Algunas reflexiones a un mes de la elección

  • Laura Carreto Tirado
La elección en Puebla fue distinta, dejó un sabor amargo, fue la “piedra en el zapato”

Ha pasado un mes desde aquel domingo 1 de julio de 2018, en el cual la mayoría de los mexicanos apostó por el cambio, decidió por Andrés Manuel López Obrador, quien a partir del 1 de diciembre se convertirá en nuestro presidente. Un presidente que tendrá un camino difícil, sobre todo porque promete hacer cambios importantes, que serán, entre otros, acabar con la corrupción. Precisamente es este mal que se encuentra encarnado en nuestros gobernantes, los que nos han gobernado lo han hecho mal, han dejado a un país con un gran número de pobres, con grandes problemas sociales que debieron ser atendidos en su momento, y con índices muy altos de violencia. Ahora los más grandes críticos del presidente electo le exigen lo que no le han exigido a los anteriores presidentes, y dentro de esta ola de opositores se encuentran los que nunca alzaron la voz por los feminicidios, por los 43 estudiantes de Ayotzinapa y por la corrupción y la violencia que han azotado al país, pero ahora se encuentran “muy preocupados” por la situación que tendrá el país con el nuevo mandatario.

Algunos días después del 1 de julio, Andrés Manuel se reunió con el presidente Peña Nieto, para los más optimistas este hecho fue crucial al dar una imagen positiva al extranjero al mostrar cordialidad entre los dos gobiernos, el entrante y el saliente, una muestra de calma y seguridad interna ante los ojos internacionales; otros los más críticos condenaron la reunión, pues esta da pie a pensar que Peña Nieto no tendrá ninguna sanción por los hechos de corrupción e impunidad dentro de su administración, sólo el tiempo nos dirá si EPN se irá o no en “blanco”.

La elección en Puebla fue distinta, dejó un sabor amargo, fue la “piedra en el zapato” a nivel nacional, la elección estuvo manchada por la violencia y actos de corrupción, que la convierten en una elección cuestionada.

Evidentemente el triunfo del presidente electo cautivó los reflectores, sin embargo en nuestro estado la realidad es otra, hay inconformidad por el proceso electoral y el resultado, ya que el 1 de julio se vivió una jornada violenta: hubo robo de casillas a mano armada; se reportaron cinco asesinatos. Por otro lado ese mismo día algunos medios de comunicación locales notificaron sobre las encuestas de salida, entre ellas Mitofsky que daba cuenta que Luis Miguel Barbosa aventajaba a Marta Érika Alonso con un 10% (SDP noticias, 2018), sin embargo el día siguiente la información era lo contrario, la elección se tornaba turbia. Las acusaciones de MORENA en contra del PAN fueron en aumento: desde el citado robo de urnas con violencia, compra de votos y hasta un sitio secreto donde se operaba el fraude: el ya famoso hotel “M y M”. La controversia continúa y a pesar de que MEAH ya recibió la constancia de mayoría en el congreso local, la elección de gobernador se encuentra impugnada con grandes posibilidades de ser anulada. El que hubieran elecciones extraordinarias para la gubernatura sería un hecho histórico y positivo para la tranquilidad política de nuestro estado, claro, siempre y cuando estas se realicen con estricto apego a las leyes y con otros representantes electorales.

El presidente electo, no ha dejado a un lado este hecho, ni tampoco la presidenta de MORENA a nivel nacional Yeidckol Polevnsky, quienes han mostrado su apoyo en todo momento a Barbosa y a favor de la impugnación.

Actualmente el ojo público sigue a López Obrador, los medios de comunicación lo siguen y no se ha desapartado de los reflectores, al ofrecer conferencias de prensa casi a diario, lo cual nos habla de que quiere que la gente sepa que está trabajando para lograr sus objetivos, pero por otra parte se quita la vista de Enrique Peña Nieto, lo cual hace que la exigencia sea mayor para él y sea considerado como presidente desde este momento, lo cual es erróneo. No es malo empezar a dictar la agenda nacional e internacional, pero por otra parte le resta importancia a lo que está haciendo el gobierno actual. Los reclamos ya están presentes, ignorando a los que se van y quienes dejan cuentas pendientes.

Por otro lado la reunión que AMLO tuvo con el equipo de Trump resultó positiva como un primer acercamiento, la actitud del presidente estadunidense con López Obrador ha sido cordial, quizás más que con el actual presidente de México Enrique Peña Nieto.

Donald Trump recientemente respondió una carta que le envió nuestro presidente electo. Cabe mencionar que en la misiva Trump no menciona la palabra “muro” sino habla de otras maneras de “acabar” con la migración indocumentada; en esta también muestra su disposición para la renegociación del TLCAN, que permitirá empleos mejor pagados  para los mexicanos y estadounidenses; no menos importante es el apoyo que muestra Estados Unidos para el combate a la corrupción, uno de los objetivos cruciales de López Obrador.

Es claro que estos primeros acercamientos son positivos y AMLO y su equipo ya están marcando la agenda en la política exterior, que de primera impresión la relación prioritaria seguirá siendo Estados Unidos, lo cual es positivo siempre y cuando se sepa equilibrar y darle importancia a los demás países, cuestión que no supo hacer el gobierno actual. Por otra parte no es seguro confiarse de las buenas respuestas del mandatario estadunidense, ya que se conoce que Donald Trump es voluble y visceral.

El esfuerzo del presidente electo es visible desde este momento, sabe que no tendrá un camino fácil y está trabajando al respecto. La tarea de nosotros como mexicanos es no quitarle la responsabilidad al gobierno actual y exigirle las cuentas pendientes.

Respecto a la elección en Puebla, queda esperar las resoluciones del Tribunal Estatal del Estado de Puebla y del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, que tendrán la asignatura de decidir si habrá elecciones extraordinarias para la gubernatura, que sería lo más positivo para mantener un clima de calma en nuestro estado, además será una muestra clara de democracia y le daría mayor respeto y credibilidad a las instituciones electorales.

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Laura Carreto Tirado

Licenciada en Relaciones Internacionales, Maestra en Ciencias Políticas ambos grados por la BUAP. Especializada en temas migratorios y en la Relación México-Estados Unidos. Ha investigado y escrito al respecto en libros y revistas