Gabo y el latino americanismo

  • Marcela Cabezas
Que los escritores se desliguen de la escuela europea y estadounidense.

El éxito de la obra del escritor colombiano Gabriel García Márquez significó el reconocimiento de la pluma latinoamericana, así como el lugar en el mundo de los emergentes escritores latinos que en la década de los noventa plasmaron una visión nacionalista e utópica. El Nobel de literatura es también, y sobre todo un triunfo al potencial literario de la región, referente obligado para los escritores (a) ávidos en continuar la tarea.

“Gabo” nació en Aracataca, Magdalena el 6 de marzo de 1927 y murió el 17 de abril del 2014 en la ciudad de México: ¡un año más de su aniversario!  En el espacio de ambos países recibió inspiración política y social para desarrollar su obra, mismos que fueron como su primer y segundo hogar , y hoy celebran el legado del Nobel de Literatura con su novela más conocida Cien años de Soledad publicada en 1967 y premiada en 1982 por la Academia Sueca. 

Durante su formación García Márquez creció entre los paisajes cálidos del Caribe y el invierno lúgubre de la capital del país, Bogotá, a donde se trasladaría para formarse como abogado en la Universidad Nacional sin concluir la carrera; pronto se dedicará a escribir columnas en el diario el Espectador- siendo corresponsal nacional e internacional por varios años- descubriendo allí su habilidad periodística y su verdadera pasión por la escritura.

Abundan las historias en torno a las razones por las cuales  “Gabo” , o “Gabito”, como también se le conocía, escribió su novela más importante Cien años de Soledad, traducida a mas de cuarenta idiomas y su mayor éxito en la puesta comercial, aunque no el único.

El Best- seller de Márquez es ni mas ni menos que una mezcla de lo real y lo ficticio acerca de una época en la cual el país vivía constantes conflictos intestinos, la Guerra de los Mil Días(1899-1902)  en Colombia es la experiencia que develara los haces políticos del bipartidismo en pugna por entronarse en el poder desde la capital y la capa social rural – sobre todo-  que acarrea con las decisiones de los dirigentes del mismo; la perdida de Panamá será la consecuencia más palpable de aquella época sangrienta resuelta por un tercero afortunado, Estados Unidos.

Cien años de Soledad es resultado de dos felices coincidencias: la capacidad narrativa entre realidad y ficción de Márquez, y, un contexto convulso social y políticamente que al conjugar darán luz verde a su obra maestra.

Por un lado, mientras el escritor colombiano teje y entrecruza una y otra vez la descendencia de la familia Buendía, las hazañas del coronel Aureliano, el ascenso al cielo de Remedios la Bella y el designio de un gitano que finalmente se hace realidad al nacer un bebe con cola de cerdo que será devorado por las hormigas, todo bajo un halito de originalidad; el país- y diversos países de la región- experimentan eventos desafortunados a nivel social en donde la guerra será el recurso constante, al tiempo que la inmanente apertura económica evidencia el lugar de Latinoamérica en el globo como patio trasero al interés de los países del primer mundo, eventos como la masacre de las bananeras serán el derrotero de una política bipartidista harto desgastada y sitiada por los tentáculos del capital extranjero en el país cafetero.  

En este punto es necesario situar a literatos que en los años ochenta y noventa procuran plasmar la convulsión social que en Latinoamérica surte a pesar del desligamiento de la corona española, la relación colonial continua por otros medios: el ascenso de gobiernos militares en México, el Salvador, Chile, Uruguay, Brasil, y otros más, ilustran una etapa en la cual la Revolución cubana será la punta de lanza para el realismo-mágico, la poesía, la prosa y la narrativa a la que se aferran escritores como Pablo Neruda, Mario Vargas Llosa, Julio Cortázar, Carlos Fuentes, Ernesto Sábato y por supuesto García Márquez y otros marcaran el boom latinoamericano.

El boom latinoamericano será el momento de mayor visibilizacion de problemáticas políticas y económicas estructurales que repercuten socialmente al interior de estos países a partir de la pluma, de la narrativa y el periodismo. Debatiéndose entre continuismo e inestabilidad los “(…)poetas, músicos y profetas, guerreros y malandrines, todas las criaturas de aquella realidad desaforada debemos pedirle poco a la imaginación, ya que el mayor desafío para nosotros es hacer creíble nuestra vida, esta es, el nudo de nuestra soledad(…)”1.

En ese contexto, el boom latinoamericano con el premio Nobel de literatura como evento notable, no solo es el triunfo comercial por la magnitud de la reproducción textual, es ante todo un triunfo intelectual por sentar un precedente para que los escritores se desliguen de la escuela europea y estadounidense – sin obviar sus bases-, y, se acentúen en las nacientes naciones con sus problemáticas, particularidades y sobre todo su cosmovisión “originaria”.

 Notas

  1. https://expansion.mx/entretenimiento/2014/04/17/discurso-de-gabriel-garcia-marquez-al-recibir-el-premio-nobel-en-1982)

Opinion para Interiores: 

Anteriores

Marcela Cabezas

Magíster en Ciencias Políticas y politóloga colombiana. Catedrática y columnista en prensa independiente.