La renuncia de Germán Martínez

  • Juan Luis Hernández Avendaño
Pero Hacienda no está haciendo otra cosa que cumplir las metas, compromisos y deseos de AMLO.

Se fue el primero del sexenio. La renuncia de Germán Martínez al frente del IMSS concretó la primera salida de un gabinete a la sombra permanente de AMLO. Estos meses han estado llenos de rumores sobre renuncias de secretarios de estado, Ebrard, Sánchez Cordero, el propio Urzúa, Jiménez Espriú, pero el ex presidente del PAN no necesitó rumores. Su carta de renuncia es una excelente pieza de buen tribuno, deja ver las entrañas de los golpes entre secretarías y el modus operandi del primer semestre lopezobradorista.

El espaldarazo de AMLO a Hacienda, la razón hiriente por la que se va Martínez, evidencia a un presidente necesitado de dinero. Los recortes allá y aquí se han vuelto en la seña de la 4T con la finalidad aparente de reunir los recursos necesarios para las grandes obras: Aeropuerto en Santa Lucía, refinería Dos Bocas, tren maya. Antiguas y nuevas clientelas han salido a la calle a protestar por la ausencia de becas, del cheque mensual, del dinero en la tarjeta, de la política social. Al caos burocrático propio de los nuevos gobiernos se ha agregado una austeridad presupuestal en múltiples políticas que ya ha afectado, paradójicamente, a la gente más pobre, razón discursiva de la existencia del morenismo.

Martínez no era un soldado de AMLO. Como muchos otros provenientes de las antípodas ideológicas y programáticas a la izquierda, el renunciante se sumó a la ola del cambio, estoy seguro, convencido de que el régimen del PRIAN estaba podrido y no daba para más. Morena, convertido en partido “atrapalotodo” dio la bienvenida a tirios y troyanos, de derecha e izquierda, católicos y pentecostales, con tal de sumar para un triunfo inobjetable en las urnas del eterno luchador social.

La torre de babel morenista se reprodujo en el gobierno. Nunca creí en la hipótesis de que el liderazgo de AMLO iba a disciplinar tanto al partido como al gabinete y su heterogeneidad de perfiles. Todo lo contrario. Estoy cierto que hay mucha más disidencia interna del “modo de proceder” de AMLO que el que conocemos o imaginamos. Ya Monreal dio visos de lo que puede ser una guerra civil en serio por el control de Morena. Los enfrentamientos y fuego amigo entre secretarías y secretari@s de estado demuestran un gabinete disperso, sin estrategia y con pésima ruta trazada. Seis meses y aún no llegan muchas políticas prometidas pero en el mismo lapso se han cercenado varios de los apoyos que tenían grandes segmentos de la población. Peor imposible.

Germán Martínez apunta a Hacienda como el lobo neoliberal que está caminando en sentido contrario de AMLO. Pero Hacienda no está haciendo otra cosa que cumplir las metas, compromisos y deseos de AMLO. Germán lo sabe muy bien pero prefirió enviar su obús a otra oficina de Palacio Nacional. Sólo los incondicionales resistirán el modelo “rizomático” de AMLO de gobernar. Es posible que en el segundo semestre aumenten las bajas de quienes no están dispuestos a tener metas altas y pocos recursos. López Obrador llegó a la presidencia tras un camino caótico, irracional y voluntarioso en la oposición. Esas claves muy dudosamente serán exitosas haciendo gobierno.

Ya hay suficiente evidencia nacional de lo que Morena no puede repetir como gobierno en Puebla si se conservan las tendencias electorales. Normalmente son los gobiernos subnacionales los que copian políticas y programas federales. ¿Podría darse el caso de que gobiernos merenistas subnacionales provean al gobierno federal de pistas de gobernanza? ¿O terminarán en el caos y la dispersión del cambio político? No falta mucho para observarlo.

*Politólogo, Director del Departamento de Ciencias Sociales de la Ibero Puebla.

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Juan Luis Hernández Avendaño

Politólogo, director general del Medio Universitario de la Universidad Iberoamericana Puebla y profesor-investigador de Ciencias Políticas por la misma institución.