Sobre la residencia de Gabriel Biestro

  • Carlos Figueroa Ibarra
En honor a la verdad hasta el momento he podido colaborar en el diario

El lunes 9 de septiembre de 2019, el estimable periodista Rodolfo Ruiz publicó en su columna “La Corte de los Milagros” dos aseveraciones que me dejaron sorprendido. En primer lugar que Gabriel Biestro Medinilla, presidente de la Junta de Gobierno y Coordinación Política del Congreso del Estado había presentado documentos falsos para acreditar “su residencia continua y comprobable de cinco años en la entidad”. En segundo lugar que dos colaboradores  del diario  bajo su dirección,  el Secretario de Gobierno Fernando Manzanilla  y el Consejero Jurídico Ricardo Velázquez Cruz, habían renunciado a  enviar artículos a e-consulta.

No me ha sorprendido que el senador suplente Jesús Encinas haya estado divulgando en diversas redes sociales la columna de Rodolfo Ruiz en la que se difunde un planteamiento que pone en duda la credibilidad del diputado Biestro. Finalmente Encinas es suplente de quien fuera un tenaz adversario de Luis Miguel Barbosa en la lucha por la candidatura al gobierno de la entidad. Tampoco debería sorprenderme  que  un integrante de Morena, Pablo Salazar, también esté haciendo lo mismo con particular entusiasmo. Sin embargo no ha dejado de sorprenderme tal hecho porque Salazar al igual que yo, sabe que Gabriel Biestro ha vivido en la entidad desde el año de 2010 cuando fincó su residencia en Puebla junto a su familia. Cuando los conocí a ambos, a fines de 2012, los dos eran esforzados militantes del movimiento Morena que caminaba a ser partido. Salazar había llegado en 2011 porque el propio Biestro lo trajo a Puebla  para sacarlo de una precaria situación económica y lo invitó a incorporarse al partido-movimiento en honor a una amistad que databa desde la primera adolescencia. La familia de Gabriel le dio empleo a Salazar y lo acogió como un integrante más de ella. Entre 2011 y 2018 frecuentaba como comensal y huésped la casa de los Biestro Medinilla. En 2018 esa larga amistad se rompió irreversiblemente por diferencias de carácter ético y político.  En el contexto de este conflicto, Gabriel quitó a Salazar de su suplente en la candidatura al Congreso local dando lugar a un  gran encono.  En conclusión, comprendo los motivos por los cuales Salazar difunde una nota cuyo contenido sabe que no es cierto. Concluyo también  que no veo motivos para los cuales Gabriel Biestro haya tenido que falsear datos de su residencia.

Con respecto a la segunda aseveración, no me queda sino pensar que la decisión de Fernando Manzanilla y Ricardo Velázquez Cruz es una decisión personal que hay que respetar. En lo que a mí se refiere, seguiré colaborando en E-Consulta y agradeciendo la hospitalidad de Rodolfo Ruiz hasta que él como director del medio lo considere  conveniente y siempre y cuando el que estas líneas escribe no sea objeto de ninguna censura. En honor a la verdad  hasta el momento he podido colaborar en el diario en el marco del total respeto a mi libertad de expresión.

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Carlos Figueroa Ibarra

Sociólogo, profesor investigador de la BUAP, especializado en sociología de la violencia y política. Doctor Honoris Causa por la Universidad de San Carlos de Guatemala. Fue integrante del Comité Ejecutivo Nacional de Morena (2015-2022).