La reforma educativa, un timo

  • Gustavo Santín Nieto
Los maestros son los “más indicados” para acompañar al presidente en las tareas de transformación.

Cartas a Gracia

 

La fecha en la que se realizaría el concierto Hamilton en el teatro de Bellas Artes de Puerto Rico, protagonizado por su autor Lin Miranda Castro llegó y la emoción que sientes no podría menos que admirarse. Expresas al mismo tiempo que el deseo por asistir, coincidencias con quienes denuncian el estatus colonial -de estado libre y asociado- que vive la isla desbastada por el huracán María en 2017. Altruista que un artista de la talla de Miranda, oriundo de esa tierra, emprenda una campaña internacional para recaudar fondos que auxilien en la reconstrucción y que en un ejercicio que calificas como democrático, rife, a través de una lotería, boletos cuyo costo de 10 dólares, permitiría que cualquier interesado asistiera. Te comento que la euforia que te acompaña revive el recuerdo de Rafael Hernández y su Lamento Borincano, calificada por muchos como la primer canción de protesta latinoamericana. Por cierto quienes viven en Puebla, una entidad convulsionada políticamente por el proceso electoral que se avecina, pueden evocar al Jibarito, cantando “Qué Chula es Puebla”, himno no oficial de la entidad de Zaragoza.

Mientras tanto, acuso recibo de la “historia de los tres sobres” Gracia, un viejo cuento ruso rememorado en 1982 por el periódico español El País, relato que sale a colación porque en alguna de las pasarelas mediáticas que -al parecer- tanto gustan a Esteban, aseverara en referencia a la Reforma Educativa, que sí nos timaron aunque no en todo. Hacía alusión al asunto de los pagos pendientes desde 2016 por resultados de excelencia obtenidos en las evaluaciones de permanencia y que dicho sea de paso impactara solo al concepto 007 (salario base) y a las horas de la asignatura sustentada. La administración de Peña timaría a la sociedad mexicana haciéndole creer que con él se habrían iniciado las evaluaciones de ingreso al servicio profesional docente, lo mismo que la evaluación de promoción y la asignación respectiva en base al mérito. Los antecedentes que muestran que no es así, se remontarían en el primer caso al reparto y asignación de plazas a las que se sometía a los egresados de las escuelas normales en la administración de Felipe Calderón, y en el segundo, a la firma del Acuerdo Nacional para la Modernización de la Educación Básica en 1992.

Pero abordemos temas que nos interesan. Dicen por ahí que “a río revuelto, ganancia de pescadores”, máxima que se aplicaría a instrucciones que violentarían la rectoría de la educación y que, de acuerdo a Esteban, conservaría el gobierno de la República; sin embargo, la coyuntura permite que Alfonso Zepeda, Secretario General del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación, instruya a los docentes del país que enseñen valores “con el objetivo de apoyar la estrategia contra el robo de hidrocarburos emprendida por la Administración de Andrés Manuel López Obrador”, ignorando que todo lo conducente a planes y programas de estudio se encuentra reservado al ejecutivo federal, por obra y gracia del artículo 3º de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos en cualesquiera de las dos versiones; en la vigente y lo mismo en la iniciativa de reforma a los artículos 3º, 31 y 73 enviada a la Cámara de Diputados por el titular del ejecutivo federal, el 12 de diciembre de 2018.

Mientras que Esteban pondera la construcción de acuerdos con “todos los actores interesados” entre los que incluye a maestras, maestros, madres y padres de familia, sindicatos y organizaciones de docentes, Zepeda se agandalla invadiendo competencias propias de la autoridad educativa, bajo el garlito de “enseñar a los niños la importancia de la transparencia, honestidad, y honradez” (Reforma, aplicaciones/artículo, 18 de enero). Ojo Gracia; Poncho -como le llaman sus cuates- se salta las trancas. No sólo establece fechas, sino que en un afán por congraciarse con quien todo lo puede, avisa que también explicaran a los padres “por qué se tomó la decisión de cerrar los ductos que abastecen de combustible al País para el combate de este delito”. De manera oportunista y buscando granjearse con AMLO, destaca que los maestros son los “más indicados” para acompañar al presidente en las tareas de transformación que carga a cuestas. Me recuerdas que hace más de siete meses, al tenor de la campaña electoral, el SNTE juraba amor eterno a Mead Kuribreña, candidato presidencial externo del Partido Revolucionario Institucional, institución abandonada tan luego se diera la confrontación entre Juan Díaz de la Torre y Elba Esther Gordillo Morales.

Poncho Zepeda y el SNTE no son los únicos que pretenden seguir dictando la plana en el sector educativo. La OCDE y otros organismos empresariales se anotan y también tiran línea. Mientras que Esteban reconoce “trabajar” con quienes en un pasado reciente (Suma por la Educación, Mexicanos Primero, Compromiso Social por la Calidad Educativa, entre otros), denostaron a las maestras y los maestros y los señalaran como los responsables por los malos resultados que niñas, niños y jóvenes obtienen en evaluaciones nacionales e internacionales (PISA, PLANEA), la OCDE declara -sustituyendo al órgano rector que debería encargarse de darlo a conocer-, que construiría  con el gobierno de AMLO un nuevo proyecto educativo.

Gracia, la reforma educativa de Peña Nieto ya timó a la sociedad mexicana una vez y desaprovechó las circunstancias para generar una gran política de Estado que pusiera por delante el interés nacional. México tiene una segunda oportunidad que podría desembocar en una nueva decepción si quien tiene la responsabilidad de la conducción, se deja comer el mandado.

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Gustavo Santín Nieto

Poblano por elección. Profesor Educación Primaria, licenciatura en Economía UNAM y Maestro en Administración Pública INAP Puebla. Asesor de SEP en varios estados. Miembro SNTE. Dirige IUP y Coordina la AUIEMSS