Políticas inhumanas contra estampidas migratorias

  • Norma Angélica Cuéllar
Gobierno de Trump restringe más el asilo

Durante el primer semestre del año, alrededor de 7 millones de personas en el mundo fueron obligados a emigrar debido a las temperaturas extremas y a los siniestros ocasionados por el cambio climático, lo que convierte a 2019 en uno de los años más desastrosos en décadas.

De acuerdo con el Centro para el Monitoreo del Desplazamiento Interno, una organización que recopila datos de gobiernos, agencias humanitarias de las Naciones Unidas y reportes de medios de comunicación, el número de personas desplazadas por fenómenos meteorológicos extremos, principalmente tormentas, fue mayor al número de desplazados por conflictos y violencia.

Pero la mala noticia no sólo es que los migrantes forzosos aumentarán mientras no se detenga el cambio climático, sino que los países industrializados aplican políticas cada vez más restrictivas e inhumanas para evitar absorber toda esa ola migratoria.

Esta misma semana, el gobierno de EU, que encabeza Donald Trump, comenzó a aplicar una nueva normativa que deniega el asilo a casi todos los migrantes que lleguen a la frontera de Estados Unidos con México. Y lo peor es que esta política es retroactiva al 16 de julio.

La medida permite negar asilo a cualquier migrante que no haya pedido esa protección en alguno de los países por los que haya transitado en su viaje hacia Estados Unidos.

Lo que significa que todos esos migrantes que se encuentran en México, tanto en la frontera norte como en la frontera sur, y que se calculan en 35 mil, están a la deriva, no tienen posibilidades de que les den asilo en el vecino país del norte. Primero tendrían que pedir asilo en México y la cosa  no parece fácil.

Los más afectados serán los centroamericanos que huyen de la pobreza, de la violencia y de la falta de oportunidades en territorios seriamente afectados por las sequías y la ausencia de cadenas productivas, pero también afectará a personas de África, Asia, Haití y otras naciones que ya se encuentran aquí.

Nada más eche un ojo a los diarios del norte y del sur del país para que se entere cómo están las casas de migrantes y las estaciones migratorias, llenas de personas que entraron entre 2018 y 2019 con la ilusión de obtener un salvoconducto que les permitiera viajar sin restricción por el territorio mexicano para llegar a Estados Unidos.

Supongo que la gran mayoría de ellos, no saben de las decisiones macro que se han tomado en las cortes estadounidenses para negarles el asilo.

Pero yo le puedo asegurar que las estampidas humanas continuarán, aún con ese panorama. Miles de seres humanos no tienen manera de sostenerse en sus lugares de origen. El panorama pinta mal.

Y es que México en los hechos instaló un auténtico muro militar y policiaco en la frontera con Guatemala para impedir el paso de migrantes sin documentos hacia Estados Unidos. En estos días, incluso presumieron que en lo que va de 2019 rompieron el récord, con el mayor número de guatemaltecos, hondureños, salvadoreños y nicaragüenses deportados por tierra desde 2015.

México regresó a 102 mil 314 guatemaltecos, hondureños, salvadoreños y nicaragüenses del 1 de enero al 31 de agosto de 2019, frente a 62 mil 746 en el mismo periodo de 2018 (el aumento fue de 63%); 26 mil 71, en el de 2017, y 81 mil 234, en el de 2016, reveló un informe que el Instituto Guatemalteco de Migración (IGM).

Lo único que lograrán México y Estados Unidos con esas políticas inhumanas, es aumentar el dolor y la tragedia humana porque yo le puedo asegurar que las personas no se detendrán, la migración será como una lucha contra el diluvio, como una subida al monte Everest. La gente no va a dejar de luchar por salir de los lugares donde ya no hay vida.

Y no nos hagamos, el clima y las afectaciones a los sectores agrarios de Centroamérica no fueron ocasionados por nuestros popotes o el consumo de carne. Fueron décadas de imposición de un modelo de desarrollo depredador, de mineras y trasnacionales que con la anuncia de gobiernos corruptos, han ocasionado grave daño al medio ambiente.

Me entristece mucho la situación.

Si tiene algo qué contarme, escríbame. Me interesa mucho su opinión norcudi@gmail.com

 

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Norma Angélica Cuéllar

Periodista egresada de la UNAM, especializada en política, derechos humanos, religión y migración, con artículos publicados en revistas y diversos medios nacionales. Doctora en Sociología por el Instituto de Ciencias Sociales y Humanidades de la BUAP.

 
 

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