La Agenda de Puebla: ¿Continuidad o cambio?

  • Alberto Amador Leal
Federico Lamont presentó el pasado viernes su libro Puebla 2019: ¿Continuidad o Cambio?

“Miguel  Barbosa Huerta fue electo por la gente que confía en él para que la seguridad regrese al estado. A pesar de los problemas a los que se enfrenta, el Gobernador electo de Morena deberá mostrar, basado en los claroscuros de sus antecesores, que desde el primer día de su administración, gobernará con honestidad y respeto a la ciudadana como un político incluyente”

Federico Lamont

Federico Lamont presentó el pasado viernes su libro Puebla 2019: ¿Continuidad o Cambio?, evento que contó con la presencia del Gobernador electo Luís Miguel Barbosa y su esposa Rosario Orozco. Agradezco que  Federico me haya distinguido para comentar el contenido del libro:

Ciertamente, Federico Lamont nos sorprende con esta obra. Pertinente no solo por la oportunidad, en medio  de la vorágine de acontecimientos que hemos vivido los poblanos, sino también por el imperativo de tener a la mano el recuento, así sea breve,  del contexto histórico  de las alternancias  y de las tentativas, para construir un mejor futuro.

Necesaria porqué estamos en el preludio de  lo que es ,ya, un nuevo episodio en la vida de nuestro estado, la segunda alternancia:  la era de Luis Miguel Barbosa Huerta , bajo el amparo del  cambio nacional  de  la  Cuarta Trasformación.

La narrativa de Lamont nos trae a la mente que durante las últimas  cinco décadas  del siglo pasado  se suscitaron   conflictos derivados   de la competencia por el  poder político entre  los grupos hegemónicos de Puebla. Así fue durante el periodo  de ascenso del Avilamachismo, hasta su caída que inició  con la renuncia al cargo del Gobernador Antonio Nava Castillo.  Después, la dimisión al  cargo del  Gobernador  General Rafael Moreno Valle,   1969 a 1972,  y de su sucesor Gonzalo Bautista O’Farril; quien dimitió por la movilización estudiantil  a un año de su nombramiento. Nos recuerda Federico Lamnot  que el sexenio lo concluyó Guillermo Morales Blumenkron. Luego vinieron  Alfredo Toxqui Fernández  de Lara (1975 a 1981), Guillermo Jiménez Morales (1981 a 1987), Mariano Piña Olaya (1887 a 1993) y Manuel Bartlett Díaz (1993 a 1999).

En política no hay coincidencias: El general Moreno Valle,  impulsó  al entonces joven abogado Melquiades Morales Flores como  Presidente de la Gran Comisión del Congreso quién, en ese periodo convulso,  inició una carrera ascendente. Así, por méritos propios ,  fue  gobernador  del estado entre 1999 y 2005.  Nombró, entonces, como  titular de la Secretaría de Finanza y Desarrollo Social a Rafael Moreno Valle Rosas nieto de su mentor. El joven Secretario mostró desde un principio una innata vocación de poder y  tuvo, en consecuencia,  un papel dominante en ese gobierno que le permitió construir un capital político propio y  ser Diputado Federal, pero no Gobernador.

La gubernatura correspondió a Mario Marín Torres, cuyo sexenio se caracterizó a juicio de Federico Lamont por los  graves señalamientos, de la periodista Lydia Cacho al acusarlo de tortura, luego de que apareciera el libro Los demonios del edén. El hecho no atenuó la soberbia de Marín. A la luz de la elección federal  intermedia del 2015  propicia la salida  del PRI,   del entonces Presidente de la Gran Comisión  del Congreso local, Rafael Moreno Valle Rosas quien se postula como candidato a Senador por el PAN y gana la elección. En 2009 ya Senador del PAN,  se postula, con el apoyo de Elba Esther Gordillo, del PRD,MC,NA y PT, como candidato a Gobernador y  gana la gubernatura con  una ventaja de más de 14 puntos porcentuales.   

Rafael Moreno Valle Rosas fue el primer gobernador  de alternancia, su ascenso al poder despertó la esperanza de transformaciones verdaderas. Lo óptimo, en ese contexto de cambio, era construir un nuevo pacto social, pero   su mandato  fue contradictorio. Los avances en la modernización de Puebla y la instalación de la planta Audi, no fueron suficientes. Al final prevaleció su acentuada vocación de poder, que  gradual e inexplicablemente transmutó- anota Lamont- en autoritarismo, escándalos, acusaciones de corrupción, persecución política e inseguridad.

Al final del sexenio la historia  se repitió : una nueva tentativa  de poder transexenal.  Explica Federico Lamont  que se aprobó que la próxima gestión fuera únicamente de  un año y diez meses para que las elecciones de 2018 coincidieran con los comicios para diputados federales y la presidencia de la república.  En junio del 2015 Antonio Gali Fayad, el más carismático del equipo, fue electo gobernador por este breve periodo, en el que  intento la conciliación y los acuerdos.  Junto con su antecesor,  cargo con el peso del aumento de la  deuda  a más de 23 mil millones de pesos. Así llegamos a la elección del 2018.

Estas elecciones, agrega Lamont  fueron registradas como unas de las más violentas  en el estado. Los resultados mostraron que Martha Erika Alonso gano , sin embargo, ante la violencia, la deficiente  organización y el robo de urnas, el candidato de Morena impugnó ante el TEPJF. Después de un dilatado litigio el Tribunal  ratificó el triunfo de la candidata de la alianza “Por Puebla al frente” . La gobernadora solo  permaneció en el encargo  10 días. La tragedia del 24 de diciembre, cancelo de manera  fatal el proyecto de continuidad en prospectiva.

En medio de la confusión  y la incertidumbre  el mérito de Luis Miguel Barbosa fue que,  teniendo la convicción de su triunfo , no claudico pese a la adversidad de la difícil coyuntura que enfrentó, incluso dentro de sus propias filas. El secretario general de gobierno, Jesús Rodríguez Almeida, quedó encargado del despacho, mientras iniciaba el proceso  para nombrar  Gobernador interino. Al, final los candidatos propuestos fueron Guillermo Pacheco Pulido,  el propio Jesús Rodríguez Almeida y Gerardo Islas Maldonado.

Las  entrevistas y el contexto que nos ofrece  Federico Lamont  dejan entrever la falta  de claridad y estrategia de las fuerzas políticas y dos  hechos aparentemente inadvertidos.  Por un lado su persistencia, legítima,  en la disputa  judicial  de los resultados le permitió a Miguel Barbosa Huerta mantener vigente su proyecto y, por otro, un hecho contundente: el liderazgo político y moral  entre la mayoría del Congreso del Estado y los principales municipios que fueron ganados por MORENA.  Hoy a la distancia de los hechos que nos presenta Lamont, apreciamos que Luis Miguel Barbosa puso su visión y capital  político en favor de la estabilidad de Puebla. Finalmente, el lunes 21 de enero fue electo , Guillermo Pacheco Pulido,  como  gobernador interino por la mayoría de los Diputados, menos uno. Don Guillermo ha sabido  actuar en su tiempo y circunstancia,  ha  mantenido al  estado con estabilidad y crecimiento.

Los acontecimientos posteriores que nos ayuda a esclarecer Federico Lamont son relevantes:  el Instituto Nacional Electoral (INE) asumió  la organización y realización del proceso electoral extraordinario 2019 en el estado, Morena resolvió a través de una encuesta la segunda postulación al gobierno de Puebla de Miguel Barbosa Huerta, no sin antes enfrentar  la oposición del senador Alejandro Armenta  quién,  en la víspera de  la elección, concede el apoyo a  Barbosa Huerta.

Finalmente la contienda se da entre Miguel Barbosa Huerta, Enrique Cárdenas Sánchez y Alberto Jiménez Merino. El debate  en los medos fue de claroscuros, hubo  excesos en  el uso de contra propaganda y en el territorio Luís Miguel Barbosa desplego una dinamismo que sorprendió a tirios y troyanos.  La elección  término en forma pacífica, sin impugnaciones con el reconocimiento de los contendientes al triunfo de Miguel Barbosa.

Federico Lamont recoge  en su libro,  la parte humana de la contienda  las experiencias  vividas y la  narrativa de la  esposa del candidato  María del Rosario Orozco. Presencia discreta y solidaria entre una pareja, que además de matrimonio forma equipo.

Ahora, ya Gobernador electo Luís Miguel Barbosa, tiene ante sí, y ante los poblanos,  un enrome desafió : hacer de este periodo de la historia de Puebla, que será la era de Luís  Miguel Barbosa y de la 4T, un proceso de  grandes transformaciones  para  avanzar en la construcción  del bienestar generalizado y perdurable. Me parece que hay tres  condiciones básicas: Primero).-hacer prevalecer la visión de estado, lo que ha mostrado y practicado el Gobernador electo en su paso por el Congreso; Segundo).-reconstruir la unidad de los poblanos y las bases sociales e institucionales del Estado, a través de un nuevo acuerdo social, y Tercero).- la práctica de un gobierno humanista fundada en los valores de la familia , la fraternidad y una nueva ética política. Se trata de una tarea compleja. Nuestra sociedad se ha diversificado. Los problemas y rezagos se han acumulado. Las expectativas crecen  y las exigencias se multiplican.

Los hechos y el contexto que con su persuasiva, talentosa y directa forma de escribir nos comparte  Federico Lamont, muestran que Luis Miguel Barbosa tiene fortalezas para hacerlo: su liderazgo que ahora debe extender, en lo posible, a la sociedad; el proceso de transformaciones nacionales que debe ser  acompañado y conducido acorde a nuestra  capacidad para potenciar el cambio; un equipo de trabajo que se anticipa equilibrado, plural  y  comprometido; y el apoyo de su familia que ha sido y será esencial para que esta gesta culmine de manera promisoria. Por el bien de Puebla, contribuyamos todos  a escribir una historia nueva:  que sea un periodo de  reencuentro y  realizaciones para la hazaña colectiva que, Estado y Sociedad, tenemos como asignatura pendiente.

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Alberto Amador Leal

Ingeniero por el IPN. Con Maestría en Gobierno y Asuntos Públicos UNAM. Diputado Federal a las LIV, LVII y LX Legislaturas, Diputado Local LIV Legislatura. Con diversos cargos federales y locales