Como lo habíamos mencionado en este espacio, después de los resultados electorales, la posibilidad que el gobierno español fuera encabezado por Pedro Sánchez del Partido Socialista Obrero Español (PSOE) junto con Podemos era muy viable, ya que ambos partidos comparten una ideología mas cercana a la izquierda que si lo hubieran hecho con Ciudadanos que es más de centro derecha.

Para que el nuevo gobierno entre en funciones, debe ser avalado por el congreso, donde ya tienen el número necesario de diputados para aprobar y llevar a cabo la ceremonia de investidura que le daría el cargo oficial a Pedro Sánchez como presidente de España; sin embargo, ahora lo que no avanzan son las negociaciones para la conformación del gobierno.

Mientras que el PSOE quiere un gobierno de “cooperación” sin otorgar puestos de ministros y sin Pablo Iglesias ocupando cargos de relevancia; Podemos plantea un gobierno de “coalición” de acuerdo con la normatividad que existe en la constitución española y a su régimen parlamentario. Sánchez quiere gobernar con la oposición, pero excluyendo a la segunda fuerza política de su país.

¿Adonde podrían llevar esta falta de acuerdos? ¿Por que no incluir a Pablo Iglesias como ministro?           

De no ceder el PSOE podría ocasionar un vacío de poder y no llevarse a cabo la investidura de Pedro Sánchez, con lo cual se convocaría nuevamente a elecciones tal y como pasó hace dos años con Mariano Rajoy, quien no pudo conseguir los votos necesarios para conformar un gobierno; con la salvedad que hoy la unión del PSOE y Podemos daría inicio a un gobierno de izquierda en España, lo cual parece difícil por la presión de los intereses económicos y políticos que prevalecen en ese país.

¿Hasta dónde es viable que por la necedad de algunos políticos no pueda llevarse a cabo un acto presidencial, como lo es la investidura? que los ciudadanos españoles tengan que acudir nuevamente a las urnas para elegir a un presidente y que posiblemente los resultados no varíen mucho, hacer un gasto innecesario, el desgaste político de los partidos, candidatos renuentes a participar nuevamente en campañas políticas.

Sin embargo, la cuestión de fondo es más sobre el sistema electoral español, que es el que permite que se lleguen a estos escenarios, donde dos o más fuerzas políticas se deban poner de acuerdo para conformar un gobierno. Dicho sistema electoral era viable cuando se vivía en un bipartidismo entre el PSOE y el PP; ahora con la irrupción de nuevos actores rompió el esquema que tenían dominadas estas fuerzas.

El paradigma para España y su clase política es romper con la tradición parlamentaria original bipartidista y dar paso a una nueva estrategia de gobernabilidad plural e incluyente. La lucha izquierda-derecha tradicional ha sido superada por un electorado que quiere tener un gobierno capaz de lograr la unidad nacional respetando la diversidad política y cultural de España. La sociedad espera de sus representantes populares inteligencia política para darle viabilidad a la nación española. La responsabilidad es de todas las fuerzas políticas. ¿Podrán transitar a un nuevo esquema de gobierno parlamentario incluyente? España se merece un mejor lugar en la Unión Europea y un gobierno más allá de los partidos, para no seguir navegando a la deriva.