Esta columna no pretende ser un ser una opinión pornográfica en lo más mínimo, simplemente narrar hechos que ocurren en dos países latinoamericanos. El primero de ellos es Cuba, quien desde su revolución que culminó el día 1 de enero de 1959 hasta el 26 de diciembre del año 1991, dependía económicamente de la URSS. Y fue hasta esa fecha que ya no tuvo ese apoyo porque la Unión Soviética se disolvió o se desintegró con la independencia de las 15 Repúblicas que las formaban y en consecuencia Cuba entró en una crisis económica muy severa. El gobierno Comunista Cubano que en ese entonces era presidido por Fidel Castro decretó el “periodo especial en tiempo de paz” que era una serie de medidas de austeridad que se tenían programadas para el momento en que ese país entrara en guerra y para sostener los gastos de esta se racionalizaban los alimentos y la energía y todo aquello que implicara para el gobierno un gasto. En 1991 inicio este “periodo especial en tiempo de paz” y originó una crisis económica con rasgos de crisis humanitaria.  Al no estar este país en guerra se multiplicó la prostitución a niveles nunca antes vistos. Se volvió común a partir de ese año 1991, que el principal ingreso fuera por turismo de hombres y mujeres adultos que desde los primeros minutos de su estadía fueran acompaños por hombres y mujeres nativos de ese país caribeño que apenas alcanzaban la mayoría de edad para hacerles más placentera su estadía. A este fenómeno se le conoce como jineterismo, en donde los jóvenes cubanos se vuelven jineteros o jineteras y ejercen el oficio más antiguo de la humanidad. A diferencia de otros países no lo hacen por dinero, más bien por víveres para su familia, ropa de marca, algún perfume y hasta por pasar algunos días en hoteles de turistas y en restaurantes, actividades que en su situación tan precaria es imposible para un ciudadano de ese país. Ahora bien, la sociedad cubana acepta y justifica esa actividad y no es mal vista. Si en una familia hay un joven o una dama bella y se dedican a esa actividad, la familia tendrá insumos superiores a los que tienen las familias en Cuba, en donde el régimen ha hecho que toda la población sea pobre, aunque con esperanzas. 

Analicemos otro país donde se presenta el mismo fenómeno y este país es Venezuela, donde lamentablemente el porcentaje de jóvenes que se dedican a la prostitución se ha disparado desde el régimen actual. En este país también existe un alto porcentaje de turistas hombres y mujeres mayores que van a la fácil conquista de un venezolano o venezolana muy jóvenes a las que les denominan “chicharas o chicharos” que tomaron la decisión de ejercer la prostitución, por el deseo de llevar a casa algo de comida y/o  vivir cuando están “ocupados” en lugares, que por los costos, les resulta imposible acceder a cualquier venezolano como son los hoteles, restaurantes o centros comerciales.

La nota tristísima de esta columna es que este hecho se puede presentar en nuestro país si no logra la 4ta. Transformación generar riqueza que significa inversiones y creación de empleos. Una constante era que al mes se generaban en el pasado más de 100 000 empleos en base a datos del IMSS, apenas necesarios para la población joven que se incorpora a la población económicamente activa. En el mes de mayo de este 2019 no solo no creció el número de afiliados a esa Institución, sino que hubo una disminución de 45 000 trabajadores en el padrón del IMSS. Eso significa que no se están generando empleos.

Me da tristeza pensar que debido al cambio de régimen por el que atravesamos, todo al parecer indica seremos en futuro, algo similar a Cuba o Venezuela: se eleve la prostitución de nuestros jóvenes y que al igual que en esos países nuestra sociedad ya no vea mal que algún miembro de nuestras familias salga con turistas por apoyar la economía familiar por falta de otro tipo de oportunidades.