¿Depresión laboral? Más poblanos desisten de buscar un segundo empleo

  • Lucero Hernández
Son más quienes no quieren conseguir otro empleo frente a quienes buscan diversificar sus ingresos.

Hacia políticas públicas efectivas para atender la depresión que en el mercado laboral generan las condiciones críticas de empleo en Puebla, es hacia dónde debería centrarse el trabajo de las dependencias gubernamentales a nivel estatal y federal. El trabajo es un motor de crecimiento económico y desarrollo social que impacta directamente en una mejor calidad de vida. 

Claro, ese es el ideal, pero la realidad es que en el caso de Puebla la precariedad persiste y mantiene al estado en la novena posición nacional con mayor Tasa de Condiciones Críticas de Ocupación (TCCO), que mide el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) en su Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE), y que revisa la situación del trabajo en cuanto a las horas laboradas en razón del ingreso económico.

Puebla es el noveno estado donde se trabaja mucho y se paga poco. Sumemos a esto la Tasa de Informalidad Laboral que mantuvo el mismo comportamiento entre el primer trimestre de 2018 (enero-febrero-marzo) y el primero de 2019, cuyos resultados del ENOE se dieron a conocer este jueves; es decir, se mantiene el número de poblanos que trabajan en el sector informal, sin garantía de una fuente de trabajo reconocida legalmente.

En informalidad laboral, Puebla es sexto lugar nacional: su población es más vulnerable por las condiciones de su trabajo.

Como reporte estadístico que nos permite entender el comportamiento del empleo por estado, la ENOE arroja datos interesantes que vale la pena destacar porque advierten de un clima de depresión en el que la cifra de poblanos subocupados (trabajan menos de 35 horas semanales y pueden trabajar más horas) no sólo creció en razón de la demografía poblacional, sino que son más quienes no quieren conseguir otro empleo frente a quienes sí buscan diversificar sus ingresos.

De los 125 mil 567 poblanos subocupados, 113 mil 220 no quieren ampliar sus ingresos, y 12 mil 347 sí. Frente a los indicadores del año pasado, la cifra de quienes se limitan a un trabajo aumentó y quienes amplían su panorama, disminuyó.

A esto, podríamos agregar aquellos poblanos que no cuentan actualmente con un empleo, están disponibles y pueden ingresar al mercado laboral sin problema; no obstante, han desistido de hacerlo. En esa condición se encuentran mil 336 personas, cuando en el año pasado eran 419.

La desigualdad salarial por género es otro de los factores negativos que rodean al mercado laboral en Puebla. Son las mujeres quienes, por encima de los hombres, ganan menos de 1 salario mínimo: perciben un promedio de menos 3 mil pesos al mes 346 mil 837 mujeres frente a 305 mil 301 hombres.

Escenario similar se observa en los trabajadores que no perciben ingresos: 172 mil 269 mujeres frente a 134 mil 639 hombres. En el resto de rubros: 3 a 5 salarios mínimos, los hombres lideran el grupo con mayores ingresos. 

El ENOE del primer trimestre de 2019 nos arroja para Puebla: mayor número de población ocupada, por ende, creció el desempleo y con ello, la informalidad laboral. Sobre esta calidad de empleo, la situación es: menos poblanos perciben ingresos superiores a 15 mil pesos mensuales y mas poblanos ganan menos en promedio 6 mil pesos al mes.

Si bien la ausencia de la seguridad social como derecho laboral se mantiene presente en las ofertas de empleo en Puebla por encima de quienes sí lo garantizan, ambos, en un año, crecieron.

Más gente concluye su relación laboral con su empleador, sea despido o renuncia, y menos poblanos cierran su propio negocio, la diferencia: 3 mil 182 en 2018 a 2 mil 215 para los primeros tres meses de 2019.

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