Los inmigrantes africanos y la crisis humanitaria en Europa

  • Laura Carreto Tirado
Francia es un país multicultural, han llegado hasta esas tierras, un gran número de inmigrantes

Hace unos días Francia ganó la Copa Mundial de fútbol, la victoria causó conmoción dentro de esta nación y en las principales ciudades francesas el festejo terminó en disturbios, hubo heridos y lamentablemente dos fallecidos.

Sin embargo el éxito del equipo francés tuvo una repercusión social: puso el dedo en la llaga sobre el tema de los inmigrantes en aquel país, ya que 15 de los jugadores de este equipo tienen raíces africanas, estos talentos se encuentran en las canchas de los barrios humildes. El triunfo fue un golpe bajo a los conservadores y anti inmigrantes, pero lo más importante: visibilizó a los invisibles, a quienes tienen trabajos mal pagados y viven en condiciones difíciles.

Francia es un país multicultural, han llegado hasta esas tierras, como en el resto de Europa un gran número de inmigrantes. Este sector poblacional representa el 11.7% de su población, es decir, 7, 902, 783 personas han encontrado en este país un lugar donde mejorar su vida. Los países con mayor expulsión son: Argelia, Marruecos (ambos países africanos) después le siguen Portugal, Túnez e Italia (Expansión, 2018).

Existe una realidad en el continente europeo que los países del lado americano ignoramos, también existen muertes por el fenómeno migratorio, en este caso de africanos, quienes se aventuran en el mar Mediterráneo con las llamadas “pateras” (embarcaciones sencillas) con el objetivo de llegar a territorio europeo en busca de mejores oportunidades, ya que en sus países de origen sólo encuentran pobreza y marginación.

Las causas de la pobreza en África, son muchas, entre ellas: los conflictos políticos y sociales, las condiciones climáticas, la escasez de recursos  y  los gobiernos corruptos, esto ha llevado a que miles de africanos no tengan otra alternativa más que migrar.

A finales del mes pasado, una noticia aparecía en los titulares de los periódicos más importantes de España: 600 personas de origen africano saltaron la valla fronteriza entre Ceuta (España) y Marruecos (África), 132 resultaron heridos, pero lograron su objetivo: ser admitidos provisionalmente en suelo europeo, por eso aún lastimados, sonríen ante la cámara.

La llegada masiva de inmigrantes a España, como en todo el Mediterráneo se está convirtiendo en una emergencia humanitaria. Los puntos europeos con más llegadas de inmigrantes africanos son Ceuta y Melilla, ambos territorios españoles. De 2008 a 2017 llegaron a tierras ibéricas 558,446 migrantes nacidos en África (El País, 2018). Tan sólo en este año son 20, 000 personas las que han llegado de forma “indocumentada” (El Confidencial, 2018).

Recientemente el presidente del Partido Popular español: Pablo Casado se pronunció a favor de los empleos temporales para los inmigrantes en lugar de dar dinero directamente a los gobiernos de los países expulsores, ya que ahí reina la corrupción, una especie de “Plan Marshall” que ayudaría a la recuperación económica de estas naciones (El Confidencial, 2018).

Menos tolerante y más conservadora es la política migratoria de Italia, que a finales de julio de este año retornó a cien migrantes provenientes de Libia en un buque, quienes fueron rescatados e inmediatamente se les expulsó, situación que no les permitió si quiera pedir asilo político, hecho condenado por las ONG’s internacionales. Sin embargo no es ninguna sorpresa pues el gobierno italiano es conservador, al puro estilo Donald Trump. El ejecutivo italiano es liderado por el partido anti inmigrante y ultraderechista “la Liga” y el “Movimiento 5 estrellas”.

En junio pasado el reciente gobierno italiano en manos de su Primer Ministro: Giuseppe Conte,  se negó a aceptar el barco de ayuda humanitaria: “Aquarius” que transportaba a 629 inmigrantes; para las organizaciones no gubernamentales, esta decisión del gobierno italiano violó el Derecho Internacional ya que los estados están obligados a ayudar a quienes estén en peligro en el mar (France 24, 2018).

Finalmente el barco fue recibido en Valencia, España, aunque también la decisión fue controversial. Los tripulantes del barco tienen grandes posibilidades de quedarse en territorio europeo por razones humanitarias. Francia aceptó 80 de ellos. Los niños y jóvenes son un tema aparte, 77 viajaban solos y el gobierno valenciano no esperaba tantos, es así que habilitó un centro juvenil especialmente para el caso.

Dadas las restricciones por las políticas anti inmigrantes dentro de la ruta mediterránea en Italia y Grecia, ha provocado que ahora migren en mayor medida por el lado de las costas españolas. Los inmigrantes corren riesgos constantemente, ya que en la actualidad a diferencia de otras épocas, todos los meses llegan personas a los puertos, con embarcaciones sencillas, mejor dicho: improvisadas, esta situación los pone en riesgo con grandes posibilidades de morir ahogados. En 2017 hubo: 3,139 fallecidos (Radio Canadá Internacional, 2018).  

En la última cumbre de la Unión Europea al respecto, se acordó crear centros de recibimiento, para que dentro los mismos se haga una clasificación de los inmigrantes, para que los que obtengan protección internacional sean remitidos a terceros estados dentro de suelo europeo y gestionados por organizaciones internacionales como la ACNUR (La agencia de la ONU para los refugiados) o la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) (El Confidencial, 2018).

En el mundo capitalista existen desigualdades económicas y sociales muy grandes, pocos tienen mucho y muchos tienen poco. El problema de la desigualdad no terminará, sin embargo las condiciones económicas en África pueden mejorar. La solución de esta situación estaría en crear fuentes de empleo, además de mejorar la educación y la salud, decirlo es fácil pero tomaría un par de años y no sin la ayuda de los países europeos o de los más desarrollados. Otra posibilidad serían las políticas migratorias más abiertas, que tengan como propósito el empleo temporal o definitivo de los migrantes africanos en territorio europeo. Definitivamente es un camino largo y complejo.

No se puede ser indiferente ante esta situación, y ojalá que pronto haya medidas para que ningún migrante muera ahogado en el mar.

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Laura Carreto Tirado

Licenciada en Relaciones Internacionales, Maestra en Ciencias Políticas ambos grados por la BUAP. Especializada en temas migratorios y en la Relación México-Estados Unidos. Ha investigado y escrito al respecto en libros y revistas