Debo decir que me impactaron  los términos de la renuncia de German Martínez a  la Dirección General del IMSS. Desde luego no se trata de festinar las contradicciones al interior del gabinete federal. Soy de los que piensa que lo mejor para los mexicanos es que el Presidente López Obrador, y el  equipo que lo acompaña,  alcancen los resultados que se han propuesto.   Lo contrario, tendría consecuencia irreparables para la nación y para las familias.

El IMSS es una de las instituciones más nobles del Estado Mexicano. Me toco conocer y trabajar en esta institución en el inició de mi carrera como servidor público. Primero como Subtesorero en donde aplique mis conocimientos de ingeniería  industrial para recuperar la cartera vencida que,  a mediados de los setentas,  alcanzaba cerca de dos mil millones de dólares. Se trato  por cierto, ahora que se habla de estos temas, de  un ejercicio de trasparencia y probidad en un tema  delicado que finalmente recupero  cuantiosos recursos fiscales en mora y fortaleció las finanzas del Instituto. Después como Delegado del IMSS en Tlaxcala, en  donde tuve la oportunidad de contribuir al desarrollo de este gran Estado, creando la Delegación, articulando   los servicios médicos ( incluyendo un modelo de medicina preventiva) , las prestaciones económicas, construyendo infraestructura de primer y segundo nivel, unidades  sociales y deportivas y los centros vacacionales, de la Trinidad, y de Montaña, en  la Malinche.

El IMSS  es uno de los proyectos que concretó   la revolución  mexicana. En el artículo 123  fracción XXIX de la Constitución del 17 quedo asentado:  “se considera de utilidad pública la expedición de la ley del Seguro Social y ella comprenderá  seguros de invalidez, de vida de cesantía voluntaria del trabajo, de enfermedades y accidentes y otras con fines análogos”

Pero fue hasta diciembre de 1942 que, a iniciativa del Presidente Manuel Ávila Camacho, se aprobó la ley del seguro social. El proceso de inscripción de trabajadores y patrones, de pago de cuotas ,  de organización del servicio  y de construcción de infraestructura fue largo y no exento de tensiones. Finalmente la formula tripartita de gobierno que corresponde a igual aportación del financiamiento -gobierno-trabajadores-empresarios- fue la llave para dirimir diferencias  y construir la gran institución que, pese a momentos de crisis y extravíos, han construido los tres sectores.

Uno de los tópicos de la renuncia de German Martínez tiene que ver , justamente con la naturaleza jurídica del Instituto y su conformación tripartita de gobierno: el órgano responsable, en términos  de ley, de nombrar funcionarios y tomar las decisiones administrativas y presupuestales  es el Consejo Técnico, mismo que ya nombro a los delegados en los estados. Ahora con la circular reciente de la Oficialía Mayor de la SHCP que deja sin efecto los nombramientos realizados por dependencias y organismos, de enero a la fecha,  se crea un problema de operación y de competencias a tal grado complejo que ha influido en la renuncia del Director del IMSS. En efecto, no puede haber determinaciones administrativas por encima de la ley. Si por razones , validas, legitimas y necesarias de austeridad se requiere concentrar en la SHCP la recaudación de cuotas obrero- patronales o la compra de medicamentos o la contratación de personal;  entonces hay que cambiar la ley del SS, los ordenamientos fiscales y la ley de  presupuesto y responsabilidad hacendaria. Es entendible, que  en un gobierno que se propone el cambio de régimen,   eventualmente se emprendan   cambios radicales como el del gobierno tripartita en el IMSS, pero ello requiere  algo más que circulares administrativas. Precisa de un nuevo entramado jurídico de los sistemas  de seguridad social.

El otro tema de fondo es el papel  omnipresente de la SHCP en la asignación de recursos y administración de dependencias y organismos. En los meses previos al inicio del actual gobierno federal aporte  al equipo de transición  una reflexión sobre como organizar la administración de los Programas Federales de Bienestar . Un resumen fue publicado en este mismo espacio  como “Las nuevas delegaciones federales”, e-consulta, octubre  9,2018.

Ahí propuse que una de las opciones para recuperar el desarrollo sobre bases de equidad y justicia  era volver  al modelo de la Secretaria de la Presidencia , después,  Secretaria de Programación  y Presupuesto   de los años sesentas y ochentas del siglo pasado. Es decir desagregar del ámbito de funciones de   la SHCP la asignación del presupuesto y otorgar  la facultad a la nueva Secretaria del Bienestar.

Justamente, tan mencionados  personeros del neoliberalismo- todos los que laboramos en el gobierno anterior los padecimos-  estaban en la SHCP. Como se ha dicho:  una tecnocracia insensible y ajena a la realidad de la nación. ¿Como explicar , por ejemplo, que teniendo recursos disponibles para el ejercicio 2018 no pagaron los adeudos del gobierno del que formaron parte?  O no dispusieron de la liquidez para terminar las obras. A largo de la historia fue una cuestión de honor de los gobiernos salientes pagar las deudas y terminar  las obras. ¿Como esta tecnocracia no pago ni concluyo obras a la vez que dejo recursos en diversos fondos?    Peor aún, hicieron de la planeación un ejercicio fatuo y ficticio.  

Uno de los fundamentos de la renuncia del Director del IMSS es que mientras el Presidente López Obrador proclama  el fin del neoliberalismo Hacienda continúa aplicando las misma recetas: “Ahorro y más ahorro, recortes de personal y más recortes de personal y un rediseño institucional donde importa más el cargo que el encargo”.

En reportaje magistral del diario ejecentral  titulado “La comisaria de la 4T” los autores Tomas de la Rosa, Oscar Santillán y María Idalia Gómez  describen la génesis, formas de pensar y actuar del nuevo grupo a cargo de la SHCP que  puede explicar , en parte, la incertidumbre y  los desencuentros en el gobierno federal que ya anticipan nuevas renuncias .Sería  un error desestimarlos y desvincular sus efectos  de la estrategia general   de la  administración pública federal que ante la realidad de los hechos debe ser, urgentemente, evaluada.