¿Hay presidenta municipal…?

  • Xavier Gutiérrez
Han pasado ya varios meses al frente del gobierno municipal y no se tiene claro qué hace.

No tengo el gusto de conocer a la presidenta municipal. Cuando lo intenté, en su campaña, me mandaron por un tubo. Eso ocurre en toda campaña que se respete.

Pero esto es secundario, lo importante sería conocer qué se propone al gobernar Puebla.

Han pasado ya varios meses al frente del gobierno municipal y no se tiene claro qué hace.

No conozco documento alguno para enterarme. Al menos un programa, los ejes de su gobierno, por lo menos un tríptico. Pero no he visto nada. Algunas fotos en los medios, repartiendo sonrisas, material insulso. Nada de trascendencia.

¿Algún anuncio importante, un compromiso de fondo o innovador, una conferencia? Nada absolutamente.

Atenerse a la sentencia aquella de “por sus obras los conoceréis,” tampoco lleva a parte alguna.

Porque no se ven ni se sabe de obras.

Pero, acaso algo de todo esto tampoco sería indispensable, si como efecto de su trabajo algunas cosas importantes ocurrieran en la ciudad, en el municipio.

Y si esta impresión tiene un periodista que pretende (y debe) estar atento y sensible hacia lo que ocurre en la capital, Juan Pueblo traduce este vacío en calificativos que van del desprecio al denuesto.

Claudia Rivera, la presidenta, esta ahí por obra y gracia de la popularidad del Presidente López Obrador, esto no es ninguna revelación. Pero luego de esta oportunidad extraordinaria, ha pasado los meses entre la grisura y la oscuridad.

La conseja popular es sencilla y didáctica. Si no sabes rodéate de los que sí saben. Si ignoras algo, pregunta. No temas preguntar a los que saben, tal vez pasarás por ignorante una vez, pero no te quedarás a vivir en la ignorancia.

Es una mujer joven, al parecer bien intencionada, pero…pero no se sabe más.

Comprensible sería que le cayó del cielo un paquete descomunal. Y la lógica, el sentido común, y los principios elementales de administración indican formar un equipo experimentado y comprometido.

No hay indicios de nada de esto.

La inseguridad crece a pasos agigantados. Y no se sabe que haya demandado ayuda. Y si así fue, qué ocurre. ¿Se la negaron, la sabotean, la han dejado sola el gobierno estatal y el federal? Si algo hay de esto que lo explique a la gente.

Frente a este vacío surgen versiones que erosionan más aún la ausente imagen de la presidenta municipal. Circula la interpretación de que a la ignorancia supina de la presidenta y su equipo se agrega la soberbia. Y que no se deja ayudar.

Gobernantes ha habido que frente a etapas de sequía presupuestal, momentos críticos o sucesión de problemas concatenados, de la necesidad hacen virtud.

 Estiran un presupuesto paupérrimo, aguzan el ingenio para obtener recursos de otras fuentes, comprometen ayudas de variada índole,  ponen el ejemplo con austeridad y jornadas de trabajo voluntario, y hacen maravillas con la propaganda inteligente y sus relaciones.

Esto, en tanto fluye con regularidad el presupuesto.

Pero, ni ella ni su equipo dan señales de vida.

Para colmo, un pequeño flanco de actividad en obras suscita molestias y no pocos recordatorios familiares.

La referencia es a obras de drenaje que hubo, primero en El Mirador, y ahora en San Manuel. Se hacen a la poblana, con el estilo de hace cincuenta años. Perforan ductos, bloquean calles, cancelan paso y salida de vehículos públicos y particulares, y no hay ningún aviso que anticipe las  molestias al público.

La gente se entera de la obra a diez metros de las zanjas y los lodazales. Ignoran que en todo el mundo con carteles, señales luminosas, volanteo previo, lonas y hasta perifoneo, a la ciudadanía se le informa de las obras, se señalan vías alternativas y se explica el beneficio que vendrá a cambios de molestias temporales.

El ciudadano es menospreciado, ninguneado y burlado.

Y lejos de valorar una inversión termina por abominar a sus autoridades.

Tan sencillo que es para gobernar pegar los oídos a lo que dice la gente.

Esa, vieja fórmula, está vigente siempre.

La leyenda del monarca que se disfrazaba de mendigo por las noches, para escuchar de modo directo el sentir de la gente, el pulso de sus súbditos, funciona.

Siempre y cuando la sencillez subordine a la soberbia.

xgt49@yahoo.com.mx

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Xavier Gutiérrez

Reportero y director de medios impresos, conductor en radio y televisión. Articulista, columnista, comentarista y caricaturista. Desempeñó cargos públicos en áreas de comunicación. Autor del libro “Ideas Para la Vida”. Conduce el programa “Te lo Digo Juan…Para que lo Escuches Pedro”.