La ley de amnistía de AMLO

  • René Sánchez Juárez
Podría volverse una práctica que no conocíamos en nuestro país.

Desde la campaña de 2018 en la que buscaba llegar a la presidencia, Andrés Manuel López Obrador ofrecía dentro de su proyecto de nación una Ley de Amnistía a aquellos que se encontraban en prisión por cuestiones menores y que por no contar con los recursos para poder encontrar una defensa han pasado años en prisión.

Previo a la ceremonia del grito de Independencia en Palacio Nacional, AMLO ha enviado a la Cámara de Diputados el proyecto de Ley de Amnistía para que sea estudiado y en su caso aprobado, con lo cual busca beneficiar a miles de personas que se encuentran recluidas en los centros penitenciarios del país.

Esta ley podría beneficiar a jóvenes relacionados con delitos contra la salud: consumidores acusados de narcomenudeo, personas "obligadas a participar en hechos ilícitos frente a su situación de pobreza o bajo amenazas derivadas del fenómeno de violencia" y sentenciados por robo simple sin violencia.

También podría ayudar a mujeres acusadas de ealizarse un aborto o a personal médico que hayan participado; a presos políticos; a indigenas que por motivos del lenguaje no hayan podido tener una adecuada defensa y casos inverosimiles.

Pero esta ley no será para todos, deberán cumplir con ciertos requisitos, como que el crimen no haya sido hecho con violencia o con armas; que el reo no sea reincidente; también quedan fuera los condenados por homicidio, secuestro, violencia sexual o trata de personas.

Mientras que la Secretaría de Gobernación se ocupará de los presos políticos la Fiscalía hará lo propio con los demás casos. El Ejecutivo Federal integrará una Comisión que dará seguimiento y vigilará la aplicación de la Ley de Amnistía, misma que podrá solicitar el beneficio de la Ley cuando existan casos que lo ameritan.

Con la propuesta en la Cámara de Diputados se disipan todas las dudas que se generaron desde la campaña, donde acusaron a AMLO de querer soltar a presos de las cárceles y con ello elevar los índices de delincuencia.

De aprobarse la Ley de Amnistía, podría volverse una práctica que no conocíamos en nuestro país, donde son múltiples los casos que se dan a conocer, donde las confesiones se consiguen bajo tortura, disminuir la población los centros penitenciarios con hacinamientos, personas que por falta de recursos quedan condenados a privarse de su libertad, que por circunstancias de pobreza o bajo amenazas acceden a participar en actos delictivos.

Contamos que la reinserción de personas a la sociedad sea un primer paso a reconstruir el tejido social que ha sido tan afectado en los últimos años.

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René Sánchez Juárez

Politólogo y Maestro en Ciencias Políticas. Académico de la BUAP. Sindicalista y dirigente FROC-Puebla. CONLABOR. Ex Diputado Local y Federal