Por arte de magia

  • Gustavo Santín Nieto
El prometer no empobrece, el dar es lo que aniquila.

Cartas a Gracia

La Nueva Escuela Mexicana (NEM) aún estaría por definirse Gracia y se encontraría en proceso de construcción, como lo reiteraran recientemente Esteban Moctezuma y el documento “Hacia una Nueva Escuela Mexicana, guías para el taller de capacitación para docentes” que se publica para consulta vía internet, y que serviría como un prontuario que orientaría las sesiones de Consejo Técnico que se realizaron en “todas” las escuelas de educación básica, media superior y superior públicas y privadas. Plantea líneas generales de acción que normarán el devenir de la educación y tratarían de sentar bases programáticas para la “construcción” de un nuevo acuerdo educativo; no obstante, varios de los documentos en los que se sustenta, como la Ley del Sistema de Carrera para Maestras y Maestros y la Ley General de Educación entre otros, aún esperan cumplir (y el documento lo reconoce) con el trámite legislativo que los legalizaría a pesar de la opinión contraria de las fracciones minoritarias en la Diputación y en la Senaduría.

La guía para el taller de capacitación para docentes repartida con antelación a las y los titulares de las supervisiones escolares, pretendería en una primera sesión de carácter ideológico y propagandístico, explicitar las bases de un nuevo acuerdo educativo (construcción de una nueva visión) y mediante “un ejercicio democrático y participativo”, aspiraría a sentar las bases para construir la NEM y dirigir sus “esfuerzos” al aprendizaje y desarrollo integral de la niñez y de la adolescencia y, “para que ello suceda” lo dice de manera explícita, sin ambages, necesitaría contar con “un magisterio orgulloso de su profesión, comprometido y consciente de su papel social”, aliado de las autoridades, de la revalorización de su papel, de las recompensas prometidas y de la política educativa jurada y de paso, que no tenga doble chamba para que pueda realizar la tareas adicionales encomendadas.

En la segunda sesión, se partiría de una pregunta obligada que intentaría ir más allá de las diferencias ideológicas o de clase social, grupo étnico y religioso o de cualquier preferencia personal y que se refiere al tipo de mexicanas y mexicanos que queremos formar. La respuesta al cuestionamiento seguramente variaría en función concepto del mundo y de la vida que cada uno tendría. Sin embargo, la respuesta colectiva se orientaría de la mano de los tutores (directores de escuela o representantes de la supervisión escolar) a fortalecer los valores implícitos en el Artículo 3º de la Constitución Política; entre ellos los del respeto a los derechos humanos de todas las personas lo mismo que a los seres vivos, al medio ambiente y a la naturaleza; a la solidaridad con sus congéneres incluida la internacional; a la tolerancia; a la independencia, y a la justicia. Valores que, en el corto, mediano y largo plazo contrarrestasen la violencia que se ejerce en contra de las personas y en particular la que se despliega en contra de los grupos vulnerables, entre ellos el de las mujeres y el de los discapacitados; que combatan la inseguridad que sufren las personas, sus familias y su patrimonio; lo mismo que la apropiación de los bienes propiedad de las comunidades y de la nación por parte de particulares y de las empresas transnacionales; que promuevan el respeto por los demás y la formación del pensamiento crítico de las y los educandos, y otras tantas cuestiones más que sugerirán quienes asistieron escuela por escuela, a las sesiones obligatorias con las que maestras y maestros responderían a la pregunta formulada por las autoridades educativas federales.

En la sesión tercera, maestras y maestros analizarían el que-hacer en materia de enseñanza-aprendizaje y de gestión escolar con la intensión de mejorar la formación del alumnado. Desterrarían vicios como el dejarlos solos por platicar con algún(a) compañero(a) de labores; evitarían presentar certificados médicos o sindicales que amparasen faltas injustificadas; excusarían dedicar sus horas al intercambio de mercancías; desterrarían la grilla en horas de trabajo así tuviese como finalidad el cambio del personal directivo o de supervisión por agresiones -ciertas o falsas- en contra de las y los trabajadores de la educación, entre otras actitudes; y, adquirirían virtudes que mejorarían su actividad en el salón de clase; aprenderían técnicas de mejora continua y reflexionarían sobre sus fortalezas y debilidades al realizar el trabajo docente; aprenderían a trabajar en equipo y a formar verdaderas comunidades de aprendizaje; visitarían al alumnado en sus domicilios y platicarían con padres y madres de familia; se arraigarían en comunidades dejadas de la mano de dios a cambio de un estímulo que podría ser temporal o definitivo; se comprarían un equipo de sonido de calidad para que sus alumnas y alumnos desarrollen su potencial a través de la música. Pero, como el desempeño de su función depende también de factores exógenos, tendrían comunicación con las autoridades educativas locales y federales e incluso con el propio Esteban Moctezuma Barragán y esperarían que las quejas enviadas a la página www.nuevaescuelamexicana.edu.mx, tuviesen pronta solución y por arte de magia y del presupuesto que se radicará a los planteles (pues el cobro de aportaciones voluntarias será sinónimo de corrupción) y más rápido que tarde, contarían con salones de clase y con edificios escolares de excelencia y así, que el plan de mejora escolar tendría éxito y pronto la escuela mexicana compita en calidad con la escuela cubana.

La guía para el taller de capacitación para docentes está aderezada con varios anexos; entre ellos, en el 1) se reproduce el Artículo 3º de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos; en el 2)  se comparte beneficiarios y montos de becas en básica, media superior y superior, para personas con discapacidad, el incremento salarial 2019, la reinstalación de profesores, la basificación de interinos, la creación de 100 universidades, los programas Cero Rechazo y la Escuela es Nuestra; en el 3) los contenidos de anteproyectos de las leyes secundarias en materia educativa; y cerrando con un anexo 4) Hacia una Nueva Escuela Mexicana: primeros pasos. Señalas Gracia que, como Santo Tomás, hasta no ver no creer; porque que hoy como siempre, el prometer no empobrece, el dar es lo que aniquila.

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Gustavo Santín Nieto

Poblano por elección. Profesor Educación Primaria, licenciatura en Economía UNAM y Maestro en Administración Pública INAP Puebla. Asesor de SEP en varios estados. Miembro SNTE. Dirige IUP y Coordina la AUIEMSS