El Precio del Poder

  • Oscar Gómez Cruz
Nada en esta vida llega gratis o, al menos, sin un costo que pagar.

Puede ser económico, de salud, familia o tiempo. Lo cierto es que el poder que seduce a los seres humanos por lo general, involucra sacrificar libertad, tiempo, y a veces la moral.

 

El poder corrompe y el poder absoluto corrompe absolutamente, eso es algo que llevamos siglos escuchando. Pero a pesar de ello, los seres humanos seguimos creando figuras que concentren poder casi absoluto para dirigirnos. Parece ser que existe una fascinación por una figura a quien admirar y adorar en los buenos tiempos o en su caso a quien culpar en los fracasos.

 

Reyes, zares, emires, jeques, presidentes, primeros ministros, dictadores, empresarios acaudalados. Todos ejercen el poder y se benefician de todo lo asociado a, precisamente, poderlo todo.

 

Pero la historia de los seres humanos nos ha enseñado que, el precio a pagar por el poder, muchas veces es altamente elevado.

 

La soledad es uno de ellos.

 

La paranoia es otro.

 

La obsesión es común.

 

La traición sin duda es uno de los más recurrentes.

 

Ser poderoso conlleva responsabilidades y costos altos, requiere enfoque y astucia para estar en el lugar correcto en el momento adecuado, ofreciendo la solución necesaria y en ocasiones dolorosa.

 

En México hemos creado una cultura de admiración y deseo del poder político; desafortunadamente no para servir, sino para servirse.

 

Hoy los jóvenes quieren ser políticos porque ven en esta actividad, una manera rápida de hacerse ricos al ver a su alrededor a muchos individuos que, sin demostrar gran capacidad, amasan fortunas en un trienio o sexenio.

 

La nueva etapa que está por comenzar en nuestro querido país, debe ocuparse en formar a una clase política que se prepare al más alto nivel, para servir a su país.

 

Siempre han existido becas y apoyos a jóvenes que demuestran talento y capacidad. Pero mandarlos a estudiar a las mejores universidades del mundo, para después perderles la pista, debe ser uno de los factores a cambiar.

 

El poder debe ser utilizado para servir y construir en una democracia. Quienes lo ejercen tienen que estar preparados al más alto nivel y ser remunerados en consecuencia.

 

Un grave error de nuestro sistema de poder es que se le cierran las puertas, en la mayoría de los casos, a los mismos individuos a los que se les pagó su educación, por la sola razón de que no existe un sistema formal para recibirlos, impulsarlos y seguirlos preparando para dirigir al país, para ejercer el poder.

 

Un gran reto para México será que el poder lo ejerzan los mejores, los más preparados, que además salgan a asolearse a la calle para entender las necesidades reales de las personas, y no tomen decisiones solo leyendo gráficas y análisis en sus computadoras en oficinas con aire acondicionado.

 

El poder fascina, el poder a veces enloquece y se obtiene a altos costos familiares y personales. Tal vez es cierto eso que dicen, respecto a que no se puede tener todo en la vida.

 

Y usted, ¿qué precio está dispuesto a pagar por tener poder?

 

https://es-la.facebook.com/2Tres15/

https://www.instagram.com/2tres15/

https://twitter.com/DosTresQuince

Opinion para Interiores: 

Anteriores

Oscar Gómez Cruz

Maestro en Asuntos Internacionales de Negocios Universidad de Columbia. Maestro en Administración Pública INAP. Egresado de la Escuela de Negocios de la Universidad de Harvard. Es presidente de 2TRES15