Tomar partido: la educación ante el cambio de gobierno

  • Juan Martín López Calva
Eliminar al INEE sin revisar a fondo sus claroscuros. Ruido. Desorden. Prisa. Confusión.

“Los Foros sobre la Educación no están resultando lo que se esperaba. Exhortos de las Cámaras súbitos. Iniciativas de cambio constitucional sin terminar la consulta. Eliminar al INEE sin revisar a fondo sus claroscuros. Ruido. Desorden. Prisa. Confusión. Protagonismo. ¿Hay rumbo? No se ve”.

Manuel Gil Antón en Facebook.

https://www.facebook.com/manuel.gilanton/

En estas semanas están ocurriendo muchas cosas contradictorias e inconexas en los escenarios en los que se va a definir la política educativa del próximo sexenio.

Por una parte se están desarrollando los foros de consulta en los que según el discurso oficial del futuro Secretario de Educación Pública (SEP), se van a recoger las propuestas y opiniones de todos los actores del sistema educativo nacional (SEN) para definir el rumbo de la educación del país en el futuro inmediato.

Sin embargo, simultáneamente como bien afirma el Dr. Gil, se están produciendo acciones en las dos cámaras que constituyen el Poder Legislativo -en las que diputados y senadores de Morena, que tiene la mayoría en el Congreso de la Unión y asumirá el Poder Ejecutivo a partir del 1 de diciembre- que van generando ruido, confusión y desorden y mandan señales de prisa, de falta de proyecto y de protagonismo que resultan muy preocupantes.

Mientras el futuro titular de la SEP promueve los foros de consulta de los que supuestamente surgirán las ideas sobre lo que hay que eliminar, lo que hay que transformar y lo que se debe mantener de esta reforma, se promueve y aprueba en la Cámara de Diputados un punto de acuerdo que exhorta a la SEP y al Instituto Nacional para la Evaluación de la Educación (INEE) a cancelar los procesos de evaluación docente programados para el mes de noviembre –es decir, los legisladores exhortan a estas dos instancias a violar la ley reglamentaria vigente del Servicio Profesional Docente (SPD)- y en el Senado se plantea una iniciativa de derogación de la fracción IX del Artículo tercero constitucional que establece la creación del INEE como órgano autónomo del SEN y de algunas otras fracciones del mismo artículo, que implicarían echar abajo toda la reforma educativa actual, en consonancia con la declaración del Senador Mario Delgado que literalmente dijo que de la actual reforma “no quedaría ni una coma”.

Estas son señales de falta de una mínima coordinación entre los miembros del gobierno entrante y los legisladores de su mismo partido que denotan una falta de claridad en el proyecto educativo que se piensa impulsar en el siguiente sexenio y desde mi punto de vista personal, envían también un mensaje muy preocupante respecto a que la formación de las futuras generaciones seguirá estando sujeta a los vaivenes e intereses de la política partidista y no a un análisis serio y a una apuesta sólida por la educación de calidad como un derecho de todos los niños y jóvenes y como uno de los factores fundamentales para detonar la verdadera transformación del país.

“Sería necesario, primero, distinguir en la PE (política educativa) el ámbito de lo que puede cambiar cada gobierno sexenal y el de lo que debe gozar de mayor permanencia. En nuestro actual orden legal, cada gobierno puede acometer todas las reformas que desee, sin límites ni obligaciones respecto de una necesaria continuidad y eso es grave…”

Pablo Latapí Sarre. Finale prestissimo. Pensamientos, vivencias y testimonios, p. 68.

Porque aunque existan muchas cosas cuestionables respecto a los planteamientos y a las formas concretas en que se ha venido instrumentando la reforma educativa actual, considero que se trató de una iniciativa seria que por primera vez en muchísimo tiempo planteó el sustento legal para generar un proceso de cambio en el sistema educativo que trascendiera los avatares y coyunturas sexenales para buscar mantener y consolidar institucionalmente algunos elementos que deberían tener mayor permanencia en el tiempo para poder generar resultados consistentes.

El padre de la investigación educativa, Pablo Latapí Sarre planteaba ya desde principios de los años noventa del siglo pasado la necesidad de crear una institución transexenal formada por un grupo de personas de las más brillantes y reconocidas en el ámbito educativo que definieran los conceptos y lineamientos fundamentales que deberían regir al sistema educativo a partir de la caracterización del país que queremos y necesitamos construir hacia el futuro.

Si bien el INEE no es precisamente esta institución transexenal propuesta por Latapí, su definición constitucional como organismo autónomo con funciones de evaluación de todo el sistema educativo, la creación del Servicio profesional docente y la definición de un modelo de gobernanza de más alta complejidad son elementos que apuntan hacia esta continuidad de los esfuerzos educativos y tratan de combatir esta “falta de límites y obligaciones” que permiten a cada gobierno reinventar desde cero la educación nacional.

Es por ello que había que defender estas reformas constitucionales y buscar más bien la forma en que se puedan subsanar las deficiencias en la operación de estas instancias y en la instrumentación de las diversas acciones que sin duda tienen muchas cosas revisables.

“Tomar partido” es una expresión que se parece mucho  a la decisión, a escoger n lugar desde donde hablar, a tomar la palabra –determinadas palabras-, a hacer surgir una voz que ya no duda en su contenido ni en su trayectoria.

Carlos Skliar. Pedagogías de las diferencias, p. 126.

Para lograr una verdadera transformación de la educación, en la línea que he planteado aquí, se requiere que el gobierno entrante tome partido con suficiente claridad y fuerza.

Desde mi punto de vista, se trata de tomar partido por los niños y jóvenes del país que merecen una educación de calidad y con y para la equidad, por encima del deseo de quedar bien con los grupos que apoyaron la campaña. Se trata de tomar partido por la educación como uno de los motores de la transformación del país más allá de los intereses políticos partidistas de corto plazo. Ojalá esto suceda pronto.

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Juan Martín López Calva

Doctor en Educación UAT. Tuvo estancias postdoctorales en Lonergan Institute de Boston College. Miembro de SNI, Consejo de Investigación Educativa, Red de Investigadores en Educación y Valores, y ALFE. Profesor-investigador de la Universidad Popular Autónoma del Estado de Puebla (UPAEP).