Desarrollo Humano para Abogados
- Abelardo Fernández
El gremio jurídico, compuesto por personajes importantes, populares, imprescindibles algunos, despreciables otros, está implicado permanentemente en cambios, en revisiones que suponen su relación con una sociedad cambiante a la que se deben. A pesar de que muchos piensan que se trata de un gremio cerrado y monolítico, como otros gremios, los abogados comenzaron a mirar cómo se reproducían escuelas de derecho por todos lados y abogados de todo tipo por doquier, de la misma manera desde hace años comenzó a fraguarse una nueva guardia de abogados contraria a la vieja guardia, especialmente constitucionalistas y abogados penalistas y procesalistas, los cambios comenzaron a suscitarse principalmente en el ámbito de la impartición de la justicia pública. Desde los cuestionamientos hechos al sistema penal mexicano en muchos frentes, las necesidades de invertir y cambiar verdaderamente la suprema corte, los intentos de instalar el nuevo sistema penal adversarial, conocido como los juicios orales que aún no están del todo aclarados o instalados, pero pone de relieve la misión de los abogados, sus condiciones de trabajo, sus características específicas como gremio, las atribuciones que la misma constitución les otorga y la movilidad que las mismas condiciones políticas del estado y de la sociedad actual les asigna en su labor procedimental a la que están abocados. Viejas guardias contra nuevas guardias, abogados conservadores contra liberales, neoliberales contra humanistas, en fin, quiénes son hoy los abogados y qué dicen ellos de sí mismos, qué historia cuentan puesto que nadie más que ellos conocen los enredijos y los acertijos de su labor, de su gremio y de sus necesidades como tales.
De la misma manera considero que personas externas a este medio, gente con una postura crítica, gente relacionada con este gremio que tenga puntos de vista interesantes o incluso que quiera compartir experiencias interesantes que nutran el debate, será muy interesante escuchar su participación. Por supuesto que están igualmente convidadas a participar en esta presentación del libro.
Hace unos seis años comencé a instrumentar un proyecto ideado por el Licenciado Gerardo Tejeda Foncerrada, Presidente y Director de la Escuela Libre de Derecho de Puebla, en el que se dio la entrada a un Psicólogo a este ambiente, -Yo mero- primero se dijo que para atender las necesidades personales –entiéndase emocionales y comportamentales- de los alumnos de la escuela, y paralelamente impartir una clase cuyo nombre terminó definiéndose como Desarrollo Humano. El ejercicio propio de este proyecto trajo consigo el complejo y complicado encuentro de dos mundos: La Psicología y El Derecho. Una suerte de apoyo, de persistencia y de buenos resultados hicieron que el proyecto permaneciera y fruto de este, nació el libro “Desarrollo Humano para Abogados”, como el resultado de dos visiones de la justicia, de dos tipos de valoraciones distintas y el reconocimiento del espacio propio de cada quién; El derecho existe para normar el comportamiento humano, la psicología lo explica, lo trata, lo conoce, lo hace crecer, ambos trabajan con el comportamiento humano y por tanto, en todo momento, insisto, en todo accionar del ejercicio de la impartición de la justicia siguen y seguirán vinculados la Psicología con el Derecho. La tensión propia de este encuentro trae, sin duda, un efecto liberador y aclarador del trabajo de ambas disciplinas y de ambas ciencias sociales que son. De verdad es inmenso el conocimiento que hemos logrado desprender de esta experiencia y está contenido en los diez capítulos y casi 400 cuartillas del libro.
Invitado por la Barra Mexicana y el Colegio de Abogados en su Capítulo Puebla, por parte del distinguido Abogado Roberto Reyes, organizamos la presentación de este libro que es una propuesta de comunicación y crecimiento, como lo marca su subtítulo de portada, y nos daremos al debate, la comunicación y el aprendizaje de esta importante profesión que tanto demanda un país necesitado de justicia, de punidad –de punir, castigar al culpable- y de puridad –decir la verdad-, tan necesitado de humanismo, de cambios de valores y de creencias, de nuevas perspectivas, de la construcción de una imagen distinta, mucho más actualizada y acorde con los tiempos que se vive y de conversaciones esclarecedoras.
He dedicado este artículo para invitarlos este jueves 20 de junio a las 7 de la noche en la Universidad Iberoamericana, en el salón B-206. Ahí los esperamos, habrá venta de libros. No falten.
Opinion para Interiores:
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Doctor en Psicología, psicoterapeuta de Contención, musicoterapeuta, escritor, músico y fotógrafo profesional.