Han sido semanas de incertidumbre internacional por las múltiples declaraciones del Presidente Donald Trump, respecto a la modificación de las reglas comerciales que nuestra nación pudo edificar años atrás con sus pares del norte.

El pasado viernes 14 de junio las Comisiones Unidas de Relaciones Exteriores, de Puntos Constitucionales, de Economía y de Relaciones Exteriores de América del Norte en el Senado de la República, aprobaron por unanimidad el proyecto de Dictamen sobre el Tratado entre México, Canadá y los Estados Unidos de América, mejor conocido como T-MEC.

La noticia parlamentaria y la disposición de Trump en la construcción de acuerdos, generan confianza, certeza, estabilidad y seguridad comercial a los inversionistas así como a las empresas mexicanas y extranjeras con capitales en el país.

¿Qué cambió en el Tratado? EL T-MEC sustituye al Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) que entró en vigor en el año de 1994, aunque debemos entender que ambos son manifiestos a favor del libre comercio.  

El actual responde a cambios de la globalización y la consolidación de las nuevas disciplinas económicas de los países en el siglo XXI, con nuevos capítulos y temáticas que anteriormente no estaban considerados, pero que hoy actualiza materias de trascendencia comercial en las tres naciones.

¿Cuánto significa la aprobación del Tratado en términos económicos? El acuerdo representa más de 1-2 billones de dólares de comercio y beneficia a 500 millones de consumidores. En lo porcentual, México, Estados Unidos y Canadá representan el 28% del PIB mundial y el 16% del comercio a nivel internacional.

El nuevo Tratado incluye 34 capítulos donde se incluyen los temas referentes a comercio de bienes, aduanas, medidas sanitarias que deben ser consideradas, reglas y procedimiento de origen concernientes a los productos, agricultura, facilitación del comercio, contratación pública, inversión, comercio transfronterizo de servicios, servicios financieros, telecomunicaciones y comercio digital, derechos de propiedad intelectual, la política de competencia, derecho laboral, medio ambiente, pequeñas y medianas empresas, anticorrupción y buenas prácticas regulatorias, solución de controversias, entre otros.

Considero que uno de los temas más relevantes es mantener el ingreso de productos libres de arancel al mercado estadounidense, así como la conservación de disciplinas encargadas de regular la aplicación de restricciones sobre importación y exportación,  además de que se eliminan los subsidios a las exportaciones agrícolas.

En materia de hidrocarburos se reafirma la propiedad inalienable e imprescriptible sobre los hidrocarburos del subsuelo mexicano. Pero la entrada en vigor del tratado, será cuando los tres países concluyan sus procesos jurídicos internos.

El T-MEC fortalece a los mexicanos y mexicanas, a las pequeñas, medianas y grandes empresas que trabajan diariamente por ampliar sus servicios y bienes, sus exportaciones, se brinda acceso a mejores precios y con una mejor calidad en los productos mejorando la competitividad, la generación de empleo y con esto, una gran aportación al desarrollo económico del país.