A 100 años del partido comunista mexicano

  • Rodrigo Rosales Escalona
A pesar de los muchos obstáculos, el PCM logró fortalecer sus vías de comunicación

“La educación pública es uno de los primeros deberes de todo gobierno ilustrado, y sólo los déspotas y tiranos sostienen la ignorancia de los pueblos para más fácilmente abusar de sus derechos”

Miguel Ramos Arizpe

“La historia es nuestra y la hacen los pueblos”

Salvador Allende

El Partido Comunista Mexicano (PCM), al igual que la mayoría de los partidos comunistas en Latinoamérica, era una organización poco numerosa que fue obligada a mantenerse en la clandestinidad. A pesar de los muchos obstáculos, el PCM logró fortalecer sus vías de comunicación con los campesinos, los obreros y, desde la década de los sesentas, con los estudiantes, principalmente universitarios, a través de su órgano juvenil la Juventud Comunista de México. Sin embargo, la situación del Partido Comunista Mexicano en 1968 6 tenía sus particularidades, tanto con su relación con el Estado mexicano como con su relación con la Unión Soviética.

El Partido Comunista Mexicano se fundó por primera vez el 24 de noviembre de 1919, como resultado de un intento de integración de diversas ideas y grupos reunidos en el Congreso Socialista Nacional celebrado entre agosto y septiembre. Y poco tiempo después, se adscribió a la Tercera Internacional o Internacional Comunista, órgano fundado por los triunfadores de la Revolución de Octubre de 1917 en Rusia, los bolcheviques y su líder Vladimir Illich Lenin.

El propósito de la Internacional Comunista era ser el centro organizativo de la revolución mundial y tener bajo los mismos lineamientos a todos los partidos comunistas. Desde entonces pesaron sobre el Partido Comunista Mexicano las acusaciones de ser “dirigidos por fuerzas desde el extranjero”, “títeres de Moscú” o imputaciones por el estilo que han perdurado aún hasta la historiografía de hoy. “Si bien aquella ola [la iniciada por la Revolución rusa] alcanzó a México, su propia 17 revolución puso un dique a que creciera”1 opina la historiadora checa Daniela Spenser.

Es importante subrayar, que el Partido Comunista Mexicano se creó, sí con influencia de la actividad de miembros extranjeros, varios agentes de la Internacional Comunista en México como el ruso Nikolai Bujarin, el japonés Sen Katayama, el indio Manabendra Nath Roy, el suizo Edgar Wood, los estadounidenses Charles Phillips, Louis Fraina y varios slackers,2 pero también por las bases anarquistas, sindicalistas y socialistas que ya existían en nuestro país desde finales del siglo XIX y principios del siglo XX y que conocieron lo que sucedió en Rusia a través de la prensa libertaria. Aquí podemos resaltar lo que Emiliano Zapata le escribió a su amigo Genaro Amezcua en febrero de 1918: “Mucho ganaríamos, mucho ganaría la humana justicia, si todos los pueblos de nuestra América y todas las naciones de la vieja Europa comprendiesen que la causa del México Revolucionario y la causa de Rusia son y representan la causa de la humanidad, el interés supremo de todos los pueblos oprimidos”.3 Por su parte Ricardo Flores Magón describió a la revolución rusa en marzo de 1918 como “un movimiento que tiene que provocar, quiéranlo o no lo quieran los engreídos con el sistema actual de explotación y de crimen, la gran revolución mundial que ya está llamando a las puertas de todos los pueblos; la gran revolución mundial que operará cambios importantísimos en el modo de convivir de los seres humanos”.4

Eric J. Hobsbawm opina que “cada partido comunista fue producto del matrimonio de dos consortes de difícil avenencia, una izquierda nacional y la Revolución de Octubre”.5 Comenta Miguel Ángel Velasco, líder panadero y miembro del PCM desde 1927:

