El abogado fiscalista

  • Miguel Ángel Santillana Solana
Los diversos ámbitos donde puede ser un agente de cambio positivo.

El Derecho fiscal es una rama del derecho público que estudia las normas jurídicas por medio de las cuales el Estado ejerce su poder tributario con el propósito de obtener de los particulares ingresos que sirvan para sufragar el gasto público en aras de la consecución del bien común.

La rama de Derecho fiscal es quizá una de las más dinámicas, debido a que gran parte de su contenido es actualizado cada año.

El abogado fiscalista debe estudiar el contenido y alcance de todas las disposiciones fiscales con el fin de poder brindar una correcta y ética asesoría a sus clientes acerca de las obligaciones tributarias que debe cumplir.

Esta rama del Derecho le permite al abogado ejercer su profesión en varias áreas tales como el sector gobierno, en la Secretaría de Hacienda y Crédito Público, o su desconcentrado, el Sistema de Administración Tributaria, así como también en el sector privado en el que puede especializarse en áreas como la consultoría personal, empresarial y el litigio.

Es un área estrechamente vinculada con la Contabilidad y las Finanzas, que le permite al profesionista en Derecho planear adecuadamente los movimientos de las empresas que asesora, para evitar el incumplimiento de sus obligaciones tributarias y lograr una armónica relación con el Estado, que le permita a ambos un correcto desarrollo, así como la consecución de sus fines primordiales que en esencia están encaminados a la consecución del bien común.

El abogado fiscalista al servicio del Estado es un agente importante de cambio, es un colaborador del gobierno en la redistribución de la riqueza, y al estar en estrecho contacto con las finanzas públicas se puede desempeñar como un auténtico líder de acción positiva, dando testimonio de un actuar honesto, responsable y ético.

El abogado fiscalista del sector privado es igualmente un personaje importante dentro del funcionamiento y crecimiento del sector empresarial, ya que con su adecuado consejo y su ético proceder puede asesorar a las empresas en materia de planeación de gastos, inversiones y áreas de oportunidad que la ley permite.

Aunado a esto, el ámbito de aplicación de la materia fiscal puede desarrollarse en el contacto nacional, así como también en el internacional, permitiéndole al abogado fiscalista el conocimiento y experimentación de diferentes sistemas, figuras, esquemas y estructuras tributarias.

La investigación en materia fiscal es un área de gran oportunidad, ya que se traducen múltiples oportunidades para estudiar, analizar y proponer reformas al actual sistema, de tal forma que puede ser una plataforma para la mejora de sistemas y proyectos existentes que tiendan al beneficio de la colectividad, y se traduzcan en una mejor administración, control, seguimiento y aplicación del gasto público, además de la propuesta de política pública que tienda a la real redistribución de la riqueza en nuestro país.

FUENTE:

GARCÍA, Fernández Dora (compiladora). Ser abogado y jurista, En “El abogado fiscalista”, María Concepción González González. Editorial Porrúa y Universidad Anáhuac del Norte.  México, D.F., 2011. Págs. 59 y 60.

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Miguel Ángel Santillana Solana

Doctor en Derecho, Licenciado en Derecho, Licenciado en Filosofía, Contador Público Certificado, maestro de la UDLAP y del Tecnológico de Monterrey, campus Puebla.