¿Cuál es la verdadera izquierda en México?

  • Héctor Hernández Álvarez
El caso de MORENA y el Congreso Nacional Indígena. Interrogantes ineludibles.

Desde las campañas políticas previas a la elección del primero de julio, se perfilaron dos opciones que encajaban en el espectro político de izquierda; el caso de Andrés Manuel López Obrador con la Coalición Juntos Haremos Historia y el de María de Jesús Patricio Martínez, mejor conocida como Marichuy. Quien fue propuesta como candidata independiente por el Congreso Nacional Indígena, organización derivada del Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN).

El EZLN, ha expresado en repetidas ocasiones que no reconocen a Andrés Manuel López Obrador, como un digno representante del pueblo de México. Para ellos, se trata de un actor político más, miembro del mismo sistema opresor. Justamente ahí está el debate. Mayor diferencia no pudo haber, ya que mientras el abanderado de MORENA ganó las elecciones a la presidencia; Marichuy, ni siquiera logró conseguir las firmas necesarias para obtener su registro como aspirante oficial.

Las razones de tales diferencias en los resultados obtenidos de ambos aspirantes se pueden resumir en una sola palabra: poder. El triunfador de las elecciones supo aprovechar la coyuntura política a su favor, el hartazgo social de la gente con el sistema político, aunado a una brillante carrera de años de trabajo y el apoyo de partidos que cada vez eran más influyentes. Por su parte, la aspirante propuesta por el Congreso Nacional Indígena representaba a las verdaderas clases oprimidas. Lamentablemente, para su causa, era una desconocida en el mapa político nacional; su identidad de indígena nahua y experta en medicina tradicional remontaba a pensar en los orígenes nacionales con una dosis tremenda de socialismo, lo cual, causaba desconfianza ante la proyección económica de México como nación en el plano internacional y su relación con proyectos de desarrollo.

Resulta paradójico que María de Jesús Patricio y el Congreso Nacional Indígena, ni siquiera hayan podido acreditarse como candidatos oficiales. En mi opinión, ella y su grupo representan a la auténtica ideología de izquierda en nuestro país, inclusive, a un grado más elevado; es decir, la extrema izquierda.

Ahora bien, es un hecho, nos guste o no, que MORENA se ha convertido en el partido hegemónico en nuestro país. El grupo político del próximo presidente de la república cuenta con más de 190 escaños ocupados en la cámara de diputados y 55 en la cámara de senadores, lo que lo convierte en la fuerza política mayoritaria. La deslegitimación de la derecha mexicana provocó un hartazgo social que derivó en la elección de nuevos representantes. El éxito de MORENA se fundamenta en los errores de otros representantes políticos y la buena imagen de su líder, Andrés Manuel López Obrador. No obstante, con acciones polémicas como el nombramiento de Manuel Bartlett al frente de la Comisión Federal de Electricidad; Porfirio Muñoz Ledo, como presidente de la Mesa Directiva de San Lázaro; Ignacio Ovalle Fernández como próximo director de Seguridad Alimentaria Mexicana (Segalmex); entre otros, es de preguntarse acerca de las políticas que habrán de implementar y si realmente pertenecerán al espectro político de izquierda o solamente se trata de un teatro montado para acceder al poder.

Es de considerarse que, este tipo de ideología se identifica por contar con características bien definidas, entre las principales se encuentran: profesar un fuerte nacionalismo; beneficiar a la clase trabajadora; velar por los derechos de las minorías; la promoción del sistema económico de integración socialista; así como el desprecio hacia las supuestas clases acomodadas, capitalistas, señalándolas con frecuencia, como las principales responsables de los daños causados a la sociedad en su conjunto. Si recordamos el discurso del actual presidente electo, cuando se encontraba en periodo de campaña, la mayor parte de esas características, se podían notar. Entonces, ahora que ganó la elección, ¿qué es lo que ha cambiado?, ¿por qué de repente su discurso y promesas de campaña parecen haber dado un giro inesperado?

Las respuestas a las preguntas anteriores son dos: en primer lugar, Andrés Manuel, ha pasado de ser una opción, a convertirse en el elegido para representar al pueblo de México. En este sentido, la función de este personaje ha evolucionado y se ha tenido que acoplar a la realidad. En segundo lugar, los grupos de presión tales como organizaciones empresariales, gremios sindicales y actores políticos de peso, han podido interferir en la toma de decisiones del presidente electo. Imaginemos, por ejemplo, el enorme poder de influencia que empresarios como Carlos Slim, tienen en el proyecto del nuevo aeropuerto y la presión que pueden ejercer, no solo al presidente de la república, sino a todo el sistema político.

Ahora bien, el espectro de la izquierda política ha tenido que adaptarse a las nuevas condiciones del mundo globalizado y a los nuevos actores influyentes. No se sabe qué pasará en el futuro con las organizaciones como el Congreso Nacional Indígena. Quizá, lo mas viable para su promoción sea convertirse en un partido político bien constituido para ganar influencia en la vida pública de México, tal como ocurrió con las FARC en Colombia. Sin embargo, entrar a la lucha por el poder bajo las reglas del sistema de partidos y las Leyes en la materia, podrían amenazar a la esencia, la forma de pensamiento y los usos y costumbres característicos de los grupos de extrema izquierda.

Por último, creo que vale la pena hacer una reflexión: se dice que los extremos son malos, que en el equilibrio radica el éxito y la armonía. Por las características políticas, sociales y económicas de México, no parece que las ideologías extremas tengan buena proyección de desarrollo. En todo caso, si los movimientos como el Congreso Nacional Indígena prevalecen, lo harán en las sombras, apartados de los reflectores, sin ser escuchados lo suficiente y siendo torturados por su propia manera de ver y entender la vida. 

@Hector_HHA1

hector.hernandezaz@udlap.mx

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Héctor Hernández Álvarez

Licenciado en Relaciones Internacionales UDLAP. Participa en investigación en ciencias sociales: Índice Global de Impunidad y el Índice de Impunidad México del Centro de Estudios Sobre Impunidad y Justicia (CESIJ)