Greta Thunberg

  • Alejandra Fonseca
Este síndrome, parte del Espectro de Autismo (TEA); es un trastorno del neurodesarrollo

Hace 15 años, el 4 de febrero del 2004, se lanzó en Estados Unidos la plataforma Facebook, sitio web de servicios de redes y medios sociales. Greta Thunberg, la activista climática y medioambiental tenía casi un año; nació el 3 de enero del 2003 en Estocolmo, Suecia, por lo que podemos decir que es hija de la era digital.

Greta escuchó hablar del cambio climático en 2011 cuando tenía apenas ocho años y no podía entender por qué se hacía tan poco al respecto.​ A los once años se le disparó el síndrome de Asperger: entró en depresión, se aletargó y dejó de hablar y comer. Este síndrome, parte del Espectro de Autismo (TEA); es un trastorno del neurodesarrollo que ella ha definido como su “superpoder”.​

Yo comparto lo que dice Greta Thunberg, que el síndrome que padece es su grandeza y su superpoder: tiene una capacidad intelectual superior a la media, expresión verbal correcta y formal con lenguaje fluido, comprende el lenguaje de una manera literal con significado exacto, preciso y técnico de las palabras, --por eso no comprende chistes, metáforas, bromas y sarcasmos, como tampoco la comunicación no verbal: gestos, tono de voz, expresiones faciales, etc--. Su cerebro funciona diferente en la comunicación, la interacción y el comportamiento sociales; es fiel a las rutinas y la repetición de patrones lo que le ayuda a sus intereses concretos y específicos a los que le dedica mucho tiempo y acumula una gran cantidad de información; no es adaptable a las demandas diarias y mensajes sutiles que se transmiten en la vida cotidiana, y lo mejor: le cuesta tener una charla “social” con otras personas, por lo que se dedica a lo suyo sin distraerse y es brutalmente sincera. Reitero: muchas características de Greta son envidiables en esta época digital.

La manera de ser y estar de Greta en el mundo, es lo que, actualmente, la investigación y  descubrimientos de la neuroplasticidad en diferentes áreas científicas, que dan lugar a las diversas neurociencias, nos enseña que es lo mejor que nos puede suceder para llegar a nuestras metas y objetivos, en esta época en que muchos quieren alcanzar el “éxito”: enfocarse en lo que importa, ser exactos y precisos en las palabras que elegimos para repetir frases en nuestros cerebros y crear nuevos patrones neuronales; expresar sin miramientos lo que deseamos, sobre todo hacia nosotros mismos, (lo que Greta realiza de manera excelente por la dificultad de comunicarse con los demás pero no con ella misma); no perder tiempo, energía ni esfuerzo en discusiones con personas necias, --“enfócate y no peles”, y un largo etcétera. ¡Yo me identifico con ella, grandemente!

¿Qué tiene que ver Greta con Facebook y todas las redes sociales que se derivaron en esta época digital hasta llegar adonde estamos? ¡Todo! La investigación y comunicación en redes sociales es una actividad muy solitaria, tiene que ver con la relación de ti contigo mism@; se requiere enfoque total para manejar la gran cantidad de información que se  conseguir; y no perder el tiempo en pláticas banales cuando se tiene un objetivo.

Ser como Greta, hoy, es lo de hoy, ¡y la ciencia lo demuestra!

alefonse@hotmail.com

Opinion para Interiores: 

Anteriores

Alejandra Fonseca
Psicóloga, filósofa y luchadora social, egresada de la UDLAP y BUAP. Colaboradora en varias administraciones en el ayuntamiento de Puebla en causas sociales. Autora del espacio Entre panes