El reto comercial con dignidad y sin condicionamientos

  • Alejandro Armenta Mier
Combatiendo la falta de empleos y la pobreza se podrá contrarrestar el fenómeno migratorio.

Por Alejandro Armenta

Más allá de una postura de confrontación y descalificaciones debemos reflexionar sobre la relación bilateral que desde hace décadas existe entre México y Estados Unidos.

Debemos pensar en los 36 millones de mexicanos que viven en territorio estadounidense, de los cuales el 40 % de ellos nacieron en nuestro país y forman parte de ese sueño americano tan mencionado como existente.

Mexicanos que -como ya lo mencionó el Presidente Andrés Manuel López Obrador, realizan el 30 por ciento de las labores agrícolas, el 20 por ciento de las tareas en la construcción y el 15 por ciento en la industria turística.

Compatriotas que contribuyen a la economía mexicana con remesas por más de 33 mil millones de dólares anuales.

Estados Unidos y México no son ajenos, un país y el otro comparten cultura, comparten historias de desarrollo. Historias entrelazadas en una frontera de más de 3 mil kilómetros.

En diferentes condiciones, pero así como Estados Unidos alberga a nuestros connacionales, México le abrió las puertas a un millón 200 mil estadunidenses; una muestra de que ambos países son protagonistas del mayor intercambio demográfico del mundo.

La historia no miente.

La historia es testigo de esa alianza de más de 81 años entre México y Estados Unidos, marcada por esa cooperación de nuestro país para garantizar la producción de alimentos y materias primas durante la Segunda Guerra Mundial.

Cómo olvidar las casi 6 décadas (desde 1960) de los programas para el desarrollo de la Frontera Norte que marcó el comercio bilateral, gracias a que el territorio mexicano resultó un foco de atracción de capital estadunidense para establecer filiales en nuestro país.

De ninguna manera, podemos excluir el fenómeno migratorio, como consecuencia de la imposición del modelo neoliberal en nuestro país que significó la pérdida de empleos y, como resultado, una urgente subsistencia en el vecino país del norte en medio de una polarizada realidad: discriminación con persecuciones y de solidaridad y cobijo de una parte de la sociedad norteamericana.

En ese contexto, el Senado de la República a través de las Comisiones Unidas, inició con el análisis para la ratificación del Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC) para debatir y votar el dictamen del tratado este 12 de junio y que la próxima semana, en sesión extraordinaria nos reuniremos para debatir y votar el instrumento comercial.

En el Senado de la República nos apostamos por mantener una política de respeto y buena vecindad con el gobierno de Estados Unidos sin que el fenómeno migratorio sea ignorado pero tampoco permitir que sea una condicionante para concretar medidas comerciales necesarias en beneficio de las naciones.

Los senadores de Morena coincidimos en que combatiendo la falta de empleos y la pobreza se podrá contrarrestar el fenómeno migratorio, respetando los derechos humanos.

No es restringir, es solucionar.

No es castigar, es impulsar el bienestar en ambas naciones.

Debemos fortalecer la economía de nuestro país para seguir en la dinámica de la cooperación pero con respeto a la soberanía.

Le apostamos a la defensa de la dignidad de México, cumpliendo puntualmente los compromisos, reforzando nuestra frontera, aplicando la ley y respetando los derechos humanos.

Aseguraremos en la Cámara Alta, que este Tratado de Libre Comercio defienda:

  • La protección del medio ambiente.
  • Los derechos laborales.
  • Nuestra identidad cultural.
  • La Promoción de las pequeñas y medianas empresas.
  • El combate contra la corrupción alineada a una agenda social, justa y equitativa.
  • Cambio de reglas en la Industria automotriz.
  • Comercio digital.

Vamos por un comercio justo, sin aranceles ni barreras.

México necesita de condiciones óptimas con alianzas equitativas sin represiones ni condicionamientos.

México avanzará de la mano por un desarrollo comercial que abra oportunidades para nuestros connacionales.

Por la dignidad y por el bienestar.

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Alejandro Armenta Mier

Maestro en Administración Pública, presidente del Senado de la República y presidente de la Comisión de Hacienda. Más de 34 años de su vida dedicado al servicio público. Mis principios: ser útil, agradecido y acomedido.