El gobierno de Michoacán, en manos de Silvano Aureoles Conejo, desde hace más de un año arrebato de forma injusta e ilegal la plaza magisterial de Alejandro Echevarría Zarco, esto como castigo por la participación del luchador social y profesor contra la Reforma Educativa del anterior presidente del país, Enrique Peña Nieto.

La plaza de docente de Inglés del Centro de Educación Básica para Adultos (CEBA), fue obtenida de forma legal y democráticamente en un proceso bipartita Secretaría de Educación Pública-Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (SEP-CNTE). Fue una re-categorización que cumplió con todos los lineamientos legales que establece la SEP para el nivel al que pertenece, llamado “extra-escolar”.

La situación laboral del profesor Alejandro Echevarría Zarco, está avalada y respaldada por los estudios para la plaza magisterial que ostenta, es la misma que la de cientos de docentes de si propio nivel y de otros. Como elemento adicional, en la primera quincena de junio, apareció en la nómina federal con su clave real, lo que da cuenta de que en FONE sigue vigente y, por lo tanto, es en el estado de Michoacán, donde el secretario de educación, Alberto Frutis, esconde la clave válida e impone otra, de forma ilegal, violentando las normas y procedimientos laborales, así como como la dignidad y el derecho humano a la seguridad laboral de Alejandro Echevarría Zarco.

El gobernador de Michoacán, Aureoles Conejo, que se ha distinguido por su autoritarismo, por albergar en sus filas de gobierno a familiares, personas presuntamente vinculadas a actividades ilícitas y participantes en la tortura y desaparición forzada de los estudiantes normalistas de Ayotzinapa, vuelve a actuar de forma ilegal, inmoral y violatoria de los derechos laborales. Parece que el sello de Silvano Aureoles Conejo es la persecución de la disidencia y la razón.

Ahora, el gobernador del Michoacán está más ocupado en “reconstruir” el Partido de la Revolución Democrática (PRD) y buscar la candidatura presidencial para 2024 que en preocuparse realmente por lo que el pueblo purépecha le paga, y su estrategia es evitar entrevistas que pongan en entredicho su labor de gobierno, además de decirle a la prensa “Vamos a hablar mejor de Michoacán, porque ¡uh! nomás se orina un perro y luego luego lo magnifican; las cosas buenas, esas no”. “La prensa tiene que cambiar, su forma de llevar las cosas de registrar lo malo”. “[…] proyectan lo malo, porque por mucho tiempo lo malo es lo que vende, con alarma”.

No, Silvano Aureoles Conejo, mientras usted, su secretario de educación, Alberto Frutis, y cualquier miembro de su gobierno actúen, omitan o generen contubernio con fuerzas legales o ilegales, atenten contra los derechos fundamentales de cualquier persona o grupo, será expuesto a la opinión pública. Por sus actos se le conoce y se le seguirá conociendo.

Asimismo, se exige el cese de toda persecución, hostigamiento y actos que lesionen la dignidad y los derechos humanos de los luchadores sociales, docentes y periodistas en Michoacán, en especial al profesor Alejandro Echevarría Zarco y se le reinstale de forma inmediata en su plaza laboral, con todos los derechos que ello implique.

El fraude de las nuevas universidades de AMLO

De nueva cuenta, tal como ocurrió en su momento con la creación del Instituto de Educación Media Superior (IEMS) y la Universidad Autónoma de la Ciudad de México (UACM), bajo la tutela del jefe de gobierno de la entonces capital del país, Andrés Manuel López Obrador, el actual proyecto de Universidades para el Bienestar Benito Juárez García sólo está sirviendo para pagar a los grupos juveniles serviles al ahora jefe del Poder Ejecutivo por labores políticas en la ruptura de movimientos estudiantiles legítimos de los últimos años o en crear algunos que golpearan a los gobiernos federales en turno, con puestos académicos. No se buscan los mejores perfiles profesionales del país para que ellos puedan formar con “excelencia” (artículo 3 de la Constitución) a los jóvenes de este país, sino dar empleo a los vendehuelgas.

Tal como ocurrió con la UACM, institución educativa que fue creada para devolver a los grupo juveniles que formarían el Partido de la Revolución Democrática (PRD) los favores de vender las huelgas los movimientos estudiantiles generados en la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) en 1986-1987, como el Consejo Estudiantil Universitario (CEU), pero sobre todo a aquellos de este mismo partido que hicieron los imposible no sólo por su labor como esquiroles en la huelga universitaria de 1999-2000 y, posteriormente, trabajar de la mano de las autoridades de la Ciudad de México para encarcelar y expulsar a algunos de los estudiantes que participaron en ella, al Consejo General de Huelga (CGH). Asimismo, las bases del movimiento interuniversitario #YoSoy132, con fuerte fundamento en las juventudes lopezobradoristas, todavía del PRD, debían recibir su pago por asumir la marca institucionalizada, el copyright de la izquierda “democrática, incluyente, tolerante”, pequebu mexicana.

Ocupar plazas académicas como profesores e investigadores en la UACM y en el IEMS, aun cuando algunos de ellos ni siquiera tenían un título universitario, fue el premio por traicionar y limitar a las verdaderas fuerzas intelectuales, éticas y progresistas del país.

Recientemente, los encargados del procedimiento de selección de docentes para ocupar plazas en este proyecto universitario contestaron a los aspirantes el siguiente mensaje vía correo electrónico (docentes03.ubbj@crefal.org):

“Estimad@ Profesor@:

Agradecemos el interés que ha mostrado al participar en el proceso de selección de docentes para el Programa de Universidades para el Bienestar Benito Juárez. Le  comunicamos que, dado que, lamentablemente, su perfil académico no coincide con los requerimientos de la carrera para la que solicito ingreso, no nos ha sido posible integrarlo a la planta académica del Programa.

Le saluda atentamente.”

Será interesante conocer la planta de docentes que fueron seleccionados y revisar su trayectoria no sólo académica, sino política y las filiaciones partidistas que tienen, ojalá, y no vuelva a ser sólo un acto de legitimación su concurso de selección para pagar deudas políticas e históricas con los jóvenes que han frenado por sus intereses mezquinos el verdadero derecho educativo de todos. La historia dice lo contrario. ¿De nueva cuenta Andrés Manuel López Obrador paga los favores políticos sacrificando el derecho a la educación?

Picaporte

La reforma educativa de Enrique Peña Nieto fue parcialmente detenida e incluso perfeccionada, desde una mirada del “liberalismo social”. Sin embargo, parece que los mayores beneficiados fueron los integrantes del Instituto Nacional para la Evaluación de la Educación (INEE), quienes ya sin existencia legal, siguen cobrando sus mismos salarios sin realizar trabajo alguno. Tal parece que Andrés Manuel López Obrador, en su política de bondad, es tan caritativo ha becado a los más de 800 integrantes del antiguo INEE. Al parecer les va mejor que a quienes están inscritos a los programas sociales.