El carácter es la virtud de los tiempos difíciles

  • Ricardo Velázquez Cruz
El triunfo se alcanza con pasos de confianza y fe en uno mismo.

Dr. Ricardo Velázquez Cruz.

Cuando señalamos una grieta, lo hacemos con espíritu positivo, con la clara intención de que sea corregido; mas no con el objetivo de crear molestias ni fomentar desórdenes, que no son un camino correcto ni pueden tener la simpatía de nadie.

Después de este ejemplo me gustaría comentar que considero que la cumbre del triunfo se alcanza con pasos de confianza y fe en uno mismo; sin embargo, el triunfo no debe estar reñido con la moral, con el ideal de uno, con  nuestra propia conciencia. Considerando la moral como el conjunto de acciones efectuadas, desde el punto de vista de su obrar en relación con el bien o el mal y en función de la vida individual pero, sobre todo, de la vida colectiva, pues somos miembros de una sociedad. En esta misma línea discurro que en todo momento no prosigue el error, por el contrario, tenemos una búsqueda constante del acierto; así es que no queremos lo mezquino sino lo noble; no el cultivo de la mediocridad sino la reverencia constante a la virtud. Es decir, esa mezcla de ponderación, humildad y buen juicio que radica en la madurez.

Asimismo, insisto en que existe la quiebra de valores morales, civiles, personales y sociales en la vida cotidiana; es por ello que al ser observadores de estas situaciones la frustración engendra la apatía para más tarde convertirse en resignación y estéril protesta.

Innegablemente, creo que urge poner un alto, pues si las fallas no se corrigen, iniciará, sin duda, nuestra decadencia no sólo personal, sino grupal, social, institucional, empresarial y de cada uno de los ámbitos en que nos desarrollamos y presenciamos estos lamentables hechos. Es importante mencionar que esto debe interesar por igual a ciudadanos, agrupaciones de la sociedad civil, instituciones gubernamentales y representantes del Ejecutivo en los diferentes niveles de gobierno.

Por ello, es preciso actuar de manera inmediata, por no decir oportuna o preventiva; sino en estas circunstancias de forma correctiva; sin rehuir a la tarea que nos corresponde como ciudadanos y sociedad. No echar cobardemente nuestra responsabilidad a los hombros del vecino.

Para ello es necesario defender nuestros ideales, pues quien los destruye con aquello que los sostiene y les da fuerza; quien destruye la bandera con la que se cubre inevitablemente se destruye a sí mismo. Es preciso no olvidar que el carácter es la virtud de los tiempos difíciles; es por ello que hago una invitación a mantener la fortaleza en las decisiones y actitudes diarias para no llegar a la frustración de la que hablaba letras antes. Aunque cada quien tiene profesión, oficio, empleo, cargo, a todos como miembros de la sociedad mexicana debería unirnos el mismo ideario, aquel surgido en las luchas del pueblo, en ese mismo amplio escenario de nuestro país. Es por ello que considero que la fuerza del ideal colectivo encuentra siempre los más insospechados defensores.

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Ricardo Velázquez Cruz

Es abogado notario y actuario egresado BUAP. Diplomado en Análisis Político Escuela Libre de Ciencias Políticas de Puebla. Especialidad en Derecho Agrario UNAM; Maestría en Derecho Constitucional y en Juicio de Amparo UAT.