Sánchez Cordero, testigo de honor en la toma de posesión

  • Mauro González Rivera
En su mensaje a poblanos, después de rendir protesta en el salón de sesiones del Palacio Legislativo

Luis Miguel Barbosa Huerta, de MORENA, gobernador de reciente cuño, teniendo como testigo de honor a la titular de la Secretaría de Gobernación, Olga Sánchez Cordero, así como cuatro ex gobernadores de Puebla, de los cinco que viven, y el Secretario de Relaciones Exteriores  Marcelo Ebrard Casaubon, en su primer mensaje a los poblanos, expresó su decesión a favor de los poblanos y exigir responsabilidades a los Morenovallitas

EL MENSAJE DE LIUIS MIGUEL BARBBOSA

Ante un auditorio Metropolitano (antes Siglo XXI) completamente abarrotado de ciudadanos de todas las clases sociales, el gobernador Luis Miguel Barbosa Huerta, ofreció un gobierno para todos los poblanos por igual: “para quienes votaron por nosotros, para quienes no votaron por nosotros y para quienes no votaron. Sus razones tuvieron, en cada caso, y todas son muy respetables”, dijo.

En su mensaje a los poblanos, después de rendir protesta en el salón de sesiones del Palacio Legislativo, en el centro histórico, el mandatario estatal ofreció: “Un gobierno honesto, eficiente, eficaz y sin corrupción. y cero moches. Se inicia así la IV Transformación que el presidente Andrés Manuel López Obrador, ha iniciado en todo el país”

“Mi gobierno estará alejado de la frivolidad, de la fatuidad, de la fantochería. Durante mi mandato, ni venganzas políticas, ni espionaje” señaló y recibió de inmediato un estruendoso aplauso. Ofreció revisar todos los casos de los llamados presos políticos, para poner en libertad a aquellos que fueron aprehendidos por ser opositores .y luchar contra quienes cometían arbitrariedades desde el poder.

Una de las preocupaciones mayores del actual mandatario, es la de la inseguridad y el crecimiento de la violencia, Ofreció iniciar coordinadamente con las autoridades federales y municipales, una lucha contra ese flagelo que tanto preocupa a la ciudadanía. “Mi compromiso, dijo, es lograr la paz y la tranquilidad de los poblanos”.

De inmediato se abocará a lo anterior. Informó que se adquirirán mil nuevas patrullas; las policías estatales y municipales (hay un acuerdo del gobierno estatal y de los municipales  para eso) recibirán la capacitación apropiada y el armamento que requieran para combatir el crimen, pero sobre todo, se impulsará el desarrollo de la entidad, en lo educativo, en lo cultural y en lo económico.

“Se trabajarán las 22 regiones en que ha sido dividido el estado para su mejor atención en todos los renglones y a través de la Secretaría de Economía, a cargo de Olivia Salomón Vivaldo, esperamos lograr el desarrollo económico que se requiere para poder ofrecer a todos los poblanos, una ocupación digna y redituable”.

También envió un mensaje a las Juntas Auxiliares del Estado, a quienes dijo; “en el pasado reciente fueron humilladas y totalmente desatendidas, pero en mi gobierno, recobrarán su dignidad. Su desarrollo y el bienestar de sus habitantes, son importantes para nosotros”, afirmó.

La entidad poblana, informó Barbosa, tiene una deuda que rebasa la capacidad de pago del gobierno. “Recibimos un adeudo de 44 mil millones de pesos y a través de la Contraloría General del Estado, investigaremos en qué de gastó ese dinero” y los sonoros aplausos se escucharon otra vez, con gran parte del público puesto de pie.

Fue un acto muy concurrido, hubo personas de todas las clases sociales, principalmente de la clase media urbana de Puebla y ciudades del interior del Estado. Había entusiasmo entre todos los asistentes.

El gobernador interino, Guillermo Pacheco Pulido estuvo en el acto de protesta en el Palacio Legislativo y un día antes, se despidió de su gabinete. Los funcionarios que lo acompañaron durante  seis meses le agradecieron su confianza y se despidieron emotivamente.

Sus logros, la pacificación política del estado tan  lastimada por los problemas entre dirigentes y autoridades en funciones. La reestructuración de la Fiscalía del Estado, prácticamente muerta por el procurador Moreno vallista, siendo un órgano necesario para combatir la inseguridad, la criminalidad y la impunidad.

LAMETABLE DECESO DE PEPE ESTEFAN

Muy lamentable el fallecimiento de don José Charbel Estefan Acar, padre de quien fuera secretario de Finanzas del Gobierno del Estado Jorge Charbel Estefan Chidiac.

Don Pepe, como le llamábamos sus numerosos amigos que tenía en Puebla, fue un hombre afable, de lenguaje franco y directo que se ganaba la confianza y amistad de todo el que lo trataba. Con él no cabía el usted. “Si a Dios le hablamos de tú, porque a los humanos, no”, solía decir con una altisonante palabra a todos sus semejantes,  

Cada año visitaba a Puebla, para promover a sus artesanos del estado de Oaxaca. Él era del “merito Itsmo” de Tehuantepec. Traía muchos artesanos y cocineras de varias regiones que exponían sus ricos platillos y ofrecían la deliciosa comida en el Jardín del Carmen, donde un día dedicaba un desayuno o comida a “sus cuates periodistas”, teniendo siempre como invitada especial a Liliana Rosales, copropietaria del Hotel-Restaurante Giler, lugar donde se hospedaba.

Hace un mes se celebró esa pequeña feria oaxaqueña en Puebla, cuyas facilidades brindó el gobernador interino Guillermo Pacheco Pulido, en tanto hubo las atenciones del Ayuntamiento de Puebla.  

Don Pepe, contaba al morir con 83 años de edad. Tuvo carrera y trayectoria política en su estado, que lo hizo en su tiempo diputado federal, senador suplente y precandidato a la gubernatura.

Su sensible deceso ocurrido en su natal Oaxaca, hace cuatro días, fue muy sentido y comentado por todos los de lo tratamos y que expresaron sus condolencias a “Charbelito”, como él llamaba a su hijo

SAN MIGUEL CANOA LAMENTA  TRAGEDIA 

En charla con el presidente de la junta auxiliar municipal de San Miguel Canoa (población rural a escasos 15 kilómetros de la capital poblana),
Rodolfo Luis González Comisario, con estudios de arquitectura en la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla, estando presentes Mariana Magdalena Sánchez Rojas, regidora y estudiante de Derecho y Ciencias Políticas y con Luis Pérez Arce, secretario particular del edil auxiliar. Todos originarios de la población, todos bilingües, pues dominan el  español y el náhuatl.

Habló con un grupo reducido de columnistas, señalando: “hemos dado el primer paso en el pasado histórico de nuestro pueblo, pero seguimos trabajando, sobre todo en el ramo de la educación, para salir del atraso y marginación y que las nuevas generaciones tengan un porvenir mejor”.

Agrega el edil Luis Rodolfo que, “los pueblos campesinos del estado necesitan  de un fuerte trabajo   de culturización, pues en pleno Siglo XXI, se siguen dando casos de linchamientos de gente inocente. Con esto del incremento de la delincuencia y el clima de inseguridad que vive el país, en Puebla se han cometido tantos linchamientos, que en las evaluaciones, se coloca a Puebla en el primer lugar en violencia”

Hace medio siglo, el 14 de julio de 1969 ocurrió una tragedia en San Miguel Canoa, población de habla náhuatl ubicada en las faldas de La Malinche, donde un grupo de trabajadores de intendencia de la Universidad Autónoma de Puebla, aprovechando las vacaciones de que gozaban, organizaron una excursión a la Malinche. Llegaron el 14 de julio para hospedarse en la casa de un amigo e iniciar el ascenso al día siguiente. Se vivían los tiempos de la guerra fría entre EU y la URSS.

En el estado de Puebla estaba la frontal lucha por la l Reforma Universitaria. entre conservadores y liberales: derecha e izquierda, y en el lenguaje   estudiantil de la universidad pública sostenían una  guerra interna y sin cuartel, el Frente Universitario Anticomunista (FUAS) y la corriente liberal, bautizada como “carolinos” y “carolo

Tiempos reinantes y predominantes del “cristianismo sí, comunismo, no”. El párroco de San Miguel Canoa, pertenecía al radical extremista de la derecha, naturalmente, en esos apapachada por la Iglesia Católica, protagonista de todo movimiento liberal  que hablara del comunismo que pretendía quitarles los hijos a sus padres y volver ateos a todos los mexicanos. Era la etapa del arzobispo Octaviano   Márquez y Toriz, que había             convocado, meses atrás, a una concentración anticomunista en el atrio y el zócalo de la capital, para impedir que “los comunistas” se apoderaran de la Universidad estatal, que estaba en manos de la derecha, del famoso Consejo de Honor, que se guiaba por los consejos y las indicaciones que le dictaba “el señor arzobispo”.

Tiempos aquellos en que la sociedad  se encontraba dividida y confrontada, por  eso no era nada raro, que en una población como San Miguel Canoa, donde reinaba la ignorancia, la opinión del “señor cura” fuera tenida por sus habitantes como la palabra divina, “la palabra de Dios”.

Bastaron los comentarios del sacerdote  sobre “los comunistas que habían llegado al pueblo seguramente para adoctrinar a los católicos para unirse a su movimiento, lo que provocó que se armara de inmediato un grupo dispuesto a “defender” a la Iglesia de Cristo. La noche de esa fatal pesadilla del 14 de julio, “los defensores de la fe”, fueron a rodear la casa del vecino que había hospedado a sus amigos “comunistas” que trabajaban en la Universidad, pero no tenían ni la menor idea de las razones que los maestros y estudiantes de uno y otro bando, aducían para pelearse. Ellos cumplían con su trabajo y ya.

Los habitantes lincharon no solo a los excursionistas, sino a la familia y amigos de la familia que les dieron hospedaje y el resultado fue aterrador: varios muertos y heridos. 

Tuvo que ir la Policía para someter al orden y lograr la calma. El pueblo, junta auxiliar del municipio de Puebla, está a escasos 15 kilómetros de la capital, saltó a la fama nacional e internacional. Se publicaron   varios reportajes en revistas del país y el extranjero y también libros. Se hizo una película filmada en otro pueblo poblano cerca de San Martín. Julián González Báez, único sobreviviente de la trágica aventura de hace 50 años.

Opinion para Interiores: 

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