Negocios desde el poder

  • Xavier Gutiérrez
En esa línea habrá que ver algunas de las primeras acciones del gobernador Luis Miguel Barbosa

Una de las aspiraciones comunes de la gente es que haya transparencia en el quehacer público. Y es de elemental lógica: si se maneja dinero público, que viene de todos, que se diga cómo se maneja, qué se hace con él

En esa línea habrá que ver algunas de las primeras acciones del gobernador Luis Miguel Barbosa.

El nuevo gobierno revisa los papeles de la mesa, ve lo que dejaron los anteriores gobiernos, el interino incluido. Y en menos de quince días le corrige dos veces la plana al gobernador interino Guillermo Pacheco Pulido, además de reiterar la revisión a fondo de la deuda y demás compromisos de la herencia monrenovallista.

Esos primeros pasos son saludables.

De fondo, el asunto de los mil 300 millones comprometidos en obras públicas. Da la impresión de que en el interinato, una voluntad acuciante movió a  Pacheco  Pulido y su secretario de finanzas, Jorge Estefan Chidiac: ¡ vengan los contratos.!

Al más puro estilo del clan de Hank González: entre más obra, más “sobra”.

Y desfilan los contratistas presurosos en la fiesta de los millones.

De paso, sería justo revisar con qué criterio se emprenden algunas obras. Por ejemplo, la pavimentación de concreto de algunos tramos del periférico, cuando dicha vía se encuentra en perfectas condiciones. ¿Es el avorazado e incontenible afán gastar y gastar por los consabidos moches?

No otra explicación se encuentra.

Pero retomando el hilo, es muy positivo el primer paso y compromiso del Gobernador: revisar a fondo cada obra, cómo se justifica, supervisar la ejecución y rectificar o frenar lo que esconde manejos indebidos.

En diversos sectores ha sido aprobatoria esta medida. Y lo que corresponde es el seguimiento puntual de estas acciones y las consecuencias legales que tendrán.  Y por supuesto la difusión de las responsabilidades legales.

Igual de importante es el asunto de los uniformes escolares.

Ahí el sospechoso y maloliente negocio es menor, en cuantía, pero el fondo es más escandaloso.

Ponerle sobre precio a los uniformes para obtener una ventaja de más de 30 millones no tiene nombre. Máxime que se hace en nombre de la educación. La investigación y exposición del secretario de educación Melitón Lozano Pérez es impecable y contundente. Brota ahí la complicidad de empresarios. Lo de siempre: los que matan la vaca y los que agarran la pata.

Una prueba más del recurrente binomio de la corrupción.

Es deseable que la ventilación de estas aisladas muestras de manejo de dinero público, rodeadas de sospecha de corrupción, trasciendan el momento del escándalo. Es decir, que tengan consecuencias legales, sanciones a los responsables y devolución del dinero mal habido.

En este y en absolutamente todos los casos.

No hacerlo serán solo palabras al viento que alimentan la duda y desconfianza.

Se ha sabido que es propósito del gobernador obtener plenamente la confianza y aprobación a su gobierno, precisamente aquí en el área metropolitana, donde la votación en favor de morena fue menor con respecto al resto del estado.

Acciones de esta naturaleza y otras similares, le pueden dar de manera generosa precisamente ese capital intangible que es tan importante para gobernar.

Y sería, además, un alineamiento perfecto con las decisiones que emprende el gobierno federal en esta materia.

La sociedad no sólo apreciaría de buen grado pasos a fondo en tal dirección, sino que se sumaría gustosa a otras acciones políticas que se derivan de la expectativa que ha despertado el gobierno que recién inicia.

A propósito del periférico, tan absurda y reprobable resulta una obra que esconde negocios como la ineficiencia en el funcionamiento de lo que ya existe.

Desde hace meses, la iluminación con celdas solares de un tramo del periférico no funciona. Están a oscuras alrededor de cinco kilómetros de esta vía, entre la zona de los estadios y la prolongación de la 14 oriente a la altura de Chachapa.

Es una auténtica boca de lobo, y en días con lluvias la peligrosidad aumenta considerablemente, aparte de convertirse en parte de los ingredientes para los asaltos y agresiones. Pasa el tiempo y nadie mete mano a esa grave irregularidad, a pesar de que las instalaciones ahí están, pero sin funcionar.

No se piden milagros, únicamente eficiencia y ejecutividad en el cumplimiento de una responsabilidad pública.

xgt49@yahoo.com.mx

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Xavier Gutiérrez

Reportero y director de medios impresos, conductor en radio y televisión. Articulista, columnista, comentarista y caricaturista. Desempeñó cargos públicos en áreas de comunicación. Autor del libro “Ideas Para la Vida”. Conduce el programa “Te lo Digo Juan…Para que lo Escuches Pedro”.