“Creo que el Partido Comunista fue un epígono de la Revolución Mexicana. Y lo mismo puede decirse del movimiento obrero organizado contemporáneo. Recuérdese que en el mismo congreso socialista de 1919 se encuentra el origen común del Partido Comunista y del Partido Laborista. Pero la formación del Partido Comunista fue también fruto del entusiasmo despertado por la primera revolución socialista triunfante en Rusia, el acontecimiento de mayor trascendencia de nuestra época”.6

A PARTIR DE 1922 el PCM contó con algunos representantes parlamentarios locales en diversas entidades, como Carlos Palacios, Francisco J. Moreno y Úrsulo Galván en Veracruz, y Roberto Calvo en Oaxaca, un senador de la República, Luis G. Monzón, y un diputado federal, Hernán Laborde.

El 25 de enero de 1929 el PCM, el Partido Ferrocarrilero Unitario, el Partido Unidad Obrera y Campesina de Veracruz, el Partido Durangueño del Trabajo y otras organizaciones constituyeron el Bloque Obrero y Campesino Nacional, en el Frontón Hispano-Mexicano, con la participación de cuadros tan destacados como Úrsulo Galván, Diego Rivera, Isaac Fernández, Luis G. Monzón, Evelio Badillo, Hernán Laborde, Valentín Campa, Gastón Lafarga, Andrés García y Jorge Fernández Anaya.

El 4 de marzo de 1929 se desarrolló en el año que dio comienzo el periodo de represión anticomunista, que presenció hechos tan graves como los asesinatos de Julio Antonio Mella, J. Guadalupe Rodríguez e Hipólito Landero, los asaltos a los locales del Comité Central del PCM y la redacción de El Machete, la Confederación Sindical Unitaria de México y la Federación Obrera de Tamaulipas, el desafuero de Hernán Laborde, la división de la Liga Nacional Campesina y la persecución implacable de los comunistas y otras fuerzas de izquierda.

La historia del PCM, resalta porque fue el primer partido comunista latinoamericano surgido del seno de un pequeño grupo socialista mexicano, por lo que es el partido histórico de la izquierda mexicana, a lo largo de su historia sufrió escisiones, reunificaciones, pasos por la clandestinidad, guerra sucia y cambios doctrinarios. Durante su vida enfrento un largo proceso de reconstrucción de 1981 a 2006, siendo legal a partir de 1979. Tras la desaparición del partido, varios de sus miembros pasaron al Partido Socialista Unificado de México y de ahí Partido de la Revolución Democrática.

Actualmente se mantiene activo bajo un proceso de emprender la lucha social, frente y contra toda injustica y represión que padece el pueblo mexicano.

Cabe resaltar, que el PCM tuvo dos órganos de difusión, siendo El Machete y La Voz de México, por lo que se invita a la presentación del archivo digital de El Machete 1924-1938, sus tres etapas, incluida la clandestina. El Machete fue el periódico del Partido Comunista de México, próximo a cumplir un siglo de haberse fundado. Viernes 6 de Septiembre 13:00, en el Auditorio Carlos Marx, en la Facultad de Economía de CU de la BUAP

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1 Spenser, Daniela, Los primeros tropiezos de la Internacional Comunista en México, CIESAS, México, 2009, p.13. 2 Se les daba el nombre de slackers a aquellos estadounidenses que huían de su país para evitar ser enviados a la guerra, a la Gran Guerra en este caso. 3 Zapata, Emiliano, “La liberación del obrero y del campesino”, en Mario Gill, México y la Revolución de Octubre, Ediciones de Cultura Popular, México, 1978, p.98. 4 Spenser, Daniela, op.cit., p.67. 5 Hobsbawm, Eric, Revolucionarios, Crítica, Barcelona, 2010, p. 13.

rodrigo.ivan@yahoo.com.mx

Analista político y de prospectiva social

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Rodrigo Rosales Escalona

Periodista y analista político en medios locales y nacional, filósofo, docente en nivel superior, activista social, comprometido con la justicia.