Los próximos 24 y 25 de noviembre, el presidente electo, Andrés Manuel López Obrador, convocará nuevamente a los mexicanos a una consulta ciudadana para decidir el futuro de distintos proyectos (el tren maya, Refinería dos bocas, Tren del Istmo y 10 programas sociales), cumpliendo así sus promesas de campaña y generando una imagen admirable para unos y dudosa para otros. La pregunta que nos hacemos en estos momentos es por qué hace realmente estas estrategias de opinión pública.  Si se repite el formato de la consulta del NAIM, sólo veremos la opinión del 1% de la población, con una consulta fuera de la ley, con un gasto innecesario, sin una metodología ni una institución que avale la información obtenida. ¿Cuál es la finalidad de preguntar las necesidades y deseos?

En un mundo ideal, podríamos decir que está efectuando la democracia de manera debida e incluso está ejecutando la verdadera voz del pueblo. Pero, ¿acaso no es absurdo que se les pregunte a los ciudadanos su opinión si este proyecto ya tiene, incluso, fecha de inicio? El tren maya comenzará el proceso de construcción el 16 de diciembre, de acuerdo a la oficina del presidente electo. Entonces, ¿qué se está buscando generar? Entendemos que quiere ser percibido de una manera, pero si ya ganó, ¿para qué seguir con la estrategia de campaña? La respuesta es muy sencilla, desea ser coherente con su imagen manteniéndose firme a su palabra, aunque esto pueda significar terminar en incoherencia y dañando la idea que ya se tiene de él.

Ya existe un sitio web que explica cómo se realizará www.tren-maya.mx, inclusive tiene gente dando explicaciones de cuándo inicia el proyecto y se mantiene firme a su palabra de que esta obra se llevará a cabo. Todos estos elementos ya están transmitiendo un mensaje aparente: “se va a hacer lo que diga”; pero, bueno, ese no es el punto, lo que se debe de destacar es cómo lo está promoviendo. Está utilizando un elemento argumentativo donde nos hace pensar que sí considera la opinión de los gobernados y así justifica su toma de decisiones; entonces, ¿quiere vender la idea de que México es un país democrático y escucha las necesidades y opinión de sus gobernados? O, ¿quiere mejorar su posicionamiento como figura pública para otro fin aún no decidido o establecido?

Sea cual sea la verdad, vemos que sigue trabajando en temas de su imagen pública, dando seguimiento a sus promesas de campaña, manteniéndose fiel a su mensaje, reforzando la percepción aprobatoria. Tal vez sea una estrategia funcional a corto plazo, aunque no sabemos si a mediano y largo plazo pueda o deba de seguir así, pues recordemos, primero, que ya no es un candidato y, segundo, que los objetivos y necesidades del público van cambiando; por ende, deben adaptarse las estrategias y tácticas con base en el contexto. Esto no implica romper con su esencia ni con las promesas realizadas en campaña.

En Proyector: Esencia y percepción creemos firmemente que la imagen debe ser un elemento vivo que acompañe todas las estrategias de posicionamiento. La planeación y ejecución pueden ir cambiando; sin importa cuál sea el resultado, siempre se puede mejorar.

La estrategia que utiliza AMLO para justificar su decisión es buena, pero parece tener un elemento detrás que se percibe oculto. Recordemos, pues, “no hagas cosas buenas que parezcan malas, ni malas que parezcan buenas”. Este dicho popular puede ser una realidad y si no se toma con la debida precaución, podríamos estar en la presencia de una persona que justifica egoístamente con el simple hecho de decir: “yo pregunté y ustedes eligieron”. Hasta ahora, no nos queda más que confiar en la decisión del presidente electo y aceptar sus decisiones esperando que éstas sean las mejores para el país y no sólo para cubrir ciertas demandas como figura política.

Por último, no olvidemos que uno de los elementos fundamentales que se requiere para crear una imagen pública es saber cómo manipular y dirigir los estímulos más puntuales y       necesarios, con base en la esencia, para obtener la percepción deseada. Todo indica que Andrés Manuel ya lo entendió y lo lleva a cabo en su día a día. Ya veremos hacia dónde nos lleva esta aplicación…