Pacheco o los deberes del interino

  • Xavier Gutiérrez
El gobernador interino deberá dialogar con todos.

El fin de semana se daba por hecho que el gobernador interino designado sería don Guillermo Pacheco Pulido. Un hombre con destacadas cualidades, será, o sería, una acertada decisión del Congreso. Pero ahora habrá que trascender el momento y pensar ya en lo que se requiere hacer en el estado.

El gobernador interino deberá dialogar con todos. Es un deber ineludible para fincar entendimientos. Eso baja la presión y hace a un lado prejuicios. Decir esto pareciera una obviedad. Y lo es. Pero pensemos en esa necesidad impostergable como un urgente contraste de lo que no ocurría apenas ayer.

En tiempos del morenovallismo el diálogo fue cancelado. Era la voz y decisión del poder. Y el acatamiento mudo o atenerse a las consecuencias. Así ocurrió en ocho años y ese era el signo ominoso en el sexenio que empezaba.

Otro elemento imprescindible deberá ser la forma sencilla en el ejercicio del poder. Abolir el espionaje y la intolerancia frente a la disidencia. Hacer a  un lado guaruras y un aparato de seguridad aislante, amenazante y hostil. El cierre de cuatro manzanas a la redonda del sitio donde estaría el poderoso era lo común.

Mas las caravanas de ostensibles camionetas de lujo llenas de guardianes. ¿Para qué demonios? López Obrador prescinde de todo esto y este sólo hecho le reditúa carretadas de aprobación y popularidad. Son gestos de comunicación económicos altamente rentables.

La revaloración de poblanos capaces en el gabinete es otro punto. El amiguismo y la improvisación son pésimos consejeros. Habrá que rectificar designaciones con tal signo y eliminar familias o figuras encumbradas caracterizadas sólo por la sumisión o la perversión del poder.

Otro elemento más es enderezar lo torcido. Si hubo asideros legales para imponer funcionarios por muchos años como cotos de poder esto hay que corregirlo. Los funcionarios no deben ser parte hereditaria de una camarilla. Y menos con la sola razón de la obediencia y la prolongación del poder más allá de un sexenio.

De ser Pacheco Pulido el interino, él es un experto en el manejo de la ley para reparar entuertos.

En el plano externo el cuidado de las formas es indispensable. El diálogo y una cercana distancia con los otros poderes se impone. Pero especialmente con el Congreso, que fue tratado por seis años como un rebaño o una piara. Con la feliz complacencia de los “representantes populares”, hay que subrayarlo. Y en los últimos tres meses con la punta del pie. Proscribir la arrogancia en esa relación es impostergable.

Entre lo urgente, pero además importante,  está la seguridad. Esto debe ocupar las 24 horas en la estrategia del nuevo gobernante. Operar con una sincronía perfecta con el poder federal. Pero además, articular y vigilar la operación de un aparato de seguridad que atienda con los cuidados de un cirujano este aspecto.

Esto es fundamental. Puebla está en el ojo del huracán.

El primerísimo deber de un gobierno es cuidar la integridad del ciudadano y garantizar una convivencia con orden y tranquilidad. Esto se encuentra sostenido con alfileres.

 Hay una extendida  percepción de inseguridad, temor y se daña seriamente el patrimonio de todo mundo. Comerciantes y empresarios de todos los niveles ven severamente dañados sus bienes, sus negocios,  y se frenan las inversiones. Es realmente quemante el clima que carcome la seguridad en Puebla todos los días. Esto no puede seguir así.

Otro elemento más es  el ejercicio del presupuesto por los ayuntamientos. Sus participaciones fluyen lentamente. Pero lo más grave: el manejo de estos recursos por la mayor parte de los alcaldes es deshonesto, no tiene seguimiento y,  más grave aún,  no se frena ni existen sanciones ejemplares.

Eso da lugar a alcaldes y funcionarios ricos y corruptos, que dejan los palacios saqueados y los ayuntamientos con deudas cuantiosas. Esto no es cuento, acaba de suceder con el cambio de sexenio. Y no hay castigo alguno ni ladrones tras las rejas. Se tiene que frenar todo esto.

En la lista de prioridades está también la pesada deuda que sufre el gobierno poblano bajo el disfraz de proyectos de inversión. Con la ley y la lupa en la mano, es un reclamo extendido revisar a profundidad el punto y rectificar todo lo improcedente. Y aquí cabe el museo del barroco, carreteras, instalaciones culturales, la concesión del agua y cien cosas más.

Desde luego, garantizar un clima electoral a partir de la   confianza y respeto a la legalidad es el telón de fondo de la tarea que asumirá el gobernador temporal. Esto está en la mesa, a la vista de todos en Puebla y bajo la mirada del país.

Por todo esto, es de importancia extraordinaria la responsabilidad que tiene en manos quien sea designado para el interinato. Ese periodo será el cimiento y piso de los seis años por venir.

xgt49@yahoo.com.mx

 

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Xavier Gutiérrez

Reportero y director de medios impresos, conductor en radio y televisión. Articulista, columnista, comentarista y caricaturista. Desempeñó cargos públicos en áreas de comunicación. Autor del libro “Ideas Para la Vida”. Conduce el programa “Te lo Digo Juan…Para que lo Escuches Pedro”.