“(…) este asunto resultó, desde el principio hasta el fin,

un juego de equívocos insensato y un tanto absurdo

(…) en muchos aspectos, persisten el sinsentido

y el disparate, todo permanece confuso y oscuro

 a pesar de mis esfuerzos, reales e ingentes, me crean o no.”

Tienda de los milagros. Jorge Amado.

La confianza empresarial para invertir en Puebla era de 56.06 en junio de 2011 y se mantuvo como la segunda más alta hasta febrero de 2013 cuando fue de 56.70; a febrero de 2019 está en 51.03, de acuerdo con la encuesta más reciente de la Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex).

El indicador mide de 0 al 100 la confianza para invertir: arriba de 50 por ciento da señal de optimismo, y ahí se encuentra Puebla; caso contrario a cuatro entidades donde el optimismo anda alicaído: Campeche, Baja California Sur, Quintana Roo y Guerrero. La encuesta califica como estado muy optimista si se sobrepasan los 51 puntos; regular, si se promedia entre 50.80 y 51; en aquellos menores de 50 son menos optimistas.

Una confianza empresarial sana, indica el análisis, es síntoma de un mejor entorno económico que motiva de forma sostenida el aumento de la inversión: la confianza es un ingrediente del crecimiento económico, por lo que monitorear ese indicador ayuda a identificar zonas rezagadas y a definir estrategias que impulsan el optimismo empresarial.

De los 10 indicadores que mide Coparmex con la herramienta de datos construida a través de encuestas entre sus socios, el de Confianza Empresarial en Campeche, Baja California Sur, Quintana Roo y Guerrero arrojó porcentajes de 49.22, 49.79, 49.92 y 49.95, respectivamente. Los porcentajes se construyen a partir de indicadores nacionales de confianza en los sectores manufactura, construcción y comercio; para obtenerlos a escala estatal se ponderan según el tamaño que representan los sectores en la producción total estatal. Los datos vienen del INEGI y se actualizan de forma mensual.

Y aunque Puebla se encuentra en 51.03, apenas 1.03 arriba del promedio de 50 por ciento que no es una buena calificación para indicadores de gobierno, seguridad y corrupción, lo cierto es que con respecto de 2011 la pérdida de confianza empresarial es muy significativa e indica que los empresarios están cada vez más nerviosos al momento de decidir si invierten o no sus capitales y, por ende, si generan o no empleos.

En el país, la confianza empresarial se ubicó en 50.9 por ciento, un aumento de 1.7 con respecto de 2018. Ese optimismo se ve reflejado en los sectores de manufactura, 51.3 por ciento; comercio, 49.84 por ciento, y construcción, 47.78 por ciento.

Además, los datos de la central empresarial indican que sólo 22 por ciento de sus agremiados considera que el gobierno del estado cumple con sus propósitos, de acuerdo con el indicador Marcaje a mi Gobierno.

El indicador Más Seguridad, que identifica “la victimización criminal a la que se enfrentan los empresarios”, mide el porcentaje de empresas víctimas de delito en el último año. Puebla es uno de los estados con altos porcentajes: 72.9 por ciento de los socios de Coparmex fueron víctimas de algún delito, junto con Baja California, 78 por ciento; Guerrero, 78 por ciento; Hidalgo, 80 por ciento; Tabasco, 85 por ciento y Oaxaca, 90 por ciento.

Es bueno preguntar entonces ¿qué hicieron las administraciones de Rafael Moreno Valle Rosas y Antonio Gali Fayad para que los hombres de negocios perdieran la confianza y, segundo, para que no fueran víctimas de la delincuencia, organizada o no, que genera pérdidas económicas.

APUNTE

A partir de hoy y hasta que la argumentación aguante, la columna Acantilado será publicada en el periódico digital e-consulta gracias a la generosidad y hospitalidad de su director general Rodolfo Ruiz.

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