicas, desde ahí pretende hacerse fuerte, ante el Tsunami político electoral en que de 2018 se convirtió el actual presidente de México: AMLO.  Después de orquestar algunas marchas “ciudadanas” muy deslucidas y opacas, por cierto, en contra del actual gobierno;  intentaron influir en otros movimientos de bajo perfil, como fue el caso: de campesinos que demandaban fertilizantes,  policías federales que no aceptaban su reubicación en la Guardia Nacional, o de los taxistas que protestaban en contra de la competencia desleal.  Ahora, pretenden influir en las universidades y de ese modo “activar” el movimiento universitario, el mismo que no hace mucho “atacaron” y “reprimieron” a mansalva y sin cuartel.  Hasta ahora el gobierno federal ha hecho bien en presentar, como <<gran diferencia civilizatoria y de gobernanza>> en políticas públicas, un nuevo estilo de gobernar y administrar, cuyo centro de gravedad no ha sido otro que su voluntad política de <<No Represión>>, pero no a cualquier costo, pues de modo similar se ha puesto en práctica como método de dialogo la <<búsqueda de consenso>> para solucionar conflictos.  Tal actitud del gobierno, por una parte, aún no ha sido bien entendida por toda la ciudadanía, le falta aún mayor difusión e información a ésta que sigue siendo sorprendida por los “conservadores” medios de desinformación masiva. Y por otra, ha sido aprovechada por “grupos de interés” como los aquí aludidos, para sacar adelante “intereses parciales”, “claramente segados” que en modo alguno  empatan  con los intereses más generales de la ciudadanía y del Pueblo Mexicano.

Tal es parte del contexto en que se inscribe el espectro de una “presumible” movilización universitaria por subsidio.  Quienes pretenden encabezarla, tras bambalina, ya se les olvido que otrora, no hace mucho, los Peña Nieto, los Calderón, Los fox, incluso hasta los Salinas, utilizaron como “método favorito” para desactivar el movimiento universitario (por cierto nunca permitieron un movimiento general por subsidio) el de ¡divide y vencerás!  O la técnica de tratamiento aislado, personalizado.  Se negociaba preferentemente en lo “oscurito” con los rectores, de preferencia a “puerta cerrada”, de ese modo se llegaba  “acuerdos de cúpula”, entre la “macro-mafia” del poder político y económico (no olvidemos que ambos poderes: el económico y el político se encontraban en “amasiato”, estrechamente unidos) y las “micro -mafias” de las universidades.  Hoy las cosas han cambiado, la alicaída “macro-mafia”, pretende rehacerse, y ve a modo a sus tradicionales “aliados” en la universidad pública, las “micro-mafias” universitarias.  Pasan empero,  por alto, en todo esto, la madurez indiscutible y gran grado de conciencia de la comunidad universitaria, que no es fácil domesticar, menos aun cuando gran parte de este sector ciudadano ha sido corresponsable del Tsunami y de los cambios ocurridos el pasado 1º de Julio del 2018. 

De modo que el movimiento universitario “por el subsidio” puede estar minado por grandes bastiones del <<progresismo nacional>>, y aun cuando esté preñado por el “cascaron burocrático” que pretende hegemonizarlo, puede ser más bien resultar positivo y salirles como una especie de “tiro por la culata” a los supuestos “organizadores”, que más bien suenan como “neo chantajeadores” del actual gobierno.

Por otro lado,  un gran <<acuerdo universitario nacional>>, lo que se debe plantear, es el apoyo universitario a la <<Revocación de Mandato>> y la definitiva democratización de las estructuras de gobierno, académicas  y de administración de la actual universidad pública.  No se puede dar un “cheque en blanco” a las universidades sin que se democraticen, y sin que el principio de autonomía universitaria siga siendo rehén de cúpulas de poder “parasitarias”,  y mucho menos que se siga dando “gato por liebre”, en el sentido de que se sigan cooptando a los órganos de poder universitarios, como los consejos universitarios, para avalar conductas anti-universitarias, represoras y traidoras del presupuesto universitario.  La comunidad universitaria ya no puede seguir siendo defraudada por esa “clase de mafias”.  NI mucho menos la inteligencia universitaria puede seguir al margen de semejante “tiranía encubierta”.  Luego lo que se propone desde esa tribuna es la celebración de un gran <<Congreso Universitario>> en cada universidad pública, cuyo tema sea la propuesta de una Nueva Reforma Universitaria, apegada a las actuales circunstancias y nuevos contextos.  En este orden, todo lo que pasa en la universidad debe ser sometido a debate, que no quede nada sin discutirse. El subsidio debe servir para algo, y hay que asegurarlo antes de entregarlo acríticamente  a las “mafias del poder”.  Morena y AMLO tienen una gran responsabilidad histórica frente a estos acontecimientos que se avizoran.  Se debe dar oportunidad a la palabra en tiempos en que se está apunto de otorgar el premio Nobel de Literatura, después del de Medicina, Física, Economía y el de la Paz, por supuesto.  Se debe dar la palabra a los universitarios. Tal es el mejor antídoto contra la cerrazón y tiranía de las actuales mafias en el poder universitario.

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