¿Una nueva era en Puebla?

  • Marcelino León Ochoa
“No hace falta un gobierno perfecto; se necesita uno que sea práctico”. Aristóteles

Este 1 de agosto se empieza a escribir una nueva historia en Puebla, luego de casi una década de gobiernos identificados con el sello morenovallista.

La llegada al poder de Luis Miguel Barbosa, después de un desgastante proceso jurídico electoral en el 2018, la muerte no aclarada de la gobernadora Martha Erika Alonso (QEPD) y una elección extraordinaria atípica, presagia cambios importantes así como una nueva correlación de fuerzas en el estado.

De entrada, la reforma a la Ley Orgánica de la Administración Pública del Estado, que amplía de 12 a 17 el número de secretarías pero por otro disminuye funciones a la que será la Secretaría de Gobernación, habla de una mayor concentración de poder en el gobernador.

Otro factor que ha llamado mucho la atención es el nombramiento de perfiles interesantes como titulares de las Secretarías y un gabinete paritario que habla bien del nuevo gobierno. Habrá que ver si la inexperiencia de algunos secretarios en la administración pública no le cobra facturas en el corto plazo.

Por otra parte, el quitar toda imagen del morenovallismo presente en obras y edificios públicos genera comentarios a favor y en contra, que en realidad habla de un intento del gobernador por ganarse a parte del electorado pero también es una estrategia para mantener entretenida a la ciudadanía, ante las pocas acciones que el nuevo gobierno podrá realizar en los cinco meses que le restan al año.

Espero que los intentos de borrar los vestigios del pasado no revivan el discurso recurrente de los gobiernos de la cuarta transformación de echarle la culpa a los anteriores ante la falta de resultados.

Sin duda, Morena en Puebla aprovechó muy bien la coyuntura política para hacerse de la gubernatura. Sí, hoy vemos un cambio en la clase política gobernante. Atrás quedó el morenovallismo puro, aunque pervive en algunos funcionarios del nuevo gobierno. Sin embargo, veo difícil que el gobernador Barbosa inaugure un proyecto transexenal basado en su persona.

Hoy son varios los actores políticos que intentarán posicionarse de cara a la elección de 2021 y hasta la de 2024. El nuevo gobernador tendrá que decidir si le entra a administrar los apetitos electorales al interior de su partido e incluso en otras fuerzas políticas o dejará que corran, sin que afecten la gobernabilidad del estado.

Independientemente de los asuntos electorales, Morena como partido en el gobierno del estado está obligado a hacer bien las cosas, a dar resultados en el corto plazo, a convencer a las y los poblanos que Puebla tendrá paz y seguridad, crecimiento económico, inversiones, desarrollo social y humano, etc.

Muchos esperan que el gobernador llegue a recomponer lo que están dejando de hacer ayuntamientos importantes del estado, incluyendo por supuesto la capital.

Luego entonces, la tarea de Barbosa es titánica, pues no solo se espera que haga bien las cosas sino que también meta orden en los gobiernos municipales que llegaron al poder por la inercia del voto pro AMLO.

El escenario local no está nada fácil de administrar, pero por el bien de Puebla y sus habitantes, deseo que le vaya bien al nuevo gobierno.

Mtro. César Marcelino León

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Marcelino León Ochoa

Politólogo. Maestro en Gestión Pública. Coordinador de asesores del grupo de regidores PAN.

Catedrático en UPAEP. Ex regidor del Ayuntamiento de Puebla 2011-2014