Llegó la 4ta T., una nueva experiencia de Gobierno y Admón en Puebla.

  • Samuel Tovar Ruiz
Los resultados, en política, como en otras áreas de la vida, son imprescindibles.

Por Samuel Tovar Ruiz 

 

No hace mucho escribí, en este medio, sobre los probables requisitos o elementos  para seleccionar el personal (cosa muy delicada, por cierto) requeridos por un nuevo gobierno que sea equivalente con <<la 4ta Transformación>> encabezada por el <<primer jefe>> del actual gobierno de México.  Entre otros requisitos sustentábamos que el de poseer o tener experiencia aparecía como <<condictio sine qua non>> para esos efectos. Ahora bien, en esencia, a qué nos referíamos cuando proponíamos ese baremo.  Bueno no a otra cosa sino a lo que en otro momento sustentaba uno de los más grandes teóricos del Estado de derecho moderno, me refiero al pensador de Köenisgber, Prusia, I. Kant. En efecto, este pensador sostenía que la experiencia o la posibilidad de hacerla o tenerla no es sino  <<la conciencia de la norma>> que ahí se abriga o que en último análisis resulta. Y que justamente al inherir en la conducta humana, en cuanto se reformula no hace sino revertir contra ésta, precisamente regulándola además de prefigurarla. Por tanto, termina siendo criterio regulatorio no sólo de su frecuencia, sino de su misma posibilidad en tracto sucesivo o en serie, por lo que así también se posibilita el futuro de nuevas experiencias probables, mientras la conducta humana igualmente se perfecciona.

Si bien Kant da en el centro de gravedad de toda experiencia probable, no obstante es importante hacer notar que, por cuanto hay que tomar en cuenta que la experiencia a que se refiere <<la 4ta T>>,  no sólo es en general ni puramente formal, sino una en que resaltan calidades específicas que aluden a <<contenidos humanos>> profundos, de gran hondura social; pues en efecto se trata de una <<práctica y teoría>> de  gobierno mediada por ese gran proyecto sustentado y encabezado por AMLO, por tanto, la experiencia a que hace referencia presenta notas distintivas positivas pero también negativas. Mientras estas últimas presentan “desgarraduras” sociales notables, incluso radicalmente equivalentes con las prácticas “deshonestas”, “corruptas”, o de “desmesurada impunidad” o de “alta” traición a los intereses populares, como las de los antiguos regímenes neoliberales, es decir los suscrito por el PRIAN, por ejemplo.  Las positivas, se cifran en asumir como paradigmas, precisamente, la Honestidad, la justicia y protección amplia de derechos, la observancia irrestricta de la ley, la honorabilidad, la equidad de género, la solidaridad, la asistencia social a la parte más vulnerable de la sociedad, la asistencia y deferencia inmediata de los servidores públicos en beneficio de la ciudadanía (aquí, nada de maniobreó “policial” o “burocrático” para “asaltar” a la ciudadanía, por ejemplo con “retenes” o “usuras” neoliberales o morenovallistas), la defensa irrestricta de la soberanía nacional, la no intervención, la defensa de los derechos humanos, él no les voy a fallar, es decir la vocación de servicio del buen gobierno en favor del ciudadano, el respeto a las diferencias étnicas, el respeto irrestricto a los derechos, usos y costumbres de los pueblos originarios, la universalización del empleo, el respeto irrestricto al derecho a la educación en todos los niveles, el combate frontal contra la corrupción y la impunidad, el maltrato de género, raza, color, creencias religiosas, ideologías, etc.,  la restauración profunda de la procuración de justicia, el respeto y constante mejoramiento del derecho universal a la vida digna, la solución pacifica de las controversias dando preferencia al diálogo, al pluralismo, la profundización democrática en los distintos espacios sociales, la revocación de mandato, el respeto irrestricto a los derechos sociales, etc.

Así dadas estas premisas, es fácil colegir que “experiencias anti-norma” como las “administrativistas” o “gobiernistas” de los autoritarios “regímenes neoliberales” del Prianismo antiguo (mismas que dieron contenido y forma a las “penosas” experiencias populares, en que la gente, la ciudadanía por más de cuarenta y pico de años, tuvo que sufrir periodos de verdadero “holocausto” a manos del trato despiadado e inconsecuente de esos nefastos regímenes abanderados o suscritos por el PAN o el PRI), además de reñir con <<la 4ta T>>.  Deben tomarse en cuenta para dos cosas: a) para ejercer la crítica a toda “desviación probable” de experiencias ancladas y rehenes de las prácticas corruptas y deshonestas del antiguo régimen neoliberal Prianista. Se espera que tal crítica sobre todo provenga de la fuente inconmensurable de la creatividad ciudadana, preclara y lucida de Puebla, b) se tiene que partir de ellas, pues “no hay otras”, por el momento, para que la <<nueva práctica>> administrativa y de gobierno, es decir, la <<nueva gobernanza>>, emerja como el <<ave fénix>>  del “pantano” de la práctica corrupta y deshonesta del <<antiguo régimen>> neoliberal prianista, a <<otro plano>> de práctica de gobierno y administración, verdaderamente alternativa, que se equivalga con la dignidad y soberanía del querido Pueblo de Puebla. El último en saber de <<las mieles>> del triunfo de la 4ta transformación, pero quizá, el <<más maduro>> para disfrutarlas realmente. Desde luego no se esperan grandes cosas en sus primeras fases, pero es de sabios dar un tiempo razonable, y entonces con toda probabilidad <<esas mieles>> vendrán.  Por lo pronto, ya un equipo, un probable gabinete, pareciera estar configurado. Entre ellos, es decir, entre quienes lo forman, hay figuras de indiscutible raigambre democrática y popular. Hay otros, en que media la duda. Pero en su favor la razón recomienda prudencia, dar <<el beneficio de la duda>>. Los resultados, en política, como en otras áreas de la vida, son imprescindibles, y por lo mismo, no podemos sino atenernos a ellos. Ahí, en ellos, está lo definitorio. Por lo pronto dejemos que hablen poco a poco los hechos, las realidades. Quienes somos MORENA, esperamos confiados, llenos de esperanza.  Pues creemos que no sólo <<por la patria habla el espíritu>>, como en otro momento rezó el sabio, sino, ahora con probada buena fe, la <<4ta. T>> habla y hablará por el Pueblo. Así como reza AMLO <<el pueblo pone y el pueblo quita>>. Nosotros sólo esperamos, pero también ¡felicitamos! a quienes encabezan la novedad de este gran proyecto de nuevo gobierno en Puebla.

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