Cuando las benditas redes sociales se volvieron su mayor crítica

  • Lucero Hernández
No es lo mismo buscar el poder que tenerlo.

De “benditas redes sociales” a urge un mecanismo para evitar la contratación de bots, así de rápido cambió el discurso del presidente Andrés Manuel López Obrador, a cinco meses de gobierno, sobre el poder de las redes sociales.

Estaba bien todo cuando era apoyo a su campaña, en su momento lo dijo y lo reconoció: sin las redes sociales su triunfo electoral no sería una realidad. Ahora desde el poder el escenario es distinto y así lo ha hecho saber, no es lo mismo buscar el poder que tenerlo, y tampoco desde las redes sociales.

En su mañanera, López Obrador pidió a Facebook y Twitter, generar un mecanismo para evitar la contratación de bots o robots “porque a veces es muy evidente en algunos casos” y subrayó: no es censura, es ética, para defender su postura frente a una ola de críticas que promovieron el hashtag #AMLORenuncia en su contra por callarse frente a los hechos violentos en Minatitlán, Veracruz.

Sin prueba alguna, como ya se hace costumbre en las mañaneras, el Presidente aseguró que hay campañas de bots pagadas con presupuesto público. Dudas no caben, las redes sociales se han convertido en un negocio de bajo costo y alta efectividad. En las campañas políticas, son obligadas las estrategias digitales para el candidato y en contra de la oposición, y López Obrador lo sabe.

La situación está en que ahora el poder está en él y la oposición frente a la construcción de su gobierno, no cabe. Lo ha hecho saber así, sin inmutarse: el periodista debe ser prudente “si ustedes se pasan ya saben lo que les pasa”, o mensajes como el de su esposa Beatriz Gutiérrez Müller: “Un negocio redondo para @TwitterLatAm @TwitterSeguro (…) crece el nivel de violencia verbal sin que los responsables de dicha empresa se inmuten”. O el mensaje de la diputada federal, Tatiana Clouthier: “Qué sorpresa la cantidad de cuentas o falsas o bots. Han aumentado de forma desmedida”.

Actores en el poder Ejecutivo y Legislativo con el llamado de prudencia, que de acuerdo con la Real Academia Española, se refiere a la moderación y al buen juicio, o desde el cristianismo, a distinguir entre lo bueno y lo malo; lo que pide Andrés Manuel es que el periodista en su ejercicio de trabajo, reconozca esto y lo separe, entonces la pregunta es ¿dónde queda la libertad de expresión, el respeto al ejercicio informativo?

Lo expuesto por Clouthier y Gutiérrez Müller parece únicamente centrarse en ataques al gobierno federal, pero no hacen mención de lo contrario, aquellos seguidores que atacan a la oposición de la 4T, y en medio de esto, sí hay tanto bots como personas con voluntad propia que libremente manifiestan su inconformidad, pero que son fácilmente señalados como robots, sólo por su ideología contraria.

Lo que busca el Presidente con estas declaraciones y llamados a las empresas digitales es intervenir en la conversación orgánica, es focalizar todo lo que suene a la oposición y ubicarlo en un tema de automatización. Frente a esto que claramente ha generado inconformidad está el mensaje de Jesús Ramírez Cuevas, coordinador General de Comunicación Social de la Presidencia de la República, quien reconstruyendo el discurso de los actores políticos, reafirmó que la postura es: no a la mercantilización de la información y a la censura, sí a la libertad de expresión y al derecho a la información. No a las campañas de odio e intolerancia, pero sí al debate libre y documentado.

Parece desconocer que la mercantilización nace desde la política, que no hay libertad de expresión si se pide prudencia, que en la defensa del derecho a la información hay miles con clara oposición de la 4T y exigen voces críticas, y que al pedir debates documentados, hay cientos de mexicanos lejos de un nivel educativo que cubra esta demanda.

Este es el debate actual, frente a voces de “prensa fifí”, ataques a medios señalados de estar ligados a gobiernos pasados, y el llamado a generar lineamientos que estructuren las redes sociales. Ya lo decía Rossana Reguillo, investigadora de Signa_Lab ITESO, responsable del reporte Democracia, libertad de expresión y esfera digital. Análisis de tendencias y topologías en Twitter. El caso de la #RedAMLOVE, el papel del gobierno y del área de comunicación social es colocar una narrativa de concordia, donde la disidencia sea bienvenida.

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