Los derrotados culturales

  • Patricio Eufracio Solano
Ninguno está consciente de la importancia de un sólido y consistente proyecto de Cultura.

Terminó el largo, larguísimo impasse gubernativo en Puebla. Al filo de las 23:00 horas del pasado domingo se confirmó el triunfo de Luis Miguel Barbosa y con ello dimos el primer paso franco y sin sospechosismos –casi dos años ha-, en pro de la normalidad democrática poblana. Los resultados develaron dos mensajes contundentes: uno: No más morenovallismo, y, dos: No a un morenismo sin compromiso y con miserables resultados. A la luz de estas advertencias –y las consecuentes demandas señaladas por ellas-, debe entenderse el futuro poblano.

La jornada electoral extraordinaria concluyó y hay un vencedor, pero su triunfo es un tanto agridulce pues, si bien, ganó la guerra, perdió algunas batallas de significación. Los números totales fueron suficientes para ahuyentar al fantasma de la impugnación, pero los parciales señalan las taras y carencias que tiene el morenismo poblano: 1. No convencen los gobernantes de la capital y su zona conurbada más pujante: las Cholulas, y, 2. Morena no termina de consolidarse como partido en Puebla y su futuro, 2021, está amenazado, por el Revolucionario Institucional y su aparente decadencia –anunciada todos los días, pero que, sin la marca “Amlo” presente en las boletas electorales de este año, ganó 4 de los 5 municipios en disputa-, y, mayormente, por Acción Nacional, al cual solo le faltaría recuperarse de su ausencia de liderazgos no contaminados por el morenovallismo en los dos años que restan para la siguiente elección. De tal suerte, está claro que ninguna de las actuales organizaciones políticas poblanas convence en forma franca y contundente.

Visto así, hoy en día Puebla carece de un instituto político sólido y pujante que se vislumbre como invencible contendiente para el 2021, año en el cual, literalmente, se jugará la continuidad de la 4ª Transformación y su capitán Andrés Manuel López Obrador.

Y en este panorama hay, por un lado, quién puso todo su esfuerzo y merece el reconocimiento: Luis Miguel Barbosa y su equipo más cercano, sin duda; y, por el otro, aquellos que no hicieron lo correcto y, por momentos, ni lo esencial para abonar a favor de su proyecto político conjunto. En este último grupo caben casi todos los morenistas y seudo morenistas que ostentan un cargo de elección popular o una encomienda en los gobiernos municipales que pertenecen a MORENA.

Un dato significativo es que, los municipios donde se tuvo el mayor descalabro político, son, o debieran ser, potencias culturales –y, por lo tanto, bastiones identitarios de la Regeneración Nacional Amloista-, los pueblos mágicos: San Andrés y San Pedro Cholula y la capital: Patrimonio Cultural de la Humanidad. Estos resultados demuestran que ninguno de los tres gobiernos mencionados está consciente de la importancia que supone en el ánimo de los habitantes (votantes) un sólido y consistente proyecto de Cultura. A la luz de las estadísticas, se evidencia que no han procurado –y me atrevería a afirmar que ni siquiera lo han intentado seriamente-, que los pobladores de esas comunidades se identifiquen culturalmente con el gobierno de la 4ª Transformación, pregonada a gritos por el presidente de la República los últimos 6 meses cuando menos.

Esto pone de manifiesto, por un lado, la mediocridad y chatez de la Política Pública Cultural de Michael Bricaire Torres en San Pedro Cholula, Julio Glockner Rossainz en San Andrés Cholula y Miguel Ángel Andrade Torres en la ciudad capital; y, por el otro, la inexistente coordinación estatal cultural desde la Subsecretaría de Cultura. ¿Cómo es que teniendo una población conurbada de casi 1 millón 900 mil habitantes, y separados tan solo por tres leguas (15 km.),  no exista un efectivo y eficaz proyecto de comunidad cultural conjunta, mediante la cual la “nueva cultura morenista” se manifieste al unísono en las Cholulas y la ciudad capital y de ahí a todo el Estado? La única explicación posible es la ignorancia e impericia política, la soberbia y tozudez gubernativa y la inexperiencia y fatuidad cultural que pervive entre los “agentes del pasado” disfrazados ahora de “morenos recalcitrantes”, cuando en realidad no pasan de ser imberbes “neo morenistas”.

Son, sin duda, (parafraseando a Luis Miguel Barbosa en el debate), “los derrotados de antemano”… culturales en este caso.

¿Y con ese background pretenden ser considerados para dirigir la cultura en el gobierno barbosista? ¡Ufff!

El Lago de los Chismes

1. Temporada de inundaciones y ahogos. Desde su inauguración, algunos recintos museísticos emblemáticos del morenovallismo viven con el Jesús en la boca, cuando se implanta la temporada de lluvia en nuestro Estado. Las corruptelas en su construcción, las marrullerías en su manutención y la inexplicable indolencia en la reclamación enérgica, tanto de los vicios ocultos como de los francamente visibles, llevan la zozobra a inusitados decibeles de angustia conforme las aguas se elevan de su cauce natural o se filtran desde los techos y paredes amenazando los acervos. Por obvias razones, cuando más días, meses y años pasan (y a la fecha han transcurrido 2 años medio del de Tehuacán, 4 de los de la ex fábrica de la Constancia Mexicana y 2 y medio de Cholula), el deterioro es mayor y las posibles consecuencias aumentan. Este año no parece pintar mejor que los anteriores, sino peor; al grado que se rumora que, a la primera inundación importante o desgajamiento de consideración, se “ahogarán entre los chubascos” dos o tres directores de área. Es tiempo de sacar los paraguas… y los chalecos salvavidas.

2. Misterio subsecretario. ¿Alguien sabe por qué a la subsecretaria de Cultura no le agrada que la presenten como subsecretaria de Cultura?

3. Destrabando las trabas. A partir del domingo próximo y con la expedición de la correspondiente Constancia de Gobernador electo, comenzará la cuenta regresiva para conocer los pormenores de los Proyectos de Prestación de Servicios, cuya iniciativa para “sacarlos de lo oscurito” fue vetada por Antonio Gali Fayad y, en contra sensu, apoyada por Luis Miguel Barbosa. De todos los PPS, el que produce mayor expectativa, sin duda alguna, es el que sustenta al Museo Internacional del Barroco. ¿Será que por fin conozcamos sus intríngulis y podamos vislumbrar su pervivencia, transmutación o caída?

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Patricio Eufracio Solano

Es Licenciado en Lenguas y literaturas hispánicas por la UNAM.

Maestro en Letras (Literatura Iberoamericana) por la UNAM.

Y Doctor en Historia por la BUAP.