La capacidad de ver y oír

  • Víctor Reynoso
Rechazar a los expertos es abrir la puerta a los inexpertos.

Víctor Reynoso

Profesor de la UDLAP

Hace poco platicaba con alguien que conoce del tema, pues ha estado en eso, y me decía que López Obrador no tenía idea de lo que es la administración pública. Señalaba diversos casos en los que sustentaba su afirmación. Eso es una forma elegante de decirlo, le respondí: otra forma es que el presidente suele no ver la relación entre causa y efecto, fines y medios. Parece que Carlos Urzúa estaría de acuerdo.

No recuerdo una renuncia tan crítica en un gobierno mexicano. Desde luego por la importancia del cargo, la Secretaría de Hacienda, y por la coyuntura: la necesidad de mantener la estabilidad macroeconómica, ante los riesgos de desconfianza de los mercados.

Pero sobre todo por la carta que la acompañó. Las acusaciones son muy severas, y verosímiles. El presidente, como suele hacer cuando recibe alguna crítica, no las atiende. Opta por descalificar a quien las sustenta. No usó la expresión, pero lo que dijo la recuerda: que Urzúa es un “emisario del pasado”. Alguien que no había aceptado los cambios que su gobierno está impulsando. Lo comparó con los neoliberales Carstens y Meade.

La crítica del exsecretario de Hacienda señala que en el actual gobierno se toman decisiones sin el debido sustento, basadas en evidencias, cuidando los efectos que puedan tener. ¿A qué se referiría Urzúa? La cancelación del aeropuerto en Texcoco y la propuesta de construirlo en Santa Lucía viene a la mente. Lo mismo que el Tren Maya y la refinería en Dos Bocas. Parecen más bien ocurrencias que proyectos sustentados en diagnósticos, en análisis de los problemas que pretenden resolver, en estudios cuidadosos de la forma como los resolverían, y en la proyección de las consecuencias deseadas y no deseadas.

La imposición de funcionarios que desconocen lo que deben conocer también parece verosímil. Es uno de los discursos sutiles de la 4T: el menosprecio, la crítica a los “expertos”. Rechazar a los expertos es abrir la puerta a los inexpertos, y en algunos casos eso tiene costos muy altos. Las finanzas públicas son un asunto sumamente complejo. No cualquiera las entiende, ni tiene la capacidad de manejarlas.

También muy seria, pues apunta al corazón de la 4T, es la acusación de que estos funcionarios ignorantes de lo que requiere su función han sido impuestos “por personajes influyentes del actual gobierno”. Una forma clásica de corrupción: ocupar los cargos públicos con intereses privados

Me pregunto si el Presidente de la República tomará en serio estas críticas y verá qué tan ciertas son. Me pregunto si realmente el cree que Urzúa simplemente no pudo o no quiso aceptar el cambio. Si lo planteado en la carta se lo dijo el entonces secretario de Hacienda al Presidente, si tuvieron la oportunidad de conversarlo, discutirlo, intercambiar argumentos.

Un tema clásico: qué tanto el político “ve” y “escucha”. Qué tanto es capaz de corregir sus propias ideas y percepciones, adecuándolas a la realidad. Qué tanto su equipo trabaja en equipo, para el bien público, y no para una conflictiva competencia de intereses privados.

Hace años se habló de “Foxilandia”, la idea de un país casi perfecto que parecía reflejarse en los dichos y hechos del presidente Fox. ¿Estamos hoy en Gansolandia? ¿El presidente ve y oye solo lo que coincide con sus ideas? ¿Es impermeable a los hechos y las críticas? Parecería, por su costumbre de descalificar a las personas ignorando sus argumentos, como en el caso de Urzúa. De ser cierto esto, habrá costos altos para todos.

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Víctor Reynoso

El profesor universitario en la Universidad de las Américas - Puebla. Es licenciado en sociología por la UNAM y doctor en Ciencia Social con especialidad en Sociología por El Colegio de México.