La Tecnocracia es la Oligarquía
- Guillermo Aréchiga Santamaría
La cuarta transformación de este país implica cambios en la organización del gobierno que permitirá hacer una nación incluyente, solidaria, un gobierno para todos.
México está lastimado. Los gobiernos anteriores mediante un modelo oligarca dejaron un país inseguro, pobre, desigual y corrupto. Como una muestra más de la situación en que se encuentra el país, hace unos días se publicó una investigación que llegó a la prensa internacional, menciona que han aparecido casi 2 mil fosas clandestinas en los últimos 11 años. En 2017 el Secretario de Educación Pública utilizó casi 2 mil millones de pesos para promover su imagen y aspiraciones políticas, casos que demuestran que las prioridades de la administración saliente fueron claras y sus resultados gravísimos para el bienestar de la sociedad: un altísimo nivel de desigualdad, la incidencia delictiva en los mayores niveles desde que se tienen registros y los casos de corrupción que permean a todas las actividades públicas, son el día a día de nuestro país.
Para construir un cambio real, es necesario establecer con claridad las prioridades que ha de perseguir la acción gubernamental, y en consecuencia, organizar las instituciones del gobierno para que actúen para alcanzarlas.
En la Cámara de Diputados, los legisladores de los partidos que han gobernado desde el inicio de nuestra democracia, se opusieron tajantemente a los cambios propuestos por el Presidente Electo a la Ley Orgánica de la Administración Pública Federal, defendiendo a capa y espada el status quo que les funcionó tantos años.
Los cambios propuestos se aprobaron con el voto de la mayoría de representantes de la voluntad popular, teniendo siempre en cuenta el compromiso que hicimos con la ciudadanía de transformar al país. En mi caso, tuve la oportunidad de defender mi voto en tribuna de la Cámara de Diputados, porque considero que la nueva organización del Gobierno Federal generará mayores controles para erradicar desde raíz la corrupción, limitando a los servidores públicos que estarán facultados para hacer compras y contrataciones con los recursos públicos; disminuirá el número excesivo de representaciones de las dependencias federales en los Estados, y creará la Secretaría de Seguridad Ciudadana para coordinar a las diferentes fuerzas de seguridad pública en todos los niveles de gobierno.
Como maestro, debo decir que apoyo las modificaciones a la organización del gobierno porque, por primera vez, la Ley mandata a la SEP para atender de forma prioritaria a las niñas y niños de la primera infancia, en lo cual nos jugamos el futuro de México; obliga al fomento a la lectura y de la historia en las niñas, niños y jóvenes; y sobre todo, garantiza la capacitación continua de las y los maestros con evaluaciones integrales de todo el proceso educativo, en lugar de las medidas actuales que sólo desprestigian y persiguen a las maestras y maestros mexicanos.
México no puede esperar, los más de 53 millones de pobres y las víctimas de la delincuencia y de la corrupción no pueden estar sujetos a las medidas que durante décadas han implementado los tecnócratas, con un modelo diseñado para beneficiar a unos cuantos a costa del resto. El nuevo modelo de gobierno será incluyente para todas las personas.
La cuarta transformación de este país depende en mucho de las acciones que se tomen en torno a la legislación de este país, debemos arrancar de raíz aquellas reformas que han frenado el desarrollo de México. Sin duda, como legisladores tenemos una gran responsabilidad en nuestras manos, donde el principal objetivo es hacer de nuestro país una nación incluyente, solidaria, que priorice a quienes menos tienen y que combata en todos los frentes la impunidad y la corrupción.
Opinion para Interiores:
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Licenciado y Maestro en Derecho Penal Universidad Cuauhtémoc. ExJefe Estado Mayor Policía Fiscal Federal Director del Instituto de Profesionalización PGJ de Puebla y ExSecretario de Seguridad Publica y Transito Municipal Puebla