Unidad en el PRI

  • Pablo Fernández del Campo
La idea de unidad proviene del término “uno”; es decir, una sola cosa

La palabra «unidad», viene –etimológicamente– del latín “Unitas” y se define como todo aquello que se presenta de manera homogénea o compacta; designa a todo aquello que se encuentra de manera uniforme, unido y semejante en el mundo.

La idea de unidad proviene del término “uno”; es decir, una sola cosa, un solo elemento. Dicho de otra manera, algo que no permite la división, ya que esto significaría la deformación o pérdida de su esencia.

La unidad tiene diferentes significados, y esto dependerá del contexto en donde se aplique el término. En lo social, la unidad puede representar dos aspectos: uno positivo y uno negativo; el primero cuando se refleja el trabajo mutuo y ordenado entre las personas para un logro de objetivo; y el segundo cuando, en determinadas formas de gobierno, regímenes o concepciones sociales y culturales, se piensa que lo diferente es malo y peligroso, y que, por lo tanto, debe ser apartado o eliminado.

La unidad social está vinculada con el propósito de “unirse” entre todos, dejando a un lado las diferencias –o a pesar de las diferencias– para el logro de una meta común.

Por otro lado, la política surgió, precisamente, como una forma desatinada a marcar diferencias entre bandos, sin recurrir a las armas. La política, en sentido histórico y con base en la fórmula de Clausewitz –militar prusiano, uno de los más influyentes historiadores y teóricos de la ciencia militar moderna–, es la continuación de la guerra por otros medios. La política, por lo tanto, ha de tener lugar sobre un campo dividido e, incluso, fragmentado.

Retomando lo anterior y asociándolo en particular con la situación por la que atraviesa nuestro partido, el Partido Revolucionario Institucional, hoy más que nunca, en el PRI, debemos estar realmente unidos.

Unidos para poder atravesar y enfrentar cualquier obstáculo que esté presente; unidos para reflexionar y analizar los aciertos y desaciertos que tuvimos. Y, sobre todo, unidos para poder recuperar la confianza de los ciudadanos.

Hoy, la unidad es la única que hará y marcará la diferencia. Depende de  los militantes hacer esto posible. Mantengamos la fuerza, cerremos filas. Sigamos trabajando por y para los poblanos.

La unidad del pueblo y de su gobierno es la expresión del fin superior que la política debe alcanzar.

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Pablo Fernández del Campo

Mexicano y poblano universal. Esposo y padre de familia. Runner. Impulsor de ciudades y zonas metropolitanas deseables y resilientes. Maestro en Políticas Públicas. Consultor